El 27 de agosto, Hernán Calderón Argandoña llegó a Santiago 1, a cumplir la prisión preventiva determinada por la justicia, luego de apuñalar a su papá, Hernán Calderón Salinas.

El joven llegó procedente de la Clínica Psiquiátrica “El Cedro”, donde pasó sus primeros días de privación de libertad.

Dentro del penal, los reclusos estaban al tanto de su situación y sabían el sector al que sería derivado, el Área de Salud Ambulatoria del centro de detención preventiva.

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Durante esa jornada, la noticia corrió rápidamente por los 30 módulos del recinto penal. En el recinto luego de ver su Instagram, la atención estuvo puesta en el poder adquisitivo del nuevo recluso.

Conscientes de que se trata de un primerizo, decidieron hacerle una oferta, informa La Cuarta.

“Varios reclusos llegaron a la mañana siguiente de su llegada al ASA diciendo que se sentían mal, que tenían heridas infectadas, pero lo que realmente querían era ver a Hernán Calderón Argandoña”.

Según los propios trabajadores, la idea de interactuar con el imputado tiene un propósito claro. “Ofrecerle protección durante el tiempo que esté encerrado a cambio de dinero. En la cárcel se vive la pobreza y él en este momento es una mina de oro”, aseguraron al medio citado.

Hernán Calderón y su permanencia en Santiago 1

El fanático de "Rápido y Furioso", se encuentra en este sector del penal cumpliendo la cuarentena por protocolo COVID-19, sometido a un tratamiento médico para compensarlo.

“El interno ha respondido bien, no ha tenido problemas con los funcionarios y está dispuesto a seguir las indicaciones del personal médico”, informó este medio.

No obstante, le preocupa lo que suceda con él una vez cumplidos los 14 días de aislamiento sanitario y cuando reciba el alta.

Esto porque la investigación dura 120 días, de acuerdo a lo establecido por la jueza Andrea Díaz-Muñoz.  Luego, sería trasladado al modulo 11, exclusivo para imputados involucrados en delitos de alta connotación pública, famosos o ex funcionarios de FF.AA. y de orden.

“Es un módulo mucho más tranquilo que los otros. De que hay peleas, las hay, pero en menor medida que en las demás. Por eso es que le quieren ofrecer protección, porque se sabe que cuenta con recursos. Así es el mundo de la cárcel”, dijo un trabajador del penal.