
Coágulos en la sangre, el nuevo y preocupante hallazgo en pacientes graves diagnosticados con coronavirus
"La infección inducida por el coronavirus puede asociarse con una coagulopatía (disminución de la capacidad de coagulación de la sangre)", aseguraron Jean Marie Connors, Jerrold H. Levy, especialistas de la Escuela de Medicina de Harvard y de la Universidad de Duke en relación a sus hallazgos oficializados en ASH publication, lo que se suma a otros estudios que han revelado que el virus también afecta al revestimiento de los vasos sanguíneos.
"Entra en el endotelio (capa de células protectora), que es la línea de defensa de los vasos sanguíneos. Por lo tanto, derriba su propia defensa y causa problemas de la microcirculación", ilustra Frank Ruschitzka, profesional del Hospital Universitario de Zúrich en declaraciones reproducidas por un artículo del sitio Businnes Insider.
Como consecuencia de lo anterior, se reduce el flujo sanguíneo, pudiendo