Gloria Pinto, candidata al Congreso por La Lista del Pueblo: “No apoyaríamos a Gabriel Boric" en una segunda vuelta contra la derecha
Obtuvo más de 16.000 votos para las elecciones constituyentes, sin embargo, ese resultado no le bastó para convertirse en integrante de la Convención. Gloria Pinto tiene 40 años, es paramédica y trabaja en Servicio de Urgencia Hospital San José. Desde hace semanas recoge firmas para convertirse en parlamentaria por La Lista del Pueblo en el Distrito 9 (Cerro Navia, Conchalí, Huechuraba, Independencia, Lo Prado, Quinta Normal, Recoleta, Renca). A un mes para el cierre de inscripciones de las candidaturas a la Presidencia y para las elecciones Parlamentarias, varias figuras de La Lista del Pueblo que quedaron fuera de la Convención, buscan apoyos ciudadanos para concurrir en la contienda para el Congreso.
En entrevista con El Desconcierto, Pinto detalla los objetivos y obstáculos de esa disputa, pero también los avances del colectivo en su definición presidencial. Si bien asegura que aún no hay nombres "concretos", descarta al alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, como alternativa real. Más allá de los nombres, considera "necesaria" la participación electoral de La Lista del Pueblo porque, dice, Gabriel Boric "es una extensión de la derecha". Bajo esa lógica, rechaza por completo apoyar al diputado de Convergencia Social en una eventual segunda vuelta con la derecha: "Nos marginaríamos de esta votación", recalca.
¿Cómo surge su nombre como candidata para el Distrito 9?
De La Lista [del Pueblo] y en conjunto con varias organizaciones sociales se me hace el llamado a participar en el proceso de las elecciones parlamentarias. En la recolección de patrocinios para poder participar en la Convención Constitucional tuve la mayoría de patrocinios en el distrito, con más de 4.000, y 16.221 votos para la Convención. Solo un sistema electoral como el que nos impera podía dejar una votación tan alta afuera. Quedaron personajes como Arturo Zúñiga (UDI), con 11.000, votos o César Valenzuela (PS), con 9.000, pero yo quedé afuera con más de 16.000 votos.
¿Por qué el Distrito 9?
He vivido toda mi vida en la zona norte, en Recoleta y en Conchalí. También trabajo en la zona norte, en el único hospital de la zona y me organizo hace muchísimos años también ahí. Aunque desde este distrito había la definición de que la candidata fuese yo en caso de que lleváramos una candidatura única, con Patricio Cáceres estamos realizando la recolección de patrocinios, como mínimo 1.800 para este distrito, para poder decidir quién de los dos va a ir como representante de La Lista del Pueblo. Quien recoja más patrocinios sería quien iría.
Si finalmente se concreta su postulación, le tocaría competir por la izquierda con nombres como Karol Cariola o Boris Barrera del PC; o Maite Orsini de RD, en caso de que decidan también repostular. ¿Cómo ves a estos adversarios políticos?
El PC acá siempre ha estado bien posicionado, pero hoy día vemos que el escenario político es distinto: hay una deslegitimación absoluta de los partidos políticos del régimen, de los cuales el PC también es parte. Hemos visto en las primarias que no tiene tanta fuerza ni tanta convocatoria, que le gana incluso una persona que no es considerada parte de la izquierda, que es [Gabriel] Boric, que es una extensión de la derecha. Boric no sería una representación de la izquierda, netamente. Con su discurso, tal vez, para llegar a estos sectores, pero no es de izquierda y eso le pasó por encima al PC. La gente está buscando alternativas. Si bien no se demostró en la primaria, sí se demostró en la Convención, con la cantidad de escaños que sacó La Lista del Pueblo, representándose con candidaturas populares, el rostro de una revuelta popular. Es el inicio de un proceso revolucionario en el que el mundo popular pega con fuerza y hay posibilidades de que siga siendo así y poder tensionar todos los espacios de poder.
Por ahora, pero, el proyecto de ley que permite las listas de independientes a las parlamentarias y presidenciales aún no se ha aprobado.
Nos enfrentamos a un escenario más complejo que en la Convención porque hoy no tenemos la posibilidad de levantar listas como se pudo hacer entonces. Ahora entendemos el miedo de los partidos políticos del régimen que están acostumbrados a ser su propia voz, no la voz del pueblo, aunque dicen representar las demandas populares. Temen que las y los independientes sigamos posicionándonos en estos espacios que no quieren soltar. Hoy se hace más complejo que se dé la posibilidad de abrir las listas a candidaturas independientes para hacer el proceso más equitativo, que nos dé la posibilidad de tener mejores resultados dentro del parlamento, y eso es porque quieren salvaguardar su puesto. Si se abriera esta posibilidad podríamos ir 7 candidatos, pero bajo las condiciones en que nos encontramos esto es imposible y tenemos que llevar candidaturas únicas con patrocinios.
