La constituyente Alejandra Pérez, sobreviviente de cáncer de mamas, entregó un emotivo discurso la mañana de este viernes en la Convención Constitucional, para el cual se mostró en torso desnudo, descubriendo las cicatrices de su mastectomía.

Con un fuerte mensaje escrito en su cuerpo, “hasta que valga la pena vivir”, la convencional de Pueblo Constituyente abordó su diagnóstico, y la inequidad en el acceso a la salud que hay en el país.

Asimismo, repasó la revuelta popular que dio paso a la redacción de una nueva Carta Magna, comentando que “Chile no despertó un 18 de octubre. Un pueblo entero nunca cerró los ojos y a cambio nos los cerraron”.

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“No sirvieron los partidos, no sirvieron las contaminadas vía ya usadas y capturadas para fraguar acuerdos entre gallos y medianoche. La cámara de la TV tuvo que mostrar al pueblo en la calle, al pueblo en frente de sus ojos mirándolos sin parpadear dispuestos a no dar un paso atrás”, afirmó Pérez.

Agregó que “a partir del legítimo reproche a quienes prostituyeron la democracia, fue que se destiló la tinta con la que se escribirá la nueva Constitución que garantizará que la vida sea puesta en el centro de las decisiones públicas”.

“Esa tinta tiene sangre, sudor, lágrimas de nuestra gente. Esa tinta, la voz, sus apremios, sus dolores, sus miserias, sus rezagos. El catastro completo de los desamparos”, añadió Alejandra Pérez.

Sobreviviente de cáncer

“La culpa la sentí desde el diagnóstico, culpa por poder sanar. Culpa por tener una cama, medicamento y horas de atención. Culpa por aquellas que no tienen plata por una mamografía, culpa por estar en el sistema privado de salud”, relató la mujer.

“¿Por qué tengo que sentir culpa si todos debiéramos tener derecho a la salud? Porque cuando hablamos del derecho a la salud se tiene que traducir al derecho a la vida”, manifestó.

“Soy Alejandra Pérez Espina, sobreviviente de cáncer de mamas, dueña de casa, manifestante. Por mi mamá Roza Espina Beltrán, por aquellas que no sobrevivieron, por aquellas que vendrán no me haré la reconstrucción porque cada marca en mi pecho es un grito de alegría a la vida”, expresó.