¿Por qué los bosques son importantes para el clima y cómo detener la deforestación?

¿Por qué los bosques son importantes para el clima y cómo detener la deforestación?

Por: Luciano Badal | 13.11.2021
Reducir las emisiones de los combustibles fósiles es la tarea más urgente para evitar un mayor calentamiento global. Pero al continuar perdiendo bosques, se corre el riesgo de desencadenar puntos de inflexión con consecuencias no deseadas. El Amazonas podría convertirse en sabana, los bosques boreales podrían morir y las reservas de carbono que tardaron milenios en secuestrarse podrían liberarse. Lo que sería desastroso para la seguridad alimentaria, los sistemas climáticos y millones de otras especies, advierten los expertos.

Los bosques y la naturaleza son protagonistas de la Cop26. Al segundo día de la cumbre en Glasgow, se acordó el compromiso para detener y revertir la deforestación. El sector tierras es la segunda fuente más grande de gases de efecto invernadero (GEI) después de la energía, y representa el 25% de las emisiones globales, en que la deforestación y degradación forestal contribuyen a la mitad del valor.

Se espera que la participación de la UE, China y los Estados Unidos, junto con países con grandes bosques como Brasil, la República Democrática del Congo y Papúa Nueva Guinea, ahora firmantes, permitan lograr el compromiso para salvar los bosques.

¿Qué es un bosque?

Se estima que hay tres billones de árboles en el planeta. Algunos forman parte de enormes ecosistemas forestales como la selva tropical del Congo, mientras que otros se encuentran en paisajes escasamente poblados, como en los bordes del desierto del Sahara. De las 60.000 especies de árboles conocidas, casi un tercio está amenazado de extinción, según una evaluación reciente.


Falta la definición apropiada de lo qué es un bosque

No hay una sola definición de bosque por desacuerdo sobre la densidad de los árboles, la altura y la cubierta del dosel. Para FAO bosque es: "Terreno cubierto con dosel arbóreo de más del 10% en un sitio de más de 0,5 hectáreas". Esta definición demasiado simple es la más usada y sólo incluye aspectos físicos, pero no los aspectos biológicos esenciales de los bosques como comunidades de vida que los diferencian totalmente de la plantación de árboles sin esos elementos básicos de la vida.

La definición ha sido muy criticada y se ha pedido mejorarla. WRM, movimiento mundial por los bosques tropicales señala que la definición de bosque no es tema académico o lingüístico: es un tema político que en la práctica tiene graves consecuencias sociales y ambientales, al incluir las plantaciones como bosques, debilitando a las comunidades locales frente a las empresas de plantaciones comerciales, lo que afecta también la lucha contra el cambio climático.


Los grandes bosques naturales cubrían casi un tercio de la masa terrestre global en 2020, y más de la mitad se encuentran en solo cinco países: Rusia, Brasil, Canadá, Estados Unidos y China. La taiga, o bosque boreal del norte, es la más grande del mundo, y cubre el hemisferio norte a través de Siberia, Canadá y Escandinavia.

¿Por qué los bosques son importantes para el clima?

Los bosques son uno de los sitios con mayor biodiversidad del planeta y son una enorme reserva de carbono (C), reguladora del clima del mundo. Contienen alrededor de 861 gigatoneladas de C – equivalente a casi un siglo de emisiones anuales de combustibles fósiles al ritmo actual – y en las últimas dos décadas secuestraron el doble de C del que emitieron. Se almacena más C en el suelo (44%) que en la biomasa viva (42%), y el resto se encuentra en la madera muerta (8%) y la hojarasca (5%). Bosques como la selva tropical de la cuenca del Congo, la segunda más grande del mundo, afectan las precipitaciones a miles de kilómetros de distancia alrededor del Nilo. Miles de millones de seres humanos dependen de los bosques para obtener alimentos, materiales de construcción y refugio.

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Pero están siendo talados a un ritmo implacable. Casi el 10% de la cubierta arbórea se ha perdido desde el año 2000, según Global Forest Watch. El sector tierra es la segunda fuente más grande de emisiones GEI y representa cerca de la cuarta parte de las emisiones, según IPCC, de las que la deforestación es un componente importante. Los científicos dicen que no será posible limitar el calentamiento global a 1,5 °C sin detener la deforestación.

Yadvinder Malhi, profesor de ciencia del ecosistema en la Universidad de Oxford señala que por un lado "Los bosques son depósitos de C, lo que significa que cuando se deforesta, se libera CO2 a la atmósfera. Por otro lado, se ha demostrado que los bosques intactos son sumideros de C, al absorberlo con el tiempo. Si este sumidero está desapareciendo, se está perdiendo este servicio, por lo que no corresponde suponer que tal sumidero continuará, como se asume en casi todos los escenarios de modelos climáticos de este siglo".

