"Si hay una forma de desbancar a Allende, mejor hazlo": Documentos confirman que Nixon ordenó derrocar al gobierno de la UP
Este miércoles el medio internacional El País publicó nuevas evidencias, de documentos del Archivo de Seguridad Nacional estadounidense, que comprueban de manera más fehaciente que el gobierno de Richard Nixon (1969-1974) hizo todo lo posible por derrocar al Presidente Salvador Allende, incluso luego de que fallara un primer intento de golpe de Estado preventivo en su contra, para evitar que asumiera el cargo.
Durante décadas, Estados Unidos aseguró que nunca tuvo intención de desestabilizar al gobierno socialista de Allende, sino que habría intervenido en Chile para mantener a los partidos opositores con miras a la elección que se celebraría en 1976. Sin embargo, gracias a estas nuevas pruebas aportadas queda claro que esto no era así.
"Si (Allende) puede demostrar que puede establecer una política marxista antiamericana, otros harán lo mismo", expresó el Presidente estadounidense en noviembre de 1970, en una conversación con su secretario de Estado, Henry Kissinger.
Luego, y antes de que Nixon se reuniera con el Consejo de Seguridad Nacional para evaluar la situación de Allende ese mismo mes, Kissinger se las habría arreglado para hablar a solas con el mandatario, tratando de convencerlo para que adoptara una estrategia agresiva, y asegurándole que "Chile podría terminar siendo el peor fracaso de nuestra Administración: ‘nuestra Cuba’ en 1972".
"Lo que suceda en Chile durante los próximos seis a 12 meses tendrá ramificaciones que irán mucho más allá de las relaciones entre Estados Unidos y Chile", le advirtió su entonces mano derecha.
"Derribar a Salvador Allende"
La reunión del Consejo de Seguridad Nacional se celebró finalmente el 6 de noviembre, donde no todos los presentes estaban informados de que Nixon había ordenado a la CIA impulsar de forma encubierta un golpe de Estado preventivo contra Allende.
En dicha instancia, el secretario de Defensa, Melvin Laird, sostuvo: "Tenemos que hacer todo lo que podamos para dañarlo (a Allende) y derribarlo".
Por su parte, el director de la CIA, Richard Helms, presentó un documento donde explicaba el curso probable de las políticas económicas chilenas y de relaciones exteriores bajo el mandato de Salvador Allende, quien aseguró había seleccionado "un gabinete militante de línea dura, que refleja la determinación de los socialistas de afirmar su política más radical desde el principio".
"Si hay una forma de desbancar a Allende, mejor hazlo", indicó Nixon en dicha reunión, según el los apuntes que tomó mismo Helms, y que ahora fueron finalmente publicados.
"Nuestra principal preocupación en Chile es la posibilidad de que (Salvador Allende) pueda consolidarse y la imagen proyectada al mundo será su éxito (...) seremos muy fríos y muy correctos, pero haciendo cosas que serán un verdadero mensaje para Allende y otros", declaró el Presidente norteamericano en aquella oportunidad.
Luego de esta reunión, el 9 de noviembre del mismo año, Kissinger distribuyó un memorándum secreto con la decisión adoptada en el consejo, titulado "Política hacia Chile", y que establecía entre otras cosas que la potencia mundial buscaría "maximizar las presiones sobre el gobierno de Allende para evitar su consolidación y limitar su capacidad para implementar políticas contrarias a los intereses de Estados Unidos y del hemisferio".
Por último, en el mismo documento también se detallan los métodos que serían utilizados para desbaratar el país: funcionarios estadounidenses colaborarían con otros gobiernos de la región para coordinar esfuerzos contra Allende; bloquear los préstamos de los bancos multilaterales a Chile; cancelación de los créditos y préstamos a la exportación de Estados Unidos; reclutamiento de empresas estadounidenses para que abandonaran Chile; y se manipularía el valor del mercado internacional de la principal exportación de Chile –el cobre– para dañar a la economía chilena.