Rocío Faúndez y su campaña enfocada en salud mental: "Hay que tener acceso a tratamientos"
"Un nuevo Chile, para estar bien" es lo que busca construir Rocío Faúndez García, la trabajadora social experta en infancia y salud mental de Revolución Democrática que postula a la Cámara de Diputadas y Diputados para representar al Distrito 8. La también politóloga y directora de la Fundación Todo Mejora, ha trabajado por más de 20 años en el territorio junto a la comunidad en temas sociales, de salud mental, niñez, adolescencia, diversidad y participación.
Con un programa que contiene cercanías al del candidato presidencial de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, la Magister en Estudios Sociales y Políticos UAH y Master en Ciencias Políticas y Sociales UPF, quiere llegar al Congreso para seguir generando un impacto positivo en el territorio, pero "en una escala más grande", expresa.
En conversación con El Desconcierto, la "nueva Faúndez" desglosa sus propuestas para trabajar por un mayor bienestar emocional en el país, mediante transformaciones concretas a la condiciones de vida de la población, porque "hay muchas cosas como el derecho a la vivienda digna, como el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación, como el derecho a una vida libre de violencia, que tienen que ver con la salud mental".
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-¿Cómo incidió tu trayectoria, tu labor junto a las comunidades como trabajadora social, tu participación en el Consejo Nacional de la Infancia y la Fundación Todo Mejora, en tu decisión de postular a la Cámara de Diputadas y Diputados?
Llevo trabajando en los temas de salud mental, niñez, participación, muchos años, desde distintos espacios, desde la academia, desde la sociedad civil, con las comunidades, y cuando en el partido donde milito me propusieron la posibilidad de ir como candidata a diputada, lo que yo me planteé es que quizás este es el momento de dar un paso para poder seguir trabajando en estos temas, pero a una escala más grande, para tener un impacto mayor del que he tenido hasta ahora.
Me acuerdo del día que tenía una reunión para presentar la posibilidad de ser candidata en el partido, desde la fundación en donde yo trabajaba, con niñez, diversidad y salud mental, me tocó acompañar a un proceso de un colegio para que un niño trans de octavo básico pudiera salir del clóset, y contarle a sus compañeros que era trans, después de un trabajo largo de acompañamiento con la comunidad educativa. Ese día, él en zoom le contó a sus compañeros que era trans, y cambió su nombre, y todos sus compañeros le dieron la bienvenida ya, con su nueva identidad.
Eso para mí era sumamente satisfactorio; sentí que lograba hacer un impacto desde la sociedad civil en la vida de niños, niñas y niñes, y de pronto, con la posibilidad de postularme a un cargo como diputada, me dije que quizás puedo impactar muchas más vidas desde un cargo así, y poniendo a disposición todo lo que he aprendido. No era la única ruta posible, yo estaba super contenta en mi pega y podría haber seguido en ella, la única razón por la cual dejé el trabajo que tenía en la fundación fue porque pensé que quizás puedo impactar más vidas en una escala más grande.
-El slogan de tu campaña es Un nuevo Chile, para estar bien, el cual apunta a trabajar por cuidar mejor la salud mental en el país, ¿cuál dirías que es la importancia de analizar la salud mental de manera integral, en contraste con temáticas como vivienda, medioambiente, por ejemplo?
Mucha gente sigue entendiendo la salud mental como una cosa súper íntima, y que tiene que ver con cómo uno se siente, una cosa muy subjetiva, como "hoy día desperté sintiéndome bien", u "hoy día me siento triste", pero la salud mental no tiene sólo que ver con cosas íntimas o emocionales, sino que tiene que ver con condiciones concretas de vida, por eso el slogan es "Un nuevo Chile para estar bien", y no "Un nuevo Chile para sentirse bien", porque se trata de estar bien, y uno para estar bien no solo se trata de pensar positivo o "vibrar alto" como se dice hoy día, o tener una actitud positiva, sino que tienes que tener ciertas condiciones para estar bien.