¿Todos los bosques almacenan la misma cantidad de carbono?

No. Los bosques antiguos libres de interferencias industriales humanas y contaminación son especialmente importantes para el clima y la biodiversidad. Son bosques primarios y son ecosistemas antiguos y densos en C, llenos de vida, como partes del Amazonas, y los bosques de Białowieża en Polonia y Papúa Nueva Guinea. Tienen algunos de los árboles más grandes y la mayor variedad de vida, los conservacionistas ponen énfasis adicional en su protección contra la tala, los incendios forestales y la industria humana, ya que sólo representan un tercio de la cubierta forestal del planeta. Los bosques jóvenes o en recuperación almacenan mucho menos C y pueden pasar varios años antes de que se conviertan en sumideros efectivos.

Las selvas tropicales, los manglares y los bosques de turberas, como los del sudeste asiático, desempeñan un papel importantísimo en la regulación del clima debido a la cantidad de C que almacenan, su efecto de enfriamiento y la protección que brindan contra las inundaciones. Los bosques boreales, cubiertos de nieve durante gran parte del año, reflejan más calor a la atmósfera y tienen un efecto de calentamiento neto en el clima. Las plantaciones agrícolas de árboles con muy pocas especies son mucho menos densas en C y con mucho menos vida.

¿Qué es la deforestación?

La deforestación es la conversión del uso del suelo con bosque a uno distinto, causada por el hombre, como la ganadería o la producción de soya, el bosque es talado y luego quemado. No es lo mismo que la tala selectiva de árboles en un bosque que permanece en pie. La deforestación ha sido paralela al desarrollo humano durante siglos. Ej., casi toda la selva tropical templada que una vez cubrió gran parte de las Islas Británicas fue despejada para agricultura, carreteras y asentamientos humanos.

Además de ser una fuente importante de emisiones de C, el cambio del uso del suelo es el principal impulsor de la pérdida de biodiversidad, que los científicos advierten está impulsando la sexta extinción masiva de la vida en la Tierra. Desde el espacio, la deforestación a menudo muestra un "patrón de espina de pescado” donde la tierra se despeja a lo largo de bordes de carreteras y ríos. Con el tiempo, se despeja más bosque y a gran escala el proceso se auto perpetúa, cuando la selva tropical ha sido destruida y convertida en sabana.

Comparación entre el bosque intacto de 1975 (izq.) con los miles de parcelas en 2012. Deforestación en forma de espina de pescado (Fuente: NASA Visualization Explorer, Aries Keck, Agosto 16, 2012)

El año pasado, Brasil, la República Democrática del Congo, Bolivia, Indonesia y Perú fueron los cinco países principales con pérdida de bosques primarios tropicales. Se perdieron alrededor de 12 millones de hectáreas de cobertura arbórea en los trópicos. Esto incluye 4,2 millones de hectáreas de bosques primarios, un área del tamaño de los Países Bajos, liberando el equivalente a las emisiones anuales de 570 millones de automóviles.

¿Por qué se talan los bosques?

Si bien hay muchos factores locales, la razón principal es financiera según los expertos: los bosques valen más muertos que vivos en términos monetarios. En Brasil, grandes partes de la Amazonía se han despejado para la producción de carne. En Indonesia, los bosques y las turberas han sido talados y drenados para plantaciones de palma aceitera. En otras áreas, el café, el cacao, los plátanos, las piñas, las hojas de coca y el cultivo de subsistencia han impulsado la tala. La mayoría de los sitios críticos de deforestación se encuentran en regiones tropicales, que también son áreas rentables para la agricultura.  "El factor más importante es la expansión de las industrias agrícolas: la ganadería, el cultivo de soya y la palma aceitera", dice Malhi. Un segundo factor es la pobreza.

¿Se puede detener la deforestación?

No es fácil. Junto al compromiso de los líderes mundiales en la Cop26, se espera que los grandes productores y consumidores de productos básicos vinculados a la deforestación se comprometan a erradicarlos de la cadena de suministro global. China, uno de los mayores consumidores del mundo, está tomando más en serio la deforestación y considera hacer más ecológica su cadena de suministro.

"Necesitamos pensar en la pérdida de bosques, especialmente en la pérdida de bosques tropicales, de la misma forma que ahora se habla de proyectos de energía a carbón", dice Frances Seymour, experta en bosques y gobernanza del Instituto de Recursos Mundiales (WRI). "Se celebró mucho el compromiso de China de no financiar nuevos proyectos de energía a carbón en el extranjero. Pero tenemos que buscar compromisos similares de todos los países para dejar de financiar proyectos que conducen a la deforestación en el extranjero".

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El movimiento de C y otros gases en los bosques y suelos es cíclico y el manejo forestal sustentable puede influir en estos ciclos, mejorando la captura de C.

¿Hay algún ejemplo del que podamos aprender?

