La policía de Bolivia arrestó este miércoles al ministro de Salud, Marcelo Navajas, debido a las denuncias e investigaciones en su contra por la compra sobrevalorada de 179 ventiladores españoles para pacientes con coronavirus.

Posteriormente, y según informa la BBC, horas después de que el secretario de Estado fuera trasladado para brindar declaraciones en calidad de aprehendido, el Gobierno de Bolivia confirmó que la autoridad quedaba suspendida de sus funciones y procedió a nombrar a un ministro interino.

De acuerdo a las denuncias, que comenzaron a emanar desde la prensa, los dispositivos de ventilación mecánica adquiridos por el oficialismo boliviano no eran los adecuados para su uso en unidades de terapia intensiva, y además habría existido un sobreprecio en su adquisición.

El escándalo desembocó en que la presidenta interina boliviana, Jeanine Áñez, se comprometió a esclarecer qué sucedió en la cuestionada compra y a que "cada centavo sea devuelto a los bolivianos".

Por su parte, la policía confirmó que Navajas "se encuentra en calidad de aprehendido en dependencias de la FELCC [Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen] de la ciudad de La Paz”. Esto, un día después de las declaraciones de la jefa actual de Gobierno.

“Podemos ver que es un equipo muy simple. Yo no creo que nos aguante un paciente con COVID-19 crítico en la unidad de terapia intensiva”, declaró también al respecto José Luis Prieto, presidente de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva de Santa Cruz, haciendo alusión a los mencionados equipos que le costaron a Bolivia más de 5 millones de dólares, que fueron facilitados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).