Estela Ortiz y decisión de Mario Rozas de tributar a Stange: "Me causó un dolor profundo, quiero que me reciba y me diga por qué lo hizo"
Estela Ortiz, viuda de José Manuel Parada, una de las víctimas del tristemente emblemático “Caso Degollados”, que nos remonta a marzo de 1985, cuando en plena dictadura de Pinochet su cónyuge, Manuel Guerrero y Santiago Nattino fueron secuestrados, torturados y posteriormente asesinados, se encuentra pasando días complejos que la trasladaron al momento de los hechos que marcaron para siempre su existencia.
Y es que inesperadamente 35 años después de los brutales sucesos, en pleno agosto del 2020 y de manera abrupta en medio de una reunión telemática, como ella misma ilustra a El Desconcierto, se entera que el director general de Carabineros, Mario Rozas, ha decidido bautizar la Academia de Ciencias Policiales de Carabineros como “General Rodolfo Stange Oelckers”, una situación de la que se impone este miércoles y que la dejó tan impávida como profundamente golpeada.
Específicamente la determinación adoptada por el alto mando de Carabineros, no puede dejarla indiferente. No cuando fue justamente durante la gestión de Stange en esta entidad, que ocurrieron estas graves y reconocidas violaciones a los derechos humanos.
En este contexto, el ministro Milton Juica lo denunció por su responsabilidad en los delitos de incumplimiento de deberes militares y obstrucción a la justicia, apuntando a su rol en la indagación de las muertes.
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En un documento que Ortiz hizo público y a través del que informó que interpuso un "recurso de protección en contra de Carabineros de Chile", se especifica que durante la "gestión de Stange ocurrieron delitos que constituyeron crímenes de lesa humanidad, según ha sido reconocido por el Estado chileno, entre otros, en el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, así como en el Informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura".
Consultada al respecto por esta determinación sobre la que la cuestionada institución echó pie atrás este jueves, tras la seria controversia desatada por el "tributo" a la figura de su análogo cuando se cometieron hechos como los que afectaron a Parada y Manuel Guerrero, quienes fueron raptados desde el ingreso del Colegio Latinoamericano, mientras Nattino corría la misma suerte en plena vía pública en la comuna de Las Condes, Ortiz se pronuncia.
"Fue un dolor profundo, desgarrador, un retroceso en todo lo que hemos avanzado, para mí, para mi familia y creo que también para el país", ilustra en diálogo con este medio.
Posteriormente, cuando le preguntamos cómo se enteró de la decisión adoptada por la institución liderada por Rozas, Ortiz cuenta que la noticia la golpeó de manera abrupta este miércoles.
"Estaba en una reunión por Zoom cuando, de repente, una amiga que es abogada me dice, 'Estela, estoy a tu disposición para lo que necesites'", pormenoriza.
"Valoro la decisión (de suspender el bautizo de la academia con el nombre de Rodolfo Stange ), pero no piden perdón, no hacen nada. Estoy muy afectada, es como sentirme fracasada, siento que fracasé, quisiera pedirle perdón a mis hijos, a mi familia. ¿Cómo hay gente que se atreve a tomar esta decisión?" , dice luego cuestionándose la manera de operar de Rozas.
"Siento un dolor profundo, por un lado, esto es una provocación y, por otro, me preocupa en qué está Carabineros hoy. ¿Está por avanzar en materia de derechos humanos, está por un 'nunca más' (o no)? plantea evidenciando su inquietud.
Y a renglón seguido, consultada por las situaciones que han puesto en tela de juicio a la institución uniformada en los últimos meses, en el contexto del estallido social, Ortiz deja claro que ella no es la única afecta a la gestión del director general de Carabineros.
"Hay gente que falleció, que perdió sus ojos, no soy sólo yo la afectada", comenta luego al tiempo que transparenta el dolor que le genera que actos de violaciones a los derechos humanos sigan ocurriendo en nuestro país. "Esto no ha terminado", dice de manera concluyente.
Retomando su caso particular, Ortiz es categórica al analizar lo sucedido estos durante los últimos días.
"Esto es una señal bastante grave para el país, no es un tema que tenga que ver con Stange, por eso quiero saber por qué razones él tomó esta decisión, quiero que me reciba, ya se lo he dicho ya", dice en un tono imperativo motivado por su necesidad de saber qué está pasando en la institución, en línea con su dolorosa inquietud por entender una decisión que para ella "tiene que ver con una valoración de él (Stange), un sujeto que avaló la impunidad", en momentos tan dolorosos para Chile.
Y enfatiza nuevamente apuntando a Rozas. "Él tiene que responder por esto, tiene que asumir sus responsabilidades políticas (...) Él me causó un daño profundo y quiero que me reciba. Ya le he mandado a decir que quiero que me reciba", dice luego evidenciando su urgencia por reunirse con él para que le entregue explicaciones acerca de lo sucedido, un hecho al que este jueves el propio Presidente Piñera se refirió públicamente.
"Dijo que esta decisión Rozas la tomó y él mismo la (revirtió)", nos cuenta Ortiz al teléfono, tras detenerse para escuchar al mandatario aludir a la dolorosa controversia.
Cuando desde esta redacción le consultamos si el general director debiera dejar su cargo en el alto mando de Carabineros, nuestra entrevistada nos deja claro que asume que eso no ocurrirá.
"Creo que él no va a renunciar, ya se lo han pedido muchas veces", dice luego. E insiste en que lo sucedido es "una situación bastante grave".
Por último, cuando le preguntamos cuál será ahora el destino de la acción judicial que ya oficializó, patrocinada por los abogados Nelson Caucoto, Pablo Fuenzalida y Francisco Bustos, Ortiz asegura que esta sigue su curso.
"Yo lo único que buscaba era que se cambiara la decisión y lo que (Carabineros informó) es que suspende la medida, eso para mí es interrumpir", aclara.
Finalmente, la viuda de José Manuel Parada insiste en que valora "la decisión que han tomado, pero él (Rozas) no asume sus responsabilidades, no pide perdón".