Hierbas y brigadas ancestrales: La lucha alternativa contra el COVID-19 que da Bolivia
Fieles a sus antiguas tradiciones, los bolivianos recurren a la medicina ancestral fundamentada en hierbas y resinas de árboles para enfrentarse a la pandemia. Aunque no cuente con un sustento científico, muchos tienen "fe" en sus propiedades, por lo que acuden a las "brigadas" de médicos tradicionales o las "chifleras", quienes les venden estas plantas.
Ante el colapso de hospitales, las unidades de terapia intensiva llenas y el reporte de al menos 50 muertes diarias en el país, desde hace días, los bolivianos recurren a otras alternativas para prevenir el coronavirus o incluso para paliar algunas dolencias o bajar la fiebre causada por esta enfermedad.
Es así que en la ciudad de La Paz, la sede de Gobierno y del Parlamento, las personas se dirigen a la zona turística conocida como "calle de las Brujas" para visitar los rústicos puestos de las "chifleras", las mujeres que están ataviadas de un sinfín de hierbas con propiedades medicinales y pócimas para curar toda clase de dolores.
En el lugar, las mujeres tienen expuestas las plantas que más se venden en esta época, todas las que creen que ayudan a combatir al coronavirus o que son "buenas" para los pulmones y atraen a los "caseros", los compradores, con carteles escritos a mano como "llegó medicina para COVID-19".
Natalia Mamani, una de las vendedoras, contó a Efe que la gente llega a su puesto de venta especialmente para comprar un "combo" de plantas medicinales como la huira huira, kea kea, yerba luisa, manzanilla, eucalipto y matico para preparar una infusión.
Todas esa plantas se las pone a hervir en un litro de agua y el líquido se debe tomar caliente por lo menos dos a tres veces al día para que haga efecto, contó Mamani.
Al puesto de la vendedora llegan personas que quieren prevenir el contagio, familiares de algún infectado o personas que ya salieron de la enfermedad para que les aconseje las plantas o brebajes que pueden tomar y sostuvo que las ventas aumentaron desde el año pasado.
"Bastante gente está viniendo, hasta la gente que no creía en las hierbas y acudía al doctor están viniendo en busca de hierbas porque no tienen de otra", expresó la mujer indígena.
En otras tiendas, como la de Verónica Quispe, además de encontrar todas esas plantas, también hay un brebaje en botella de vidrio conocido como "Kari Kari" que las mujeres traen de las áreas rurales, que combina las plantas medicinales con resinas de árboles.
En algunos casos el brebaje también tiene "cururo", que es parte del cordón umbilical de un recién nacido y placenta, además de otros "ingredientes secretos" que es parte del conocimiento heredado de sus abuelos provenientes de una provincia de la andina Potosí, aseguró a Efe Quispe.
Joel, quien prefirió no dar su apellido, compró la infusión de la botella como también las plantas, ya que en su hogar hay tres personas con coronavirus y ante el colapso de los hospitales, no tiene otra opción que poner toda su "fe" en esta alternativa para que sus familiares mejoren.
Médicos ancestrales
Ante el aumento de personas que optan por la medicina tradicional, el Servicio Departamental de Salud de La Paz (Sedes) puso a disposición una brigada de al menos una veintena de médicos ancestrales para orientar a las personas de cómo utilizar estas hierbas en sus hogares, dijo a Efe el responsable departamental de Medicina Tradicional del Sedes, Vicente Yanahuaya.
Esta iniciativa es para evitar que las personas no presenten intoxicaciones al mezclar plantas en infusiones, contó el responsable.
El Sedes también realiza ferias en las plazas de la ciudad para informar a la gente sobre las propiedades de estas plantas e impulsar su uso.
"Las plantas son un complemento, no es para tratar la covid, pero ayuda a fortificar el sistema inmunológico", sostuvo Yanahuaya.
El responsable aceptó que no hay un sustento científico que asegure que estas plantas ayudan a paliar la COVID-19, por eso alistan un estudio junto al Instituto Boliviano de Medicina Tradicional para indagar más a fondo las características de estas plantas.
El propio Gobierno de Bolivia impulsa el uso de la medicina tradicional para prevenir la COVID-19 en esta segunda ola en la que se registran más de 2.000 casos diarios en las últimas semanas y medio centenar de decesos en un día.
El Gobierno reconoció en 2013 con la Ley de Medicina Tradicional ancestral boliviana el ejercicio de estos tratamientos.
Bolivia acumula 10.105 decesos y 205.208 infectados, desde marzo del año pasado y ciudades como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz asumen medidas restrictivas para evitar más contagios.
El presidente Luis Arce pidió "aguantar" a la población hasta que lleguen las vacunas y se prevé que las 6.000 primeras lleguen en esta semana, mientras se siguen realizarando pruebas masivas para detectar más casos.