Ejecutivo impulsa regreso a clases con los peores indicadores de la pandemia desde julio: La opinión científica sobre la medida
"Las cifras de hoy son tan malas como lo eran los primeros días de junio, en términos de personas fallecidas y pacientes en UCI, con la diferencia de que en ese tiempo la emergencia estaba principalmente centrada en la Región Metropolitana", es la primera advertencia que nos hace Rafael González, reconocido estadístico de la pandemia, académico del Centro de Nanotecnología Aplicada de la Universidad Mayor e investigador del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología – CEDENNA.
"Como las medidas tienen un efecto sobre las cifras, los indicadores que vemos dos o tres semanas después, como no se está tomando ninguna medida especial frente a estos indicadores, e incluso se relajaron medidas en regiones como Tarapacá, Antofagasta o Los Lagos, donde el contagio está muy alto, lo que uno espera es que a marzo vamos a llegar muy mal. Lo que no se entiende es que con esta situación ya no se haya descartado un regreso presencial a clases los primeros días de marzo", detalla.
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Desde el conocimiento que le otorgan meses de exhaustivo monitoreo de la crisis sanitaria, el profesional aterriza las cifras, evidenciando una situación compleja en momentos en que el Ejecutivo ya agendó para el 1 de marzo el regreso presencial a las aulas, lo que busca materializar, al menos, en un porcentaje del estudiantado nacional.
"De cara a marzo es preocupante la situación, porque si vemos un poco hacia atrás, apreciamos que desde mediados de mayo se superaron las 1.300/1.400 personas fallecidas cada 30 días y de eso no hemos vuelto a bajar. Se alcanzó el mínimo valor alrededor de diciembre, con la cifra horrorosa de un poco menos de 1.400 personas fallecidas cada 30 días. Eso ya se duplicó los primeros días de febrero, por lo tanto, la situación es muy mala de cara al término del verano, entrando al otoño con una tendencia al alza", detalla el experto.
Para González debiera repensarse la puesta en marcha de un plan que ya ha sido resistido desde diversos sectores con mayor o menor intensidad, como es el caso del Colegio de Profesores, donde la idea de un regreso presencial a las salas de clases es visto con particular preocupación, como lo ha evidenciado reiteradamente la directiva de la entidad. Y nuestro entrevistado no tiene una opinión distinta.
"El escenario es malo, porque el gobierno insiste en empujar el funcionamiento de las ciudades, del sector productivo, sin buscar cortar el contagio, sin buscar evitar que las personas se enfermen, ni cambiar las estrategias que no han funcionado desde marzo. Por lo tanto, a lo mal que se ha hecho el 2020, le agregamos ahora un retorno a clases con un alto contagio, el escenario simplemente empeora la situación", alerta.
A renglón seguido, Rafael González comparte sus inquietudes respecto de la necesidad manifiesta de La Moneda porque los escolares retomen la actividad presencial. "Creo que hay un consenso de la urgencia de que los estudiantes vuelvan a clases presenciales lo antes posible y para que eso ocurra tienen que estar dadas las condiciones sanitarias. O que los protocolos funcionen", explica.
Y agrega que "uno podría plantearlo de dos formas, cómo hacemos como sociedad para llegar lo antes posible a algunos cientos de casos idealmente, algo que se pueda controlar, que se pueda trazar y que vayamos hacia un control efectivo de la epidemia. O dos, si vamos a darle prioridad a que los estudiantes vayan a clases presencialmente, vamos a tener que paralizar otros sectores, porque no podemos controlar la epidemia".
Con la certeza que le otorgan su abultado registro de datos y su respectivo análisis de la pandemia, el profesional asume que en el actual escenario sanitario, no es posible implementar el plan del Ejecutivo, por lo que acotar algunas actividades es una alternativa que pone sobre la mesa. "Para así darle la oportunidad a los estudiantes de que usen el transporte público sin que haya aglomeraciones. Esas son las posibilidades que uno ve. Muchos países en Europa que no han controlado bien la segunda ola, cuando se vieron enfrentados a esta situación, decidieron cerrar, iniciar confinamiento, pero dejar las escuelas funcionando. Aquí lo que se quiere hacer es como que todo funciona, además de las escuelas, lo que parece totalmente contradictorio en el escenario de las cifras tan altas que tenemos", dice.
Por último, apunta a un escenario que podría propiciar un retorno sin que los riesgos sean tan altos. "Creo que hay un consenso en la sociedad de que los estudiantes retornen a clases presenciales. Y para que eso ocurra, tienen que estar dadas las condiciones sanitarias. ¿Cuáles serían? El Consejo Asesor del Ministerio de Salud, habla principalmente de tener las condiciones que se dan en la fase 4 del Plan Paso a Paso, es decir apuntar a una ocupación de una UCI de 80% y bajar la cantidad de contagios. Uno pensaría que, para tener trazabilidad, ojalá bajaran unos cientos de casos lo antes posible y si eso no se logra, porque la verdad es que no se ha logrado en muchos meses, lo otro que uno puede plantear es cómo hacemos funcionar las clases presenciales", explica.
