Microbióloga sobre variante Ómicron: "Debemos recuperar el sentido del riesgo"
Hace menos de dos semanas, Sudáfrica levantó la alerta respecto de una nueva variante de COVID-19, Ómicron, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no tardó en reconocer, generando preocupación internacional a prácticamente dos años del descubrimiento del virus en Wuhan, China.
Evidentemente, la inquietud también es local, de hecho las autoridades ya anunciaron la prohibición de ingreso a Chile de extranjeros que provengan de siete países de África.
En este contexto es que desde este miércoles 1 de diciembre no se permite el arribo de extranjeros que hayan estado los últimos 14 días en Sudáfrica, Zimbabue, Namibia, Lesoto, Mozambique, Esuatini (Suazilandia) y Botsuana.
Y mientras la preocupación cunde, la experta Claudia Saavedra, microbióloga de la UNAB y vocera de la Sociedad de Microbiología de Chile (Somich), nos aterriza en la nueva realidad en la que nos sitúa esta mutación.
"La amenaza que tenemos con Ómicron es la misma que teníamos con la Delta. Tenemos que tomar la información y traducirla en medidas concretas, efectivas para frenar o detener esta variante si llegara a ser detectada en algunos de los pasajeros contagiados que eventualmente podría llegar a través de nuestras fronteras", comenta la experta en diálogo con El Desconcierto.
Para la especialista, las sugerencias planteadas "por del Consejo Asesor han sido muy adecuadas y a tiempo, ya que la variante fue descubierta el 22 de noviembre. Las medidas de pedirle un PCR a los pasajeros en el aeropuerto, y si eventualmente hay alguien que hubiera estado en los últimos 14 días en algunos de los países donde se ha detectado un brote de Ómicron, se le exigirá una cuarentena, son medidas bastante efectivas", evalúa.
[Te puede interesar] Variante Ómicron: Gobierno prohíbe entrada de extranjeros desde países africanos
Ómicron demanda proteger todas las fronteras
Pero para Saavedra "el problema está en que a esto hay que sumarle dos factores. No sólo está el Aeropuerto Arturo Merino Benítez, donde hasta el momento se ha llevado a cabo una vigilancia genómica bastante buena de parte del Instituto de Salud Pública de Chile, sin embargo, existen otras fronteras que van a estar abiertas, por lo tanto se requiere que también estén protegidas".
La experta apunta luego a otro factor de relevancia en el que las autoridades debieran intervenir. "Desde mayo se está implementando la vigilancia genómica en nuestro país y aún no logra aumentar el 0,6%. Y en una condición como esta, frente a la amenaza de una nueva variante que se ha visto que tiene una tasa de transmisión mayor aún que las variantes que conocemos, es un momento clave para fortalecer la vigilancia genómica", destaca.
Y agrega que también es necesario "reactivar la red de vigilancia genómica universitaria que va a permitir tener un control de la presencia de las distintas variantes en las regiones donde puede aportar con estos datos al Ministerio de Salud".
-¿Cómo enfrenta el país la aparición de la nueva variante?
Con el nivel de contagios que tenemos, lo que hay que hacer y es en lo que todos los expertos coinciden, es fortalecer es el testeo, la trazabilidad y el aislamiento y a eso hay que sumarle una robusta vigilancia genómica en honor al inminente peligro de la llegada de Ómicron, producto de la apertura de fronteras, del desplazamiento de las personas, la movilidad que se va a producir ahora previo a la Navidad y en el periodo de Navidad.
"Esta variante tiene prácticamente 50 mutaciones"
Por otra parte, Saavedra destaca la difusión que se le ha dado a la nueva variante. "Dadas las características moleculares que tiene. Es decir, tantas modificaciones y mutaciones en una sola proteína y tan importante como la Spike, que es la que le permite al virus contactar a la célula, ha generado una efervescencia entre los científicos y entre los periodistas científicos. Porque es destacable que frente a todas las variantes que conocemos, esta variante tiene prácticamente 50 mutaciones. Y cuando uno ve un esquema que muestra eso, es muy sorprendente", detalla.
La microbióloga apunta al nivel de inoculación que tiene Chile, una variable que nos debiera permitir enfrentar la llegada de la nueva variante con riesgos de desarrollar cuadros de COVID-19, más o menos acotados, comenta pese a que recalca que todavía hay mucha información que rastrear sobre esta nueva mutación.
"Como país tenemos una gran ventaja. Tenemos a una gran población vacunada con las dos dosis y un porcentaje que va creciendo de quienes han recibido el refuerzo. Si ese refuerzo aumenta la respuesta inmune, debiéramos sentirnos protegidos de tener la enfermedad grave o incluso de fallecer. Sin embargo, probablemente eso no nos impide infectarnos", advierte luego.
De ahí la importancia de continuar con el uso de elementos de protección. "La mascarilla es y seguirá siendo la estrategia de mitigación más importante. La evidencia científica muestra que el uso de la mascarilla nos protege de la incidencia de infección en 53%, que es bastante", asegura.
¿Qué sabemos a la fecha de Ómicron?
Saavedra recalca que la crisis sanitaria sigue en curso y que, por lo pronto, frente a la situación en que estamos "hay que insistir en que este virus se transmite por el aire, por lo tanto en espacios cerrados es donde se requiere fundamentalmente el uso de la mascarilla de manera muy rigurosa. La presencia de Ómicron en el mundo nos recuerda que la pandemia no ha terminado y que debemos recuperar el sentido del riesgo", asegura.
La experta explica que Ómicron "tiene un alto número de mutaciones, que la OMS ya la definió como una variante de preocupación a nivel mundial. Por lo tanto, va a aparecer en el listado en el cual también encontramos las otras variantes de preocupación, como la Alfa, Beta, Gama y Delta, que es la que predomina en nuestro país en los últimos meses ¿Cuáles están en esta lista? Las que se transmiten con mayor facilidad, que son más virulentas o aquellas que podrían disminuir la eficacia de las medidas de protección de las vacunas o los tratamientos que podrían existir. En ese caso no tenemos mayor información de Ómicron, pero sabemos que es más transmisible", aclara.
Por último, Saavedra aclara que el hecho de que variante se detectara en Sudáfrica, "no quiere decir que su origen sea en ese país, sino que es producto de una alta infección. Y al tener que replicarse una y otra vez en el hospedero humano, claramente tiene más posibilidad de irse modificando, de irse acomodando. Y eso es lo que hace que surjan estas variantes".
En este sentido, asegura que "habría que tener a un 80% de la población mundial vacunada con la pauta completa para que no tuviéramos estos grandes brotes de infección que le permiten al virus generar nuevas variantes. Sin embargo, hay que considerar que en nuestro país tenemos un alto porcentaje de vacunación, podríamos eventualmente tener un impacto más suave y ralentizar la transmisión del patógeno. Y para saber si es realmente peligrosa, es necesario esperar y tener una datos del comportamiento clínico de esta variante en el hospedero. Por ahora no sabemos cómo se va a comportar en la enfermedad, sólo sabemos que es más transmisible".