Por supuesto que si tienes un problema de salud mental hay que tener acceso a tratamientos, a poder tener hora al psicólogo o al psiquiatra, poder comprar tus medicamentos, pero también necesitas que en el barrio donde vives no haya todo el día malos olores por culpa de la contaminación, como ocurre en varios lugares del distrito, necesitas que el trayecto de la casa al trabajo, y del trabajo a la casa, no te tome una hora y media y llegar cuando tus hijos están despiertos y alcanzar a verlos, necesitas que las paredes que te separan de tus vecinas y vecinos sean gruesas, y no estar en tu casa tratando de relajarte y escuchar todo lo que ocurre en la casa de los vecinos, entonces hay muchas cosas como el derecho a la vivienda digna, como el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación, como el derecho a una vida libre de violencia, que tienen que ver con la salud mental también.
A mí me interesa abordar el tema de el tratamiento, los medicamentos, la oferta en salud mental, que en Chile todavía es super precaria -se calcula que 1 de cada 5 personas que necesitan tratamiento puede acceder al tratamiento, y eso en un país que tiene las cifras que tiene Chile en salud mental es muy poco-, pero también me interesa plantear cómo hay un montón de aspectos materiales muy concretos que también tienen que ver con la salud mental.
-¿Y cuáles son tus propuestas para trabajar mejor por la salud mental en el país?
En salud mental, y es algo que también está en el programa de Gabriel Boric, a mí me interesa que se promulgue una Ley Integral de Salud Mental, ese es un tipo de ley que en Chile no existe hoy día, y que en otros países ha permitido, por ejemplo, amarrar presupuesto; por ejemplo, decir que por cada peso que se gaste en salud física, vamos a invertir tantos pesos en salud mental. En Chile gastamos, más o menos, un 2% del presupuesto de salud en salud mental, y la recomendación de la OCDE es que debería ser entre un 5% y un 6%, entonces tú podrías hacer una Ley Integral de Salud Mental, amarrar eso, podrías comprometer la creación de más centros comunitarios de salud mental, que son los COSAM -el programa de Gabriel Boric dice que por lo menos debería haber uno por región-, acá en el distrito hay uno por comuna y el Ministerio de Salud dice que debería haber un COSAM por cada 100 mil habitantes, y en Maipú que hay medio millón de habitantes debería haber cuatro o cinco, y hay uno. En Pudahuel deberían haber dos, y hay uno; en Quilicura deberían haber dos, y hay uno, entonces hay harta inversión que se necesita hacer directamente en el tema de salud mental, y con una Ley Integral de salud mental se podría avanzar hacia allá.
También está el Sistema Nacional de Cuidados, que los cuidados de las niñas, de los niños, de los adultos mayores, de las personas postradas o con alguna enfermedad, no recaigan solo en los hombros de las familias, y que cada familia ve como se las arregla, y al final son las mujeres las que dejan su trabajo remunerado y se dedican a cuidar, sino que sea un tema comunitario y un tema de Estado. Eso podría impactar harto la salud mental. Vimos en pandemia como las familias estaban súper agobiadas, y eso, aparte de dañar la salud mental de los adultos, aumenta la violencia contra la niñez, aumenta la violencia de género, porque si tienes personas que están con depresión, están con ansiedad, están con angustias, es muy probable que haya violencia en esas casas.
También tengo otras medidas que están en mi programa que tienen que ver, a nivel medioambiental, con cambiar el sistema de evaluación medioambiental, para que tenga participación más temprana de las comunidades, porque hoy día las comunidades pueden opinar cuando ya los proyectos están aprobados, entonces la gente puede opinar sobre cómo mitigamos el daño de un proyecto, pero no puede opinar si ese proyecto se hace o no se hace. También en niñez, también la Ley de Participación Ciudadana, o la necesidad de una Ley de Educación Sexual Integral en toda la educación, preescolar y escolar, y una educación no sexista, todas esas son cosas que podrían ir generando un mayor bienestar emocional en la población.
-Hablas sobre derogar la Ley de Subvenciones para terminar realmente con Sename, ¿por qué y qué propones?
El sistema que tiene el Sename con la protección especializada, que es la atención a niños que han vivido una vulneración de algún derecho, funciona con la lógica de subvenciones, y eso quiere decir que son privados los que brindan la atención, y el Estado, en lugar de darles una plata basal -es decir, tu tienes una residencia y entonces te voy a dar una cierta cantidad de dinero para que tu hagas tú trabajo y lo hagas con ciertos estándares de calidad-, le paga a los privados un 'voucher', que es un cierto monto por niño atendido. Eso genera un montón de dinámicas complicadas, porque por ejemplo si un centro tiene 10 niños en un momento, porque hizo muy bien su trabajo y logró egresar a otros 20 niños, por ejemplo, logró reunificar a esos niños con sus familias, ahora se quedó con 10 niños y va a recibir tan poco dinero que no va a poder mantener a sus profesionales, no va a poder mantener el inmobiliario, el arriendo, entonces se generan muchos incentivos para que tú retengas a los niños por mucho tiempo, porque en el momento que dejas de tener a los niños, pierdes la subvención.
