Bancada del PC rechaza categóricamente dichos de subsecretaria de DD.HH sobre terapias de conversión sexual
Las diputadas del PC, Karol Cariola y Camila Vallejo, rechazaron los dichos de la subsecretaria de DD.HH., Lorena Recabarren, calificándolos como “una defensa a una verdadera tortura que sólo daña a la diversidad sexual”.
Para Cariola, sus palabras avalando las terapias de conversión, en el marco de la reforma a la Ley Zamudio, generan un daño irreparable a la diversidad sexual, lo que provocó que el Movilh solicitara su renuncia.
“Apoyo al Movilh por las declaraciones de la subsecretaria, pues están en contra de lo que la OMS ha recomendado", dijo.
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"Estas terapias fueron muy utilizadas en un momento, cuando se catalogaba a la homosexualidad como una enfermedad. Esta etapa está superada en nuestro país, pero bajo la mirada retrógrada de algunas autoridades, se intenta revivir”, agregó.
“Ella no está garantizando los derechos de las personas sometidas a estas terapias, verdaderas torturas psicológicas", denunció.
Y enfatizó que estos tratamientos, "lo único que hacen es dañar a las personas y a los niños y niñas, que a veces son sometidos a la fuerza a estas situaciones”.
Proyecto de ley de parlamentarias PC-RD busca erradicar estas terapias
“Presentamos, junto a la diputada Natalia Castillo, un proyecto para prohibir completamente estas terapias en nuestro país. Acá no hay nada que convertir", dijo Cariola.
"Las personas que tienen una determinada orientación sexual tienen todo el derecho a ser respetadas, resguardadas y a ser tratadas como cualquier otro ser humano. Y no ser tratados como personas enfermas”, aseguró.
Por su parte, Camila Vallejo fue categórica al momento de referirse a Recabarren.
“No sé si es ignorancia o maldad, pero la subsecretaria de Derechos Humanos avala una forma de violencia contra las personas de la comunidad de la diversidad sexual", cuestionó la parlamentaria del PC.
Y relevó la postura de la Organización Mundial de la Salud sobre el tema. "La OMS ha sido sumamente clara en prohibir este tipo de tratamientos. No solamente porque no sirve pretender convertir a una persona gay, a una persona homosexual o lesbiana, sino porque tiene efectos sumamente nocivos para las personas en términos físicos, psíquicos y el efecto en posibles depresiones es tremendo”, planteó.
Para Vallejo, que la autoridad no sepa que este tipo de tratamiento es considerado una tortura, permitiría legitimar la violencia contra la diversidad sexual.
“Esto ya está superado en el mundo, está considerado casi como una forma de tortura y que la subsecretaria desconozca eso y que quiera generar este tipo de tratamientos y terapias es legitimar una forma de violencia terrible para la comunidad de la diversidad sexual”, dijo Vallejo.