Daniel Jadue y Gabriel Boric anunciaron su apoyo para que eso se concretara. ¿Han recibido más señales de ellos al respecto?
Presentaron un proyecto que es un saludo a la bandera, no tiene ninguna repercusión. Fue solamente una señal de populismo. Si efectivamente se abriera esa posibilidad, se habría impulsado también desde sus diputaciones y su militancia, pero eso no ha ocurrido.
¿Podría ser que los independientes que no logren sumar los patrocinios necesarios apuesten por recurrir a cupos de los partidos políticos, como vimos en la elección para los constituyentes?
En caso de que yo no pudiera ir con La Lista del Pueblo, no iría, no ocuparía cupos de ningún otro partido. Va contra nuestra política y no voy a legitimar a ninguno de estos partidos del régimen que están deslegitimados. Además, hay un tema que no se menciona sobre los refichajes ilegítimos. Limitan la democracia a seguir posicionándose a través de los partidos, deslegitimados por la gran parte de la población. El pueblo no se siente representado por ellos y, por eso, vamos a seguir insistiendo en la apertura de las listas. Si eso se da, creo muy probable que obtengamos unos resultados en escaños similares a los que sacamos en la Convención.
Otros nombres que se han confirmado son Karen Orellana por el distrito 8 o Luz Alca por el 23. ¿Qué criterios han definido para elegir a los eventuales candidatos y candidatas a las parlamentarias?
Se está impulsando que les candidates seamos del territorio por el que estamos participando en este proceso; que tengamos un trabajo territorial y estemos reconocidos por nuestros territorios y de ahí nos afirmamos con los patrocinios. Hay otras condiciones como no tener pensión alimenticias atrasadas o no tener temas judiciales, por ejemplo.
¿Las asambleas territoriales van a tener capacidad de decidir o votar sobre eso o va a ser a través de los patrocinios que recogen?
Principalmente con los patrocinios. Desde los territorios, se demuestran o se señalan algunos apoyos, por ejemplo, muchas organizaciones se han acercado a pedirnos que postule yo a la diputación, pero nosotros nos vamos a legitimar con la recogida de patrocinios.
¿Cuántos diputados y diputadas podrían concurrir por La Lista del Pueblo?
No existen aún cifras al respecto, pero la idea es que si tenemos que levantar candidaturas únicas, podamos hacerlo en cada distrito.
“Sharp no es una de nuestras cartas”
Otro obstáculo que enfrentan es que si quieren llevar un candidato o candidata presidencial necesitan recoger 35.000 firmas antes del 23 de agosto, cuando se cierra la inscripción. ¿Qué nombres están evaluando para lograr eso?
No hemos descansado para buscar a alguien que sea representativo, que lleve un programa más rupturista y avanzado y estamos barajando algunos nombres, pero aún no hay nada concreto. Estamos evaluándolo, pero creemos que con los resultados de las primarias es muy necesario llevar una candidatura a las presidenciales.
¿Ninguna nombre que se pueda conocer?
No puedo adelantar ningún nombre.
¿El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, estaría ahí?
No. Se puede haber nombrado, pero no es una de las cartas que tenemos.
Considerando los resultados del fin de semana, ¿ese nombre podrá sumar suficientes apoyos para disputar la votación con Gabriel Boric?
Estamos en un escenario político sumamente distinto a lo que conocíamos y muy activo. No se puede desechar ninguna posibilidad de instalar al pueblo en el poder. El momento nos llama a intervenir. Jamás había tenido intención de disputar ninguno de estos cargos antes de que se abriera este proceso, pero es correcto que el pueblo se posicione en los espacios de poder y podamos tensionar. Quienes dicen representarnos hoy no cumplen con nuestras expectativas, no agitan nuestra política y no buscan resolver las necesidades urgentes del pueblo. Tenemos cientos de compañeros y compañeras en prisión aún, muchos de ellos no han tenido un juicio; otros han tenido que declararse culpables de cuestiones que no han hecho para poder estar en arresto domiciliario. Cualquier representante popular que llegue al Parlamento, al Senado o a la Presidencia debe impulsar con fuerza esta demanda y tratar de resolverla. Ellas y ellos se han levantado a luchar contra este régimen y son prisioneros y prisioneras políticas y no podemos empezar ningún proceso con ellas y ellos encarcelados.
