Movilización en el Sótero del Río: Colmed denuncia "absurda" pelea por sus sueldos en plena pandemia
Este lunes las y los médicos, odontólogos y químico-farmacéuticos del Hospital Sótero del Río realizaron una movilización en que retrasaron el ingreso a sus funciones, y en vez de comenzar a atender desde las 8:00 horas, lo hicieron a las 10:00. Esta es la medida de presión más radical que pudieron tomar, ya que están haciendo "todo lo posible por no hacer un paro", el cual afectaría de gran manera a los pacientes.
Así lo comunicaron en un punto de prensa, en las afueras del servicio de salud, cuatro representantes de las y los trabajadores pertenecientes a la institución y al Colegio Médico (Colmed), quienes denunciaron graves recortes presupuestarios que inciden directamente en las remuneraciones de las y los profesionales, en base a un "ordenamiento" de la glosa que lleva a cabo el gobierno de Sebastián Piñera.
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Una de las dirigentas que realizó vocería en la instancia, Florencia del Río Gómez, titular del Colegio Médico del Sótero del Río y vicepresidenta de la Asociación de Leyes Médicas del mismo servicio, explica a El Desconcierto el contexto en el que se da esta paralización, aclarando que esto responde a un problema nacional que viene gestándose desde antes de la pandemia incluso.
"Hace un año se nos avisó que había un dictamen en Contraloría que obligaba a que todos los servicios se tenían que ajustar a una glosa presupuestaria en el término de asignaciones", comenta la representante. Estas asignaciones son parte de la remuneración habitual del personal afectado, ya que existe el sueldo base (que históricamente no se ha cambiado), y la forma que tienen de ir subiendo esto todos los años es a través de este concepto.
"Se dio esta orden de ajustar la glosa que normalmente está sobre ejecutada desde siempre. Si los sueldos reales son, por ejemplo, cuatro mil millones de pesos, lo que estaba asignado por glosa eran dos mil millones. Entonces, con la misma cantidad de médicos, el recorte va a las asignaciones", comenta del Río.
La especialista sostiene que hace ya un año comenzaron a hacer un trabajo con el servicio de salud, y hace tres meses participan de una mesa de trabajo, tratando de ordenar el asunto, porque hay un desorden histórico desde hace muchos años, que va mucho más allá del Sótero.
"Nos habían dicho que la fecha de término era el 31 de diciembre, y que de ahí en adelante iba a existir una nueva resolución que regularía las asignaciones en el hospital, y que por supuesto iban a bajar los sueldos. Hay personas a las que les iban a bajar casi un millón de pesos", afirma.
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"Dijimos que eso era imposible. Hacienda no ha hecho ningún esfuerzo por resolver el problema. Salió el ministro Paris a hacer unas declaraciones poco felices, entonces como vimos esto, decidimos movilizarnos, porque pareciera que por la buena no estamos llegando a nada", cuenta la titular del Colmed, agregando que esta presión tuvo el efecto inmediato de correr los plazos de implementación del reajuste presupuestario hasta marzo.
"Pero nosotros, más que aplazar las cosas queremos una solución. Es muy cansador estar peleando por algo tan básico", recalca.
Además, revela el problema sistemático que trae el que cada servicio negocie por sí mismo. "Las negociaciones locales lo que van a causar, es que si yo tengo una resolución peor que otro centro, va a suceder que los médicos se van a empezar a mover entre servicios, y vamos a tener una pelea en la que se van a robar el personal entre recintos. Es absurdo, tiene que ser una decisión central, no tiene sentido, es ridículo", argumenta del Río.
"Y lo que pasa con esta glosa, es que les dijeron a los jefes de servicio, es que si ellos sobre ejecutan, ellos serían susceptibles a un juicio de cuentas, lo que significa que serían responsables con su propio patrimonio del déficit presupuestario", añade.
"La forma mala de ordenar es ver a la gente como un número. Para nosotros es una situación incómoda, que genera rabia y tristeza. Todos queremos seguir con la camiseta puesta, queremos hacer las cosas bien (...) y que nos hagan preocuparnos casi que de tocar cacerolas afuera del servicio, en vez de estar preocupados de los pacientes, habla de una falta de visión muy grande del gobierno", concluye la dirigenta.