OPINIÓN | La carretera eléctrica avanza sobre el Canal de Chacao
El proyecto “Sistema de Transmisión S/E Tineo - S/E Nueva Ancud”, considera la construcción y operación de esta nueva línea de alta tensión entre la comuna de Llanquihue y Ancud, además otra conexión aérea sobre el canal de Chacao, permitiendo la extracción de la energía eléctrica que se produce en el archipiélago para alimentar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) que busca ampliar su capacidad de exportación eléctrica durante los próximos años.
El proyecto es parte del “Plan de expansión del sistema de transmisión nacional” del ministerio de Energía del periodo 2016-2017, licitada por el ministerio durante el 2017, y adjudicada el 2018 por la empresa Transelec. Durante el 2020 la empresa lo presenta como proyecto al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), organismo público que lo declara admisible el 30 de septiembre, encontrándose actualmente en la fase de participación ciudadana del SEA que cierra el 01 de abril.
La conexión eléctrica entre Chiloé y el continente se inició en 1965 con la construcción de un cableado submarino que cruzó el canal del Chacao y llevó electricidad desde Puerto Montt a la Isla Grande de Chiloé, el proyecto entonces estaba en manos de la empresa pública Endesa que buscaba ampliar el Sistema Interconectado Central (SIC) a otros puntos del país.
Para comienzo de los 90’s el sistema submarino que operó en Chiloé, pasó a ser una solución cara y poco eficiente para Endesa, empresa que se había privatizado en dictadura y era presidida por José Yuraszeck, personaje clave de la privatización eléctrica chilena. Por lo que se decidió construir un cruce aéreo que consistía en la construcción de dos gigantescas torres, cada una de 179 metros, equivalentes a un edificio de 60 pisos, que entonces era la construcción más alta del país. La obra fue inaugurada por el entonces presidente de Chile, Patricio Aylwin junto a José Yuraszeck.
Transelec: Transmisión, privatización y transnacionalización eléctrica
Para hablar de la privatización del sistema eléctrico nacional hay que ir a los orígenes de la Empresa Nacional de Electricidad S.A. (Endesa), empresa pública que jugó un rol central en la creación del actual sistema eléctrico.
Las privatizaciones fueron ejecutadas mientras se vive uno de los momentos más oscuros de la historia de Chile. Mientras en las calles se perseguía, torturaba y mataba, funcionarios de la dictadura iniciaron las privatizaciones, pasaron de empleados a dueños de empresas públicas, y como consecuencia a multimillonarios, algunas de las empresas privatizadas fueron Endesa, LAN Chile, Entel, SQM, Chilectra, IANSA y CAP.
Entre los funcionarios de la dictadura cuatro fueron claves en la privatización del sector eléctrico; Bruno Philippi Yrarrázaval, secretario general de la comisión de energía entre finales de los 70’s y 1984; José Yuraszeck Troncoso, subdirector de Odeplan y desde 1983 designado gerente general de Chilmetro; Hernán Buchi Buc, presidente de Endesa 1982-1984, ministro de Hacienda entre 1985 y 1989; y José Piñera, ministro del Trabajo y Previsión Social entre 1978 y 1980 y creador del sistema de Afp, posteriormente ministro de Minería entre 1980 y 1981.
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Los antecedentes de la privatización del sector eléctrico nos llevan a 1980. Endesa aplica un plan de reestructuración que dividió la compañía en 14 unidades de menor tamaño para facilitar su posterior venta, en ese momento el mapa del sector energético queda dividido en dos subsectores: generación y distribución.
En 1981 Chilectra (correspondiente a distribución) es dividido en tres filiales: Chilectra Metropolitana (Chilmetro, cambiando de nombre a Enersis y después a Enel), Chilectra Generación (Chilgener, cambiando nombre a AES Gener) y Chilectra Quinta Región o Chilquinta. Luego en 1982, con el Decreto Fuerza de Ley N° 1 del Ministerio de Minería, se estableció la Ley General de Servicios Eléctricos y se permitió la participación privada en el sector eléctrico.
En 1983 asume como gerente general de Endesa José Yuraszeck, desde donde impulsa la privatización de Chilmetro que ocurrió en 1985 con la reforma de sus estatutos. Esto permitió el traspaso definitivo de la compañía a manos privadas. El mismo Yuraszeck en 1987 impulsa la «Operación Chispitas» tras lo cual se quedaría como controlador de Chilmetro.
María Olivia Mönckeberg en su libro El saqueo de los grupos económicos al Estado chileno, nos describe un episodio de ese periodo:
“La gerencia general de Chilmetro invitó a los funcionarios de la empresa a incorporarse al <Plan Chispazos> y formar parte de la sociedad, con el objeto de permitir a los trabajadores optar al control del 20% de la empresa.