¿Cuando dice que “es correcto que el pueblo se posicione en los espacios de poder”, significa que a Gabriel Boric, entonces, no lo ha votado gente del pueblo?
Efectivamente. Boric es una extensión de la derecha y los votos que obtuvo también tienen una gran parte de gente de derecha y de centro. Es uno de los menos legitimados por el mundo popular, por lo menos en el mundo en que nosotros nos movemos. Milito en una organización política revolucionaria llamada Trabajadores y Trabajadoras al Poder y con la gente que trabajamos y discutimos, Boric está lejos de ser un candidato representativo para nosotros. Todo lo contrario: representa el apoyo al gobierno de Piñera con la firma del Pacto por la Paz. Es responsable, también, de que nuestros compañeros y compañeras sigan en prisión, firmó por la Ley Antibarricadas y la Ley Anticapucha. Después salió retractándose diciendo que cometió un error y que no leyó bien. Encuentro impresentable que se pueda presentar a la Presidencia un sujeto que no lee las leyes que está votando, con una irresponsabilidad de esta magnitud. Debería haberle dado vergüenza postular a una presidencia.
Jorge Sharp se pronunció a favor de aprobar la Ley Antisaqueos, que iba en el mismo paquete.
Sí, claro.
En una eventual segunda vuelta entre Boric y la derecha, con Sebastián Sichel, o la centro-izquierda (con la candidata que sea), ¿apoyarían a Gabriel Boric?
No, jamás lo apoyaría ni siquiera contra la derecha. Desde nuestra posición, como organización política, no lo apoyaríamos, más bien creo que nos marginaríamos de esta votación. Un gobierno de Boric no se diferenciaría tanto con un gobierno de derecha. Ayudaría a profundizar las contradicciones que sufre el pueblo hoy día, tensionaría más a las y los que luchamos permanentemente por destruir este régimen, pero no representa nada de lo que queremos construir.
¿El candidato o candidata de La Lista del Pueblo podría sumar más apoyos que los que logró Daniel Jadue, quien fue por mucho tiempo el candidato mejor valorado de la izquierda y aún así no logró superar a Boric?
Todo depende del programa que nos presente la persona que llevemos. La persona es importante, pero el programa lo es más. Un candidato que sea representativo y popular, que sea crítico a este sistema criminal, podría optar por tener esa cantidad de apoyo y tal vez superarlo. Lo que hemos tanteado hasta ahora señala que sí habría posibilidades.
“La Convención tiene dos caminos”
¿Cómo evalúa las primeras semanas de sesiones de la Convención?
Durante el transcurso de estas primeras semanas, la Convención, que había sido pensada como una expresión de poder de este régimen, se ha ido mostrando como lo contrario, es decir, como un símbolo de la pérdida de su poder. Ahí están presentes los representantes del viejo régimen, pero no podemos olvidar que su composición alberga representantes mayoritariamente de las llamadas ‘clases medias’ y en una proporción menor, los sectores populares y la clase trabajadora, como La Lista del Pueblo, Maria Rivera, algunos escaños de pueblos originarios. En su seno, alberga una contradicción que será difícil de resolver en los marcos institucionales, entre los intereses materiales de la clase dominante, y las demandas del pueblo. Tiene dos caminos: transformarse en un órgano de recomposición del régimen actual, o sentar las bases para un cambio real. Esto estará determinado por la presión que podamos ejercer desde las calles, con movilización y acción directa, y por la capacidad de quienes se reivindican como representantes del pueblo, para canalizar estas demandas y no ceder a las presiones de los partidos y representantes del viejo régimen.
¿Qué destacaría?
En estas primeras semanas, el funcionamiento de la convención ha estado caracterizado por el problema del poder. ¿Quién tiene el poder? Desde nuestra organización, en la vereda de la izquierda revolucionaria, hemos venido planteando que la Convención debe ejercer su poder. De nada nos sirve una Convención meramente declarativa. Criticamos la declaración respecto de que el Congreso debe legislar sobre de la libertad de nuestros compañeros y compañeras presas políticas. La Convención misma debe resolver directamente las demandas del pueblo. Para eso fue electa. Por esto, luchamos por una Convención auténticamente soberana, con poder. Los representantes populares al interior del organismo deben hacer escuchar fuerte su voz respecto de este problema fundamental. La Convención no puede estar supeditada a poder alguno, mucho menos a los tratados internacionales, que representan el poder del imperialismo.