Ya van un poco más de dos años del 10 de junio del 2019 en que el fundador del Partido Republicano, José Antonio Kast, lo inscribiera en el Servel. En esa oportunidad llamó la atención de redes sociales que el logo del partido simulara el escudo del Capitán América, mezclando ciencia ficción y realidad. Aún así, su logo no es tan polémico como su nombre, ya que se trata de uno ya existente, pero de otro hemisferio y en ese entonces representado por Donald Trump.

Los “grandes impactos” son lo suyo, pues esperó a que quedaran horas para que el plazo de inscripción de candidaturas se cerrara, para presentarse en nada más ni nada menos que en la Región de La Araucanía, lugar contingente si se trata del conflicto territorial y del que ha dicho a CNN Chile se encuentra en permanente terrorismo y que debiesen reforzarse las Fuerzas Armadas para combatirlo.

José Antonio Kast o JAK según sus iniciales, tiene como lema de campaña “atrévete”, pero esto no solamente lo trata de replicar en su programa de gobierno, sino también en sus redes sociales. Un Kast que ve memes políticos, en versión animé, haciendo bailar a una gallina y replicando diversas coreografías con enfoque humorístico. Inusual para el representante de un Chile conservador, sector que no se abandera por el matrimonio igualitario, mucho menos por la adopción homoparental, que no está a favor del lenguaje inclusivo, de la píldora del día después, ni de legalizar la marihuana y que defiende a la vida hasta su muerte natural (aplica para aborto y eutanasia).

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En Twitter declaró no ser homofóbico como se lo ha tildado, aunque en una oportunidad, en el programa Tolerancia Cero de CHV, mencionó la existencia de una "dictadura gay", con la que "van arrinconando a ciertos líderes políticos que no tienen a veces la valentía de decir las cosas como ellos las creen". Mientras que en el programa Diana, al preguntarle qué le pasaría si tuviese un hijo/a transgénero, respondió, entre otras cosas “que viva la libertad”. Por otro lado, al saber la decisión de Sebastián Piñera de darle prioridad al matrimonio igualitario, este en su Twitter comentó que “nosotros (su partido) no apoyaremos a ningún candidato que promueva el matrimonio homosexual y no pactaremos con ninguna fuerza política que no tenga la convicción de defender a las familias chilenas”.

Está en desacuerdo con el “populismo” y no confía mucho en las estadísticas, aunque a veces las cite a su favor. De ahí se puede explicar la convicción de haber participado en el SÍ en el Plebiscito de 1988, el cual perdió contra casi un 56%, porcentaje de la población que quería el fin del mandato de Augusto Pinochet. Hecho similar ocurrió entre el 15 y 16 de mayo del presente año al estar por el “RECHAZO” a la redacción de una nueva Constitución, opción que finalmente perdió contra un 78% aproximadamente.

Kast, el político que se presentó en 2010 como candidato a presidente de la Unión Demócrata Independiente, es una persona estructurada, se apega a los programas de gobierno, como si una Biblia sagrada se tratase, por lo que no duda cambiar de opinión con respecto a su elección presidencial cuando lo decepcionan, o al menos así es con Sebastián Piñera.

Antes de ser quien hoy en día es, su paso por la política fue como concejal y diputado. Aproximadamente dos décadas de experiencia en el área, han hecho que sus discursos sean minuciosos, estudie y tome notas de las entrevistas de los medios de comunicación a los que va, para refutar o argumentar según corresponda y en los debates no levante la voz, aun cuando los temas a tratar sean de gran índole y recalque sus ideales a pesar de la impopularidad de estas en algunas áreas.

JAK es una persona optimista, ya que su fe es intacta, pese a haber tenido aproximadamente un 7% en las presidenciales del año 2017. Su confianza es tal, que dijo a Radio Bío-Bío que su contrincante es Gabriel Boric, mismo con el que ha sido muy crítico con respecto a su postura sobre las fuerzas y que en primarias presidenciales obtuvo un 60,43%.

Viene de una familia numerosa que cuenta con nueve hermanos (él es el menor) y tiene nueve hijos. Pero además de abundante, es política, ya que sus sobrinos Felipe Kast, Pablo Kast y Bárbara Kast, han sido senador, diputado y concejala respectivamente. Es por ello que su opinión sobre el nepotismo, es esencial. A Pauta Libre comentó que “estoy contra los políticos que meten a sus familiares en la política”.

El abogado se hace presente en las redes sociales, en Twitter, por ejemplo, donde cuenta con más de 400 mil seguidores y una cuenta verificada, ha recibido comentarios de apoyo, como en contra. Uno de los comentarios que más se reitera, es el que lo tildan de “pinochetista”, lejos de ignorarlo, lo responde, explica y defiende.

En Mentiras Verdaderas, por ejemplo, señaló que "yo no soy pinochetista, (…), pero sí valoro lo que se hizo en el Gobierno Militar, lo que hizo mi hermano como ministro enfocando el gasto público…". Un José Antonio que no teme “meter el dedo en la llaga”, que en ese mismo programa dijo que lo ocurrido el 11 de septiembre de 1973 "se hizo lo que se tenía que hacer (…). A Allende lo derrocó el pueblo, no es que los militares se levantaron enojados un día y dijeron te vas. No, fue el pueblo chileno quien le pidió un pronunciamiento militar y se los agradezco, por darnos libertad, sino hoy estaríamos peor que Cuba y Venezuela".

Pero la dictadura no es el único hecho histórico que ha abarcado, sino que también el estallido social. Era 21 de noviembre del 2019 y en un punto de prensa que salió emitido en Mega, José Antonio Kast señaló que "en Chile no se están violando los derechos humanos", mismo día que el Instituto Nacional de Derechos Humanos contaba con 696 vulneraciones de distintos tipos.

Kast es más que su cabellera rubia, ojos celestes y tez blanca, que viste de camisas y traje. Es un político que no se queda callado y trata de estar en todos los medios de comunicación, ya que sabe que este espacio es útil para llegar a aquellos que no son sus aliados. Antes de ir a un medio, se asegura de ver las entrevistas que dieron sus contrincantes, para refutar y/o argumentar. En los debates toma notas, mental o a papel y a pesar de lo agitada que sea la conversación, no levanta la voz, mantiene la calma, habla pausadamente, pide pruebas y se asegura de usar cada palabra de forma meticulosa.

“Lo más probable es que el día 21 de noviembre se inclinen más a votar por José Antonio Kast, porque me ven más coherente y de una línea”, dijo en tercera persona a CNN. Una línea que no inclina, pues, trata de no cambiar su discurso. Es por ello que no trata de llegar a todos, solo a los que estén de acuerdo con su postura. Su parte carismática la demuestra en redes sociales y en ciertas entrevistas donde da datos inesperados en preguntas serias para “romper el hielo”. Quizás es parte de su estrategia política o quizás es parte de la personalidad de esta peculiar persona.