Alrededor de 1500 trabajadores llegaron por esta vía a sentirse “capitalistas populares” y se incorporaron a las sociedades constituidas el 07 de julio de ese año (1987). Éstas ya tenían administradores designados e irremplazables, según quedó estipulado. Con ello, los ejecutivos juntaron un capital equivalente al 2% de las acciones de Chilmetro. Este capital se usó como garantía para obtener dos préstamos en el Banco del Estado, por un equivalente a 10 veces la garantía. El plazo para pagarlos fue de 6 años. Y con el dinero obtenido se compró a la Corfo (o sea, al mismo Estado) el 20% de las acciones de Chilectra Metropolitano.”
En 1988 se crea la sociedad anónima Enersis. José Yuraszeck que en ese momento era gerente general de Endesa toma el control de la sociedad Enersis, la que se transformó en la empresa central del holding y Chilectra una de sus 5 filiales.
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En 1990 una modificación de la Ley de servicio eléctrico dotó a la transmisión eléctrica de una función propia, separándola de la generación y distribución. También estableció el cobro por el derecho de uso de las líneas de transmisión.
En 1991, Enersis logra controlar el 24,9% de Endesa. En 1992, el proceso avanza con la autorización a Enersis de la Comisión Antimonopolios a seguir comprando paquetes de Endesa. En 1993, Yuraszeck ya era presidente del directorio de ENDESA, momento en que la filial de transmisión se transforma en la Compañía Nacional de Transmisión Eléctrica S.A. (Transelec).
Un año después, Endesa dominaba el 65% de la generación eléctrica y el 100% de la transmisión, mientras el 40% de la distribución estaba en manos de Chilectra. En 1997 José Yuraszeck inicia la venta Enersis a Endesa España, lo que se transforma en uno de los escándalos políticos y económicos más grandes de la historia, conocido como “Caso Chispas”.En medio de un escándalo público se cierra un ciclo de la privatización del sector eléctrico nacional, dominado por José Yuraszeck, e inicia un nuevo periodo donde empresas internacionales entran a un mercado eléctrico en plena expansión.
El 2000 llegó a la Moneda Ricardo Lagos y a la Fiscalía Nacional Económica (FNE) Francisco Fernández. En la FNE había un dictamen pendiente por la venta de Endesa a los españoles lo que generaba múltiples presiones en la Fiscalía. Así se deja ver en un diálogo entre Francisco Fernández y el ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro García, según lo relatado por Fernández en el Libro Poderoso Caballero de Daniel Matamala:
—Tienes que retirar el recurso de Asenjo (Fiscal Nacional Económico en el periodo anterior). Las condiciones cambiaron; los españoles ya vendieron Transelec.
—Esperemos que el tribunal decida eso.
—No. Tienes que retirar tú el recurso.
—No quiero aparecer involucrado, cediendo frente a los españoles.
—Te estoy transmitiendo la inquietud directa del Presidente. El proceso debe terminar. Ten cuidado. El Presidente está preocupado.
Al final los españoles se imponen y logran vender la transmisora Transelec al grupo canadiense Hydro-Québec y quedarse con el control de Endesa ese año. La transmisión eléctrica toma su propio camino, ahora bajo el control de capitales canadienses. En 2006, el gobierno de la Provincia de Quebec (Canadá) tomó la decisión de desprenderse de todos los activos internacionales de Hydro-Québec, la venta se materializó en junio de ese año: el nuevo dueño era un Consorcio financiero liderado por Brookfield Asset Management (BAM) e integrado, además, por CPP Investment Board, bcIMC Investment Management Corp. y PSP Investments, todos fondos canadienses. El último capítulo a la fecha llegaría en marzo de 2018, el fondo canadiense BAM vende su 27,79% a China Southern Power Grid International, segunda empresa eléctrica del Estado Chino.
¿Quién gana en el negocio eléctrico?
Actualmente nos encontramos con un servicio público --la electricidad-- que se ha transformado en un lucrativo negocio. Uno en donde grandes empresas transnacionales dominan el mercado y generan millonarias ganancias cada año, en contraste con el precio de la electricidad en las casas, que en Chile uno de los más altos de Latinoamérica.
Imagen: Tarifas comerciales de electricidad en Latinoamérica 2019 - consumo mensual desde 50.000 kWh. Fuente: BNamericas con datos de Osinergmin.
Esto podría entenderse, porque el sector se encuentra en manos de grandes empresas privadas que tienen como principal objetivo la generación de utilidades. Por otro lado, para comprender el cobro, habría que detallar que no solo pagamos la generación de electricidad --que es entorno al 70% del costo-- también la transmisión, que corresponde al 10% y la distribución, con otro 20%. Además, desde el 2017 se incorpora “El Cargo por Servicio Público”, con lo cual pagamos también los presupuestos de la institución pública CNE.
Por último, según señala el PhD en ingeniería eléctrica del departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago, Humberto Verdejo, el precio por el MWh que pagan las empresas es 40% más bajo que el que pagan los hogares y pequeños comercios, entonces, ¿quién gana con la expansión energética en Chiloé?