El abogado Gastón Gómez Bernales, representante de la empresa Distal, el mismo que eligió el Presidente Sebastián Piñera para impugnar ante el Tribunal Constitucional (TC) el proyecto del segundo retiro del 10% de fondos previsionales presentado por la diputada Pamela Jiles, ganó el recurso presentado en contra de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), sobre el Proceso de la Licitación 2021- 2024.

Según la acción judicial, este proceso “restringiría la libre competencia en el diseño o estructura de las bases de licitación para la contratación de servicios de alimentación para los Programas de Alimentación Escolar y Programas de Alimentación de Párvulos”. Por eso, se solicitó al TLDC decretar en forma urgente la medida cautelar para suspensión del proceso de licitación. El tribunal resolvió declarar ha lugar la medida, “debido a que constituye una presunción grave de lo que se reclama y la medida cautelar es necesaria para impedir a los eventuales efectos negativos de la conducta y resguardar el interés en común. En consecuencia, se ordena a la Junaeb suspender el proceso de licitación pública atendido al inminente cierre de la licitación y fecha de apertura de las ofertas técnicas y económicas”.

A esto se suma que la semana pasada se reveló un estudio que da cuenta de que el presupuesto de la Junaeb para 2021 se redujo en más de $32 mil millones, lo que corresponde a una disminución de $70 mil millones desde 2018, equivalente al 6,6% desde que asumió el Presidente Piñera.

El contexto de la nueva licitación

A mediados de octubre, la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas publicó un nuevo proceso de licitación del servicio de alimentación escolar por un presupuesto anual de $278 mil millones. Sin embargo, el proceso contó con una característica diferente a años anteriores; junto con disminuir en $70 mil millones, no pagará el bono de alimentos a las manipuladoras de alimentos establecido en el artículo 47 del Código del Trabajo, lo que se traspasará a las empresas.

Explicado en forma sencilla, el asunto es así: por ejemplo, si antes la Junaeb pagaba a las empresas licitadoras $1.000 para la alimentación de los estudiantes y sueldos de los trabajadores, también pagaba directamente $200 para el bono de las manipuladoras de alimentos. La reducción de presupuesto implica que esos $1.000 ahora se se deben destinar para ambos fines, es decir, se reducen de la alimentación de los niños.

Lo anterior, se da en un contexto que no es menor, pues en 2020, producto de la pandemia, los alimentos, según la FAO, han aumentado su precio en 6,5% en comparación a un año atrás, fenómeno que se da en paralelo a la exigencia de la Junaeb de ofrecer a los beneficiarios mayor calidad nutritiva para el menú 2021 y compra de productos que beneficien a emprendedores regionales, además de contar con platos provenientes de las principales naciones de migrantes en Chile.

Este proceso, que regirá entre marzo de 2021 y febrero de 2024, impactará a 830 mil estudiantes, equivalente al 45% de los beneficiarios del Programa, y cubrirá las regiones de Valparaíso, Atacama, O’Higgins, Biobío, Ñuble, Aysén y gran parte de la Metropolitana.

Menos oferentes

A la baja de recursos, se suma la restricción impuesta en la mencionada licitación de Junaeb, que señala que las empresas que participen de este proceso deberán estar al día en el pago de las multas cursadas en contratos previos, pero sólo desde 2015 en adelante, pues las que tienen deudas anteriores pueden participar. Por este motivo, hay nueve empresas que hoy ya no pueden participar por el riesgo de quiebra. Fuentes que conocen el proceso, plantean que lo anterior podría afectar negativamente la libre competencia e impactará en la fuente de empleos de miles de manipuladoras de alimentos y en el interés por participar, principalmente en regiones con accesos aislados como Aysén.

Por ejemplo, dice la misma fuente consultada para este artículo, en La Región de Los Lagos fue sancionada con el término del contrato a mitad de año la Empresa Dipralsa, por no hacer entrega a tiempo de la Canasta Junaeb que ha sido repartida durante la pandemia. La empresa que fue beneficada para reemplazarla por trato directo, Las Dalias, hoy es fuente de acciones legales por parte de la misma Junaeb por entregar a lo largo del semestre dentro de la Canasta leche con mal olor, legumbres con larvas y recientemente jurel con gusanos.