
CARTA| Libros y Constitución
Desde el ámbito de la edición independiente, vemos la necesidad de continuar fortaleciendo el ecosistema del libro. Al igual que para todas las actividades culturales, el llamado “estallido social“ seguido por la pandemia del COVID-19, representaron un duro golpe para nuestro sector, que no ha recibido apoyo alguno para hacer frente a la crisis.
La extraordinaria producción cultural en Chile opera en un sistema extremadamente vulnerable, por la ausencia de una política de financiamiento permanente -no sujeta prioritariamente a concursos- para su desarrollo.
Sin ir más lejos, los recortes presupuestarios de Cultura 2021 recientemente anunciados, nos han causado honda preocupación, pues dejan al descubierto esta fragilidad, poniendo en peligro la continuidad de nuestro trabajo que ha probado ser crucial, sobre todo en tiempos de pandemia.
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Como botón de muestra, las cifras de la Biblioteca Pública Digital para 2020 proyectan un préstamo total de 590.000 libros, lo que representa un 49,7% de aumento respecto del año anterior. La lectura y el libro importan entonces, así como el teatro, la música, entre otras áreas, cuyos trabajadores y trabajadoras no dudaron en ofrecer su aporte generoso a la comunidad, a pesar de haber quedado sin ingresos.
Debemos asegurar una política pública sólida que nos permita dar continuidad a nuestro sector y a toda la cultura. Una tarea que se debe ver reflejada en la nueva Constitución.
Francisca Jiménez
Mónica Tejos
Eduardo Ruiz-Tagle
Marisol Vera
Gabriela Precht
Directorio Asociación de Editores de Chile