Mi idea no es sacar a los privados y estatizar todo, porque en Chile siempre ha habido privados que han hecho trabajo en niñez, y hay algunos que lo hacen muy bien, por ejemplo en la explotación sexual comercial, que es un tema muy complicado, hay una ONG que se llama "Raíces" que lleva muchas décadas trabajando en el tema y lo hacen muy bien, conocen muy bien el tema, pero en lugar de recibir subvenciones, que es esta plata por niño atendido, deberían tener un financiamiento basal, es decir, tener un financiamiento que les permita mantener su funcionamiento con independencia de la cantidad de niños, y eso, entre otras cosas, podría permitir subir la calidad de la atención. Se creó un nuevo servicio que se llama "Mejor Niñez" que tiene unas mejoras respecto del Sename, pero mientras tú no cambies la manera de financiar, es muy difícil que cambie la lógica de fondo. Por eso, y esto también es algo que está en el programa de Gabriel Boric, y para mí es muy importante porque he trabajado en niñez por mucho tiempo, terminar finalmente con la Ley de Subvenciones y pasar a otro modo de financiamiento para la protección especial.
-En el spot "Aló Faúndez" muestras que eres una "nueva Faúndez", ¿cómo y por qué surge la idea de recordar la publicidad y darle este aire de "novedad"?
Me pasó cuando comenzamos a ir a ferias que la gente me decía "¿Faúndez?", como que algo les sonaba, y yo les decía "sí, como el 'Aló Faúndez'", y la gente, sobre todo la de 40 años para arriba, me decía "¡Ah sí! El del comercial". Fue un personaje que se quedó muy en la memoria de las personas. Por un lado nos interesaba que la gente recordara mi apellido, pero también le quisimos dar una vuelta porque Faúndez en los noventa era como un maestro chasquilla que entraba a un ascensor lleno de empresarios, y que le sonaba su teléfono, y eso quería decir que él había conseguido ser exitoso dentro del modelo, y los empresarios alrededor de él lo miraban un poco paternalistamente, así como "mira, este hombre trabajó y logró tener un celular".
A mí lo que me interesa no es decir que puedo ser exitosa en el modelo, a mí me interesa cambiar las cosas como se han venido haciendo en Chile, entonces la Faúndez que yo represento, que soy yo pero que también somos muchas mujeres que estamos hoy día postulando a cargos de elección popular, es una mujer feminista, es una mujer que viene con nuevas ideas, es una mujer que quiere hablar de cuidados, que quiere hablar de salud mental, que son temas que en la política más tradicional nunca se hablaban, porque tienen que ver con la esfera privada de la vida, y sobre todo es una persona que combina experiencia y conocimientos con cercanía y con capacidad de diálogo. Lanzamos el video y la verdad es que le ha ido muy bien, porque la gente se ríe con la primera parte, que es la referencia al comercial antiguo, pero al mismo tiempo es un video donde yo propongo que no pueden ser los mismos de siempre los que sigan tomando las decisiones, porque es muy difícil que puedan hacer las cosas distinto, y que necesitamos personas nuevas, como yo, pero no solo como yo sino como muchas otras mujeres que estamos postulando a cargos.
-Y considerando toda tu experiencia en la infancia, en tu trabajo en los territorios, ¿cuáles serán los puntos fuertes que defenderías como diputada?
Serían varios de los que ya he comentado. Sería salud mental, niñez, educación sexual integral y educación no sexista, el Sistema Nacional de Cuidados que creo que es muy importante para la sociedad pero también para ir validando el rol de las mujeres dentro de la sociedad. Me interesa mucho el tema de medioambiente. El distrito al que yo me postulo es un distrito donde en todas las comunas hay algún conflicto medioambiental, o varios, entre la comunidad y distintas empresas, y eso ocasiona que muchas personas tengan una calidad de vida que está súper deteriorada.
