Patricio Guzmán ha denunciado en más de una ocasión a Televisión Nacional, una de ellas en octubre del 2015 en el programa de Tomás Mosciatti en CNN Chile. En la oportunidad, el documentalista señaló que el canal “ha pasado secuencias de La batalla de Chile sin pagar un centavo”. Dos años antes TVN había exhibido de manera incompleta su filme Nostalgia de la luz, por lo que los acusó de “un sabotaje inadmisible de una obra cinematográfica que denuncia claramente los crímenes de la dictadura”. 

En el programa de ayer jueves en La Red, Guzmán señaló que por mucho tiempo la televisión local no quiso saber nada de la realidad chilena. Las cintas con el material de La batalla de Chile, grabada en vivo en la Unidad Popular hasta prácticamente sus últimos días, fueron sacadas clandestinamente del país, para ser montada en Cuba por Guzmán y Pedro Chaskel. Las dos primeras partes se exhibieron en Cannes en 1975 y 1976, respectivamente. Las tercera parte se estrenó en 1979. Rápidamente la película cosechó premio y elogios, al punto de ser considerada uno de los documentales más importantes de todos los tiempos. En Chile se vio en VHS que circularon de mano en mano y en 1997 la trilogía completa fue exhibida en Fidocs. El 2009 se edita en DVD y es mostrada en la Cineteca Nacional como parte de la cartelera. Este fin de semana se exhibirá en La Red en sus tres partes, entre viernes y domingo a las 22 horas, tras 45 años de ausencia en la televisión chilena.

Aquí cinco personalidades del arte y la cultura intentan responder a la pregunta respecto a por qué TVN nunca la exhibió.

“Por miedo, por cobardía y por acomodo político”: Alejandro Fernández, cineasta, director de Matar a un hombre, entre otras películas

Por la misma razón que no se hizo ningún cambio estructural en la economía ni en la sociedad chilena en más de 30 años. Por miedo, por cobardía y por acomodo político, porque no hay motivo para no haber programado el documental más importante en la historia de Chile. Uno de los más importantes de Latinoamérica y del mundo, una obra que más allá del valor cinematográfico que es innegable, tiene un valor histórico y educativo porque nos muestra un país que hace 50 años tenía los mismos problemas que sigue teniendo, las mismas divisiones, y dentro de muchos sectores, los mismos odios, especialmente de la derecha. Al escuchar su discurso de odio hacia el comunismo y ponerlo en perspectiva actual, es como si el tiempo se hubiese detenido. Como si la dictadura, que fue el gran horror que se cometió contra la izquierda y contra el pueblo, nunca hubiera quedado atrás.

Cerrar un paréntesis: Jorge Montealegre, escritor

No sé por qué. Me hago la misma pregunta. La vi en España, en el exilio, fue un momento perturbador y triste. (Aunque en la ocasión estaban Geraldine Chaplin y Patricio Guzmán). Será interesante verla después de una revuelta social, como cerrando un paréntesis.

“No querían que se exhibiera lo que significa un pueblo movilizado”: Faride Zeran, Premio Nacional de Periodismo 2007 y miembro del directorio de TVN entre el 2000 y el 2004 

Una de las marcas de la posdictadura o de esta transición a  la democracia ha estado signada por el tema de la ausencia de la libertad de expresión, no solo en materia de diversidad de medios, sino también en la difusión de obras artísticas tan importantes como puede ser La batalla de Chile, la trilogía de Patricio Guzmán que ha tenido reconocimientos y premios internacionales y que se señala como un obra cumbre en el documental. Podemos pensar en otras obras que no han sido exhibidas, como El diario de Agustín, el documental de Ignacio Agüero producido por Fernando Villagrán, que fue producido a partir de la tesis de un grupo de estudiantes de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, donde se denuncian las complicidades del diario El Mercurio de Agustín Edwards y la participación directa en los montajes relacionados con casos de derechos humanos. Este documental fue comprado por Televisión Nacional y no lo exhibió nunca; estoy hablando del 2010 al 2013. Recuerdo haber participado activamente en ese debate, impulsamos el documental desde la Escuela de Periodismo, y me parecía muy importante señalar que no se puede comprar un documental para no exhibirlo.

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Finalmente no se exhibió sino meses después de ese debate, luego que el director pusiera un recurso y se exhibió un sábado en la madrugada. Fue una forma bastante torcida para aplicar la censura sobre una obra de estas características, que merecía ser conocida por la ciudadanía. Esta es una metáfora para explicar lo que pasa con La batalla de Chile, de por qué no ha sido exhibida en las pantallas de Televisión Nacional que se asume como televisión pública. Aun cuando algunos sostenemos que debe ser una televisión pública de verdad y no con estas demandas de, primero, un directorio empatado políticamente y con la demanda de autofinanciarse, pero eso es otro debate. ¿Por qué no ha exhibido Televisión Nacional la trilogía La batalla de Chile? Creo que la respuesta está en que en esta suerte de empate donde un sector del directorio vinculado con la derecha y con quienes apoyaron el golpe militar, esos civiles, esos cómplices pasivos, no querían que se exhibiera esta trilogía, lo que significa un pueblo movilizado, el protagonismo de un pueblo en esos tres años de la Unidad Popular. 

“Una razón política tomada en un directorio binominal”: Libio Pérez, editor de Le Monde Diplomatique: TVN impuso una forma de censura

No sé si hubo un argumento único para no exhibirla por tantos años, pero seguro que es una razón política tomada en un directorio binominal y por ejecutivos de una empresa que busca ganancias y compite en un mercado del más puro sello neoliberal. El propio director Patricio Guzmán ha dicho que TVN (TV pública) impuso una forma de censura a su trabajo al no exhibirlo, sin embargo el canal ha usado imágenes del filme sin siquiera citar la fuente.

“Que los jóvenes y las nuevas generaciones sepan lo que pasó”: Roser Fort, directora Centro Arte Alameda

Es impresionante constatar que TVN, un canal que debiera velar por la cultura y el encuentro con la memoria para todos los chilenos, no haya exhibido una película como La batalla de Chile. Es simbólico y es importante exhibirla. Nosotros como Cine Arte Alameda la dimos con la autorización de Patricio Guzman en su momento, y las tres versiones en tres horarios distintos fueron a sala llena, porque la memoria y la reflexión es lo que hace que no olvidemos lo que pasó en este país y también que no vuelva a pasar nunca más. Hay que velar también por toda la búsqueda que se necesita de esa época, y también que los jóvenes y las nuevas generaciones sepan lo que pasó con testimonios vivos a través de una película. Además todas las películas de Patricio Guzmán son importantísimas. Nosotros en nuestra nueva sede temporal en el Centro de Extensión del Instituto Nacional hemos preparado un especial para este fin de semana que incluye una película de Patricio Guzman, La cordillera de los sueños. Nos parece que tenemos que revisarla todos para no olvidar lo que fue el 11 de septiembre en Chile.