¿"Lo que el viento se llevó" es una película racista?
La película Lo que el viento se llevó fue dirigida por David O. Selznick y se estrenó a nivel comercial en enero de 1940. El director se basó fielmente en la novela homónima escrita por Margaret Mitchell, una joven mujer blanca originaria del sur de los Estados Unidos. La novela había sido publicada en 1936 y alcanzó un enorme éxito y popularidad. Así, pronto comenzó a producirse la película, que tuvo un impacto igual o mayor, perdurando aún en nuestros días.
80 años después de su estreno, la película ahora estaba disponible en el servicio de streaming de HBO MAX, pero éste la retiró temporalmente, explicando que volverán a subirla, pero con una contextualización histórica de los estereotipos racistas que se proyectan en el film. Este anuncio generó muchas críticas, ya que algunos sectores no consideran al film como racista, siendo una decisión errónea de una cadena que busca ser “políticamente correcto”. A pesar de esta decisión de HBO Max, ¿podemos decir que Lo que el viento se llevó es una película racista? Aquí entregaré elementos para responder esta pregunta desde una mirada lo más amplia posible.
La forma más básica de comprender el racismo es aquella en la que un grupo étnico o racial desprecia y humilla a otro grupo, añadiendo creencias de superioridad de ellos sobre éstos, justificando así el exterminio o la esclavitud del grupo considerado inferior. Pero ésta no es la única forma de racismo, ya que el racismo en sí es afirmar que la raza o etnia a la que pertenezcas determina de alguna forma tu intelecto, tus prácticas culturales o tus habilidades.
Si observamos algunos de los personajes negros en la película, notaremos que no existe un racismo del primer tipo –el racismo brutal y explícito–, ya que los esclavos son tratados con respeto por los protagonistas, o al menos son tratados de la misma forma que los protagonistas blancos. Es más, cada actor afroamericano tiene un carácter y personalidad marcada: se les otorgó individualidad. Incluso, el personaje de Mammy –interpretada por Hattie McDanield– representa a una mujer negra de carácter fuerte que es capaz de regañar y cuestionar a su joven ama. También hay una escena en la que Scarlett O’Hara, la protagonista –interpretada por Vivien Leigh– es atacada por dos ladrones y es rescatada heroicamente por Big Sam, un esclavo negro interpretado por Everett Brown.
A esto debemos agregar un punto importante que señala John Ridley, director de 12 años de esclavitud. La película romantiza la esclavitud y defiende la perspectiva de los confederados sureños, quienes no querían abolir la esclavitud. La crítica que debemos hacer no es tanto al hecho de que hayan estereotipado a los negros, sino a que representan erróneamente un periodo de la historia. En el film, la esclavitud es más similar a una relación óptima entre un jefe y un empleado, donde los esclavos se ven bastante cómodos en su posición. Hay total omisión de los azotes, los trabajos forzados y las violaciones que sufrió el pueblo afrodescendiente en América.
En términos históricos, la película oculta la barbarie y representa idílicamente una relación que en realidad fue de una enorme opresión. El único sufrimiento por el cual la cinta insta a sentir empatía es por el del bando derrotado: los esclavistas sureños. La clásica obra La cabaña del tío Tom (1852), de la escritora Harriet Beecher Stowes, es una obra más fiel históricamente, a pesar de ser ficción, ya que representa la injusticia de la esclavitud, mostrando los tormentos que vivían los esclavos y que su suerte dependía si les compraba un amo bueno.
Por otra parte, también podemos hablar de la relación que tuvo la película con el racismo estructural que existía en la década de los 40. Podríamos afirmar que la película generó una tensión contra el racismo imperante, ya que Hattie McDaniel –la mujer que interpretó a Mammy– fue nominada y resultó ganadora del Óscar a la mejor actriz de reparto, convirtiéndose en la primera mujer negra –y a la vez en la primera mujer afroamericana– en ganar este reconocimiento. Esto sin duda era un enorme logro para la comunidad negra. Pero el otro extremo de esta tensión es que ella no pudo asistir al estreno del film debido a las leyes segregacionistas de esos años, y además tuvieron que pedir permiso especial para que pudiera asistir a la ceremonia de entrega de los premios Óscar, pero tuvo que estar en sola en una mesa, separada del resto del equipo del film.
En conclusión, la película ayudó a poner en tensión los principios y valores segregacionistas, al integrar actores negros y reconociendo su talento. Además, ofrece una personalidad distintiva a cada actor negro, pero idealiza la relación del esclavo con su amo y evoca una nostalgia por la sociedad sureña de los confederados, ocultando la parte más cruel de esa sociedad.
Por todo esto, quizás sea beneficiosa la contextualización histórica que realizará HBO Max, ya que impedirá que los sectores supremacistas blancos de Estados Unidos o de otros países puedan hacer apología de esos tiempos usando como referencia la película. Debemos recordar que el fantasma de la confederación sigue vivo en ese país, por lo que es necesario tomar medidas para impedir que vuelva a revivir.