Ad portas de que se cumplan nueve meses desde la noche en que Fabiola Campillai fue herida por una bomba lacrimógena que terminó quitándole completamente la visión de ambos ojos, un equipo de 24 Horas tuvo acceso a una de las pruebas alusivas a la agresión generada por un grupo de Carabineros.

La víctima de esta violenta acción se encuentra bastante mejor, aunque como ilustra la nota del medio anteriormente citado, hace algunas semanas ella y toda su familia se contagiaron con COVID-19. Fabiola, afortunadamente, resultó asintomática.

Todas estas novedades en su trastocada existencia, se dan en paralelo a las acciones judiciales tendientes a investigar e individualizar al responsable del desafortunado disparo del 26 de noviembre de 2019 en San Bernardo, un episodio que marcará para siempre a la joven madre.

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La defensa de Fabiola asegura que el "Matu", como se nombra en el video grabado por los propios uniformados, en referencia al capitán Patricio Maturana Ojeda, es su agresor. Su nombre aparece en la carpeta investigativa, mientras que la Fiscalía de Alta Complejidad pidió someter a peritajes las bombas de gases disuasivos que el oficial de Carabineros utilizó ese día.

Fabiola asegura que "él disparó sí o sí, y sigue en sus labores. Que él esté ahí todavía es como una burla para mí". Y no es la que entrega su postura frente a los hechos. Su hermana, quien estaba con ella el día de la agresión, también se pronuncia.

"Creo que él tiene que darse cuenta que nos embarró la vida a todos" dice Ana Campillai.

Lo que vino a continuación de la nota registrada por un equipo de prensa de TVN en la casa de Fabiola, quien por primera vez muestra masivamente su rostro, evidenciando el brutal daño en el que se tradujo el ataque que sufrió en noviembre último, fue el informe del Servicio Médico Legal, emitido por la médico perito forense, Patricia Negretti, quien deja claro su nivel de afectación.

"Objeto contundente que golpea la cara a nivel del tercio medio de esta, de un tamaño mayor a los 3 cm de diámetro, con dimensiones tales que produce estallido simultáneo de ambos globos oculares", se lee textualmente en documento elaborado por la profesional.

"Toda la justicia del país no me va a devolver nunca mis ojos. Eso es rabia, es dolor", dice Campillai al respecto.

En el lapidario reporte, se detalla, por ejemplo, que "las lesiones hubieran resultado mortales de no mediar los socorros médicos oportunos y eficaces".

Lo anterior se argumenta asegurando que "todos los informes de las atenciones médicas recibidas describen un sangrado abundante y profuso, que lleva a un shock hipovolémico si no se trata oportuna y eficazmente".

A lo anterior se adiciona un detalle alusivo a episodios enfrentados por la paciente en medio de su internación en el Hospital Barros Luco Trudeau, una estadía en la que presentó "epistaxis, vómitos y tos a repetición por deglución", entre otra sintomatología.