"Tendríamos que paralizar otro sector del sistema productivo y ahí el gobierno tendría que optar por medidas de apoyo social, una discusión que se tiene que dar y que tiene que ser más amplia", dice luego.
Gonzalo Bacigalupe: "El llamado a la vuelta a clases sin una planificación adecuada, es invitar a que toda la actividad se reanude"
Gonzalo Bacigalupe, otra de las fuentes consultadas, comparte su punto de vista. "La obsesión con el comienzo de las clases el 1 de marzo tiene a todo el gabinete trastornado, incluido Lucas Palacios, ministro de Economía, porque obviamente la reapertura de los colegios significa reactivación económica, es como una nueva Navidad para el comercio, es parte de lo que es la economía en marzo, es muy contraproducente poner una fecha, marzo es complicado. El gobierno claramente no se preparó bien para esta fecha, nuevamente, para esta transición, de hecho la vacunación de los profesores se incluyó en el calendario más tardíamente, justamente porque el Colegio de Profesores lo mencionó porque no estaban incluidos en la vacunación inicial", complementa el doctor en Psicología, master en Salud Pública y profesor universitario.
"No pensaron en la vuelta a clases con los profesores vacunados. Por otro lado, la vacunación de los profesores no resuelve el problema en el que estamos", dice luego de relevar que, en todo caso, "hace mucho más sentido el discurso de hoy, que es decir que algunas escuelas van a abrir y hace sentido que las escuelas abran, pero no para hacer clases regulares. Debiera ser el momento de poder reunirse con los profesores, que (ellos) tengan acceso a las salas de clases, pero no para comenzar a hacer clases presenciales. Muchas escuelas están ocupadas como lugares de vacunación y tenemos elecciones dentro de ocho semanas, No hace mucho sentido forzar la entrada sin tener un plan claro, considerando además que el contagio a nivel comunitario está súper alto todavía y que el efecto de la vacuna no lo vamos a ver en bastante tiempo, porque las personas que se vacunan hoy, a mediados de febrero, van a ver el fruto de la protección hacia fines de marzo y así sucesivamente hacia adelante", cuestiona.
"Nuevamente el gobierno no mide el impacto que tienen sus decisiones, sobre todo cuando se trata de los niños. Efectivamente el nivel de mortalidad de los niños es más bajo, pero eso también tiene que ver con una serie de variables, incluida que los niños no han estado expuestos afuera. Uno de los grandes problemas de la apertura de las escuelas es que invita a abrir todo lo demás, por lo tanto, mucha gente probablemente va a reducir su teletrabajo", dice.
[#Covid19Chile] Si los niños no se pueden contagiar, que alguien me explique esto@DrEnriqueParis @ministeriosalud @Mineduc https://t.co/EIug5DNwmY
— Ricardo Baeza-Yates (@PolarBearby) February 17, 2021
Y posteriormente analiza la situación local, comparándola con lo que sucede en otros países. "En Europa por ejemplo en Alemania, las escuelas siguieron abiertas, pero toda la otra actividad estuvo cerrada. Es decir la movilidad alrededor de las escuelas y los liceos, fue muy baja. Hay que mirar sistémicamente lo que sucede en un país para entender los datos respecto a la seguridad de las escuelas. Y por supuesto está también que las escuelas y los liceos públicos en Chile tienen una infraestructura bastante mediocre para asegurar la distancia física y la buena ventilación de las salas", agrega.
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"Efectivamente los indicadores hoy son peores de lo que eran meses atrás, por lo tanto no se justifica esa vuelta basada sólo en esos indicadores, pero sí es necesario comenzar a pensar cómo se hace la transición, la planificación para los siguientes meses porque vamos a estar varios meses enfrentados a la epidemia, es imposible predecirlo, pero es lo más probable", dice al tiempo que releva la necesidad de pensar "cómo reanudamos ciertas actividades, es muy importante proveer de apoyo a los profesores, que han estado muy estresados, con mucho trabajo, tanto desde kínder, escolares, incluida la enseñanza media hasta el nivel universitario. Es muy estresante realizar todas las actividades en línea, porque rompe con una serie de rutinas que tienen una parte social al estar en las escuelas".
Por último, Bacigalupe resume su análisis de la contingencia asegurando que "en general, el llamado a la vuelta a clases sin una planificación adecuada, es básicamente invitar a que toda la actividad se reanude, todo el transporte y (genera) una alta movilidad, eso en el contexto de contagio que tenemos va a ser muy peligroso. Quizás es bueno empezar a abrir algunas escuelas, pero tiene que ser siempre con el acuerdo de toda la comunidad escolar: padres, apoderados, estudiantes, profesores y el personal de cada escuela y cada liceo".