El seremi de Salud de la Región de Valparaíso, Francisco Álvarez, reveló una nueva irresponsabilidad sanitaria: en Santo Domingo, un grupo de personas se reunió para celebrar el cumpleaños de un gato, provocando 15 contagios de COVID-19.

En declaraciones a La Segunda, la autoridad comentó cómo vivió la enfermedad que padeció el año pasado, contexto en el que además compartió la indignación que le genera constatar la conducta de algunas personas. “Estuve más de 20 días en la UCI, más de 10 días conectado a un ventilador mecánico y seis semanas intentando recuperarme. A mí, el coronavirus casi me mata. Sé que es muy distinto vivirlo, pero no me deja de dar impotencia ver el nivel de irresponsabilidad de hacer fiestas clandestinas“.

[Te puede interesar]: Seremi de Salud de Valparaíso tras agresivo COVID-19: “Tuve que aprender a comer, hablar y sonreír“

Posteriormente, Álvarez abordó el tema de las polémicas fiestas clandestinas ABC1 de Zapallar que han provocado contagios masivos en la zona.

“El caso de Zapallar no muestra solo la irresponsabilidad de los jóvenes, también de sus padres. Cuando hicimos la investigación epidemiológica, en busca de aislar a los contagiados para hacerles seguimiento y evitar más contagios, para salvarle la vida a ellos y a sus contactos, derechamente no nos daban información o había contradicciones básicas al punto de negar parentescos“, relató.

Además, transparentó que “entre los contagiados no hay solo jóvenes, también algunos de sus padres, personas que trabajan en las casas de estos jóvenes e incluso en el comercio de la zona".

En este mismo sentido, el seremi de Salud criticó la falta de responsabilidad de las personas, pese al aumento de casos en los últimos días. “Basta ver redes sociales para mirar las imágenes de asados y reuniones familiares sin ningún resguardo. La gente no entiende que una persona puede no tener síntomas y contagiarte“, agregó.

Insólitas fiestas clandestinas

Francisco Álvarez contó al medio citado que en la zona se han detectado fiestas de 100, 200, y hasta 300 personas. “Hemos visto algunas donde te cobran un precio por participar del evento, y un segundo precio o recargo para juntar el dinero suficiente que conlleva la multa sanitaria", detalló.

“Yo trabajé siete años en UCI y nunca me enfermé. Llegó el coronavirus y casi me mata. Cuando me intubaron, sabía que tenía dos posibilidades: o volvía a despertar o no vuelves más. Nadie piensa en el riesgo“, agregó la autoridad sanitaria.

En relación a las fiestas clandestinas, el seremi repasó las situaciones más insólitas que ha observado en sus labores de fiscalizador: grupos familiares de cinco personas que llegan desde otra región con hora al mismo médico, un menor de tres años en un permiso colectivo de trabajo, y un camión que trasladaba a personas en el sector de carga para ingresarlas a la Quinta Región.

“Es increíble, pero un grupo de personas le estaba celebrando el cumpleaños al gato... terminó en 15 contagiados“, contó Álvarez al momento de ilustrar respecto del nivel de  irresponsabilidad sanitarias, que llega a situaciones inauditas.

“También hemos identificado patas negras. Ha sido muy incómodo, porque aparece una persona contagiada y en la trazabilidad de los contactos estrechos te vas dando cuenta que no solo (estuvo) con su señora o su marido“, cerró el seremi.