Golpe de Estado en Birmania: Ejército controla el país tras detención de lideresa y Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi
El Ejército de Birmania declaró este lunes el estado de emergencia y tomó durante un año el control político del país tras detener a varios miembros del Gobierno, incluida a la lideresa birmana y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
El hasta ahora vicepresidente, Myint Swe, que fue nombrado en el cargo por los militares gracias a la potestad que les reserva la actual Constitución, asumió la presidencia interina y le cedió todos los poderes al jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, informó el canal Myawaddy News, perteneciente a los uniformados.
Los militares justificaron el golpe por un supuesto fraude en las elecciones del pasado noviembre y aseguraron que la Comisión Electoral había sido "incapaz de resolver el problema".
La toma del poder castrense llegó pocas horas después de la detención de la lideresa de facto del país asiático, consejera de Estado y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y del hasta hoy presidente birmano, Win Myint, además de varios ministros y dirigentes del partido gubernamental Liga Nacional para la Democracia (LND).
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Entre la treintena de detenidos se encuentran además activistas, escritores y artistas, según una lista extraoficial a la que tuvo acceso Agencia EFE.
Exigen liberación de Suu Kyi
Los grupos defensores de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW), Amnistía Internacional y Fortify Rights, entre otros, exigieron este lunes la liberación inmediata de la hasta ahora lideresa de facto del Gobierno de Birmania (Myanmar), Aung San Suu Kyi, y los demás miembros del gabinete arrestados por el Ejército, que ha tomado el poder político.
"El Ejército de Myanmar debería liberar de manera inmediata e incondicional a Aung San Suu Kyi, cargos del gobierno y todos los detenidos ilegalmente. Las acciones del Ejército muestran un completo desdén por las elecciones democráticas", afirmó Brad Adams, director de HRW en Asia.
En términos parecidos se expresó Ming Yu Hah, subdirectora regional de Amnistía Internacional, que calificó de "extremadamente alarmantes" y exigió que sean liberados "inmediatamente" si no pueden ser acusados de ningún crimen reconocido por las leyes internacionales.
"Es un momento siniestro para la gente de Birmania y amenaza con un empeoramiento de la represión militar y la impunidad", recalcó.
Por su parte, Matthew Smith, director de la organización Fortify Rights afirmó que el Ejército debería parar los arrestos y dar garantías de la seguridad y del bienestar de los detenidos.
El golpe de los militares provocó protestas en la vecina Tailandia, en cuya capital, Bangkok, decenas de activistas se manifestaron frente a la Embajada birmana para exigir la liberación de los detenidos.
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