Los costos del desarrollo de la Región Metropolitana se concentran en varias comunas del distrito, por ejemplo en Lampa y Til Til donde hay zonas de sacrificio, entonces también el tema de medioambiente, que me he estado formando harto durante la candidatura, es otro tema que me interesa impulsar. Vimos con Dominga hace poco que si tienes un Consejo de Ministros que dependa del Presidente se generan muchos conflictos de interés, entonces necesitamos un Consejo de Ministros, que evalúe los proyectos, que sea independiente y con carácter técnico, y para eso hay que cambiar la ley, entonces son cosas que yo como diputada voy a poder impulsar.
-¿Cómo ves el desafío de ir por el Distrito 8?
El Distrito 8 es un distrito muy grande, tiene un millón y medio de habitantes, tiene ocho comunas y algunas de ellas son rurales y están súper distantes de las otras, y yo diría que, por un lado, para el partido que yo pertenezco, que es Revolución Democrática, es un distrito donde en todas las últimas elecciones ha habido muy buenos resultados, porque ha habido candidaturas fuertes y sobre todo territorios que han estado haciendo el trabajo. Actualmente tenemos dos alcaldías en el distrito, que son la de Tomás Vodanovic en Maipú y la de Luis Valenzuela en Til Til, tenemos cinco concejalías, tenemos dos convencionales constituyentes, tres en total de Apruebo Dignidad, entonces es un distrito en donde la gente se está atreviendo a pensar en transformaciones, a pensar en un Chile más justo y más digno, y a mí me interesa que puedan votar por una mujer candidata a diputada que represente esas ideas.
Por otro lado, en la elección anterior hubo un candidato que se presentó por Revolución Democrática que fue Pablo Vidal, que salió electo y hoy día va a la reelección, y él no solo se fue de Revolución Democrática sino que se fue del pacto Apruebo Dignidad, va hoy día con la ex Concertación. Respetando mucho el trabajo que ha hecho Pablo, yo lo conozco, fuimos militantes juntos y le tengo mucha estima, pero a nosotros nos interesa recuperar ese cupo no por un tema de partido, sino porque la gente que votó por él era gente que creía en un proyecto transformador, y a mí me interesa ir a hablarle a ese electorado, y que sepan que tienen una opción que está en Apruebo Dignidad, que va por Gabriel Boric, que está decididamente comprometida con la Convención Constitucional, y que sepan que pueden votar por alguien así, entonces eso también forma parte de lo que a nosotros nos interesa, porque no es un proyecto mío, es un proyecto colectivo al que yo represento.
-¿Tiene alguna reflexión o mensaje final que quieras entregar?
Esta campaña electoral, tanto parlamentaria como a diputados, ha estado muy marcada por el miedo, hay muchas candidaturas que tratan que la gente sienta mucho temor, porque estamos viviendo cambios y los cambios siempre producen incertidumbre. Yo siempre lo homologo a una familia donde alguien ha develado un abuso sexual; cuando alguien devela un abuso sexual en una familia vienen quiebres, vienen cambios, vienen periodos de alejamientos y peleas, pero al cabo de eso se llega a un nuevo tipo de vínculo que es más honesto, que es más sano, que es más de verdad, entonces muchas veces cuando está ocurriendo la crisis uno dice "pucha, por qué tal persona contó del abuso, estábamos súper bien antes". El problema no es el que devela el abuso, el problema es que existió el abuso y violencia, y en este país existía indignidad, y existía injusticia, y lo que hemos hecho es empezar un proceso de cambio.
Yo sé que los cambios dan miedo, pero creo que es súper importante transmitir a la ciudadanía -y creo que la campaña de Gabriel Boric lo ha logrado hacer- la esperanza. Si cambiamos todos juntos, y de manera dialogante, vamos a llegar a un lugar mejor y nos vamos a reencontrar todos, y para eso no podemos echar pie atrás ahora y volver a hacer como que no pasó nada en Chile. Como en una familia: si hacemos como que no pasó nada, el conflicto solo lo pospone, no desaparece. Me gustaría transmitir que no tengamos miedo a cambiar el país, que tengamos confianza en lo que nos une, en lo que tenemos en común, y que vamos a poder llegar al otro lado, juntos, a una convivencia más real y más sincera.