Costa Rica, el único país tropical que ha revertido con éxito la deforestación, lo hizo en parte, mediante un programa de pagos por servicios ecosistémicos dando valor económico a los bosques en pie y a la biodiversidad. El país ganó el primer premio Earthshot este año, revirtiendo una de las tasas de deforestación más altas de América Latina en los años 70 y volviendo a hacer crecer grandes áreas de bosque.

A mayor escala, Brasil tuvo un éxito considerable en la reducción de la deforestación en la Amazonía a fines de la década de 2000 y principios de la década de 2010. Su disminución se debió a leyes ambientales, la mejora del control de la tala y quema, del madereo ilegal y una moratoria a la soya en la Amazonía. Sin embargo, luego ha habido grandes alzas en la deforestación en la selva tropical más grande del mundo bajo la presidencia de Jair Bolsonaro. Indonesia ha tenido éxito en los últimos años desacelerando la deforestación con una moratoria a la expansión del aceite de palma, aunque los expertos advierten que es frágil por las mismas razones: los incentivos económicos para talar los bosques no han cambiado.

Bajo el esquema REDD+ que proporciona incentivos financieros para proteger los bosques, los países en desarrollo pueden vender créditos de C para preservar sus sumideros, y se espera que las reglas para los mercados de C se resuelvan en la COP26. Países como Gabón, con bajas tasas de deforestación y una gran cubierta forestal, necesitan fondos para proteger los bosques. Gabón preside el grupo africano de negociadores de la COP26.

¿Por qué son tan importantes las comunidades indígenas para detener la deforestación?

Los estudios muestran que las comunidades indígenas son las mejores protectoras de los bosques. Muchos paisajes que se creía eran tierras vírgenes han sido manejados por comunidades indígenas durante siglos. Una revisión de la ONU de más de 250 estudios encontró que, en América Latina, las tasas de deforestación eran más bajas en esos territorios que en otros sitios. A pesar de esto, muchos pueblos indígenas y tribales enfrentan persecución, racismo y violencia.

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En julio, un ensayo de dos años con sensores remotos para alertar a las comunidades indígenas en Perú sobre la deforestación temprana encontró una disminución en la pérdida de árboles del 37% en general para ambos años, en comparación con el grupo de control. Los investigadores juzgan que, si esto se ampliara, tendría un gran efecto en reducir la deforestación.

Jessica Webb, gerente de Global Forest Watch para la participación global, dice: "Un tercio de la selva amazónica se encuentra en aproximadamente los 3.300 territorios de pueblos indígenas reconocidos. Según modelos de Rainforest Foundation US, se evitaría deforestar 123.000 hectáreas anuales escalando este enfoque a otras comunidades de la Amazonía, y equivaldría a sacar 21 millones de coches de las carreteras durante un año".

¿Pueden los satélites facilitar proteger los bosques?

El monitoreo de ecosistemas está experimentando una revolución tecnológica. La deforestación es más fácil de rastrear a través de información desarrollada por investigadores de la Universidad de Maryland, la NASA y Google. Al mejoran las resoluciones de imagen, nos acercamos a poder monitorear la deforestación en tiempo real.

Pero "todavía hay trabas para poder monitorear la restauración y la degradación", según Crystal Davis del WRI, que provee información sobre cómo el mundo puede cumplir con los compromisos climáticos, de biodiversidad y las necesidades de 10 mil millones de personas. "También necesitamos una mejor comprensión de la precisión de los conjuntos de datos globales. No son consistentes en toda la geografía", dice.

¿Qué pasa con la reforestación?

Restaurar los bosques para cumplir con los objetivos climáticos y de biodiversidad es esencial. Según los científicos detener la deforestación es una tarea urgente, porque emite carbono de inmediato, mientras la naturaleza tarda décadas en recuperarse y secuestrar carbono, por ello, los bosques primarios mantenidos durante miles de años no pueden ser reemplazados por esquemas de plantación de árboles.

¿Qué pasa si no detenemos la deforestación?

Reducir las emisiones de los combustibles fósiles es la tarea más urgente para evitar un mayor calentamiento global. Pero continuar perdiendo bosques, se corre el riesgo de desencadenar puntos de inflexión con consecuencias no deseadas. El Amazonas podría convertirse en sabana, los bosques boreales podrían morir y las reservas de carbono que tardaron miles de años en secuestrarse podrían liberarse. Lo que esto significaría para la seguridad alimentaria, los sistemas climáticos y millones de otras especies no serían buenas noticias, advierten los expertos.

Robert Nasi, director del Centro para la Investigación Forestal Internacional, dice: "Tendríamos un cambio climático en cascada: el secamiento del Amazonas, de la cuenca del Congo ... un gran riesgo de un efecto dominó. Si no protegemos los bosques, la gente migrará y habrá refugiados climáticos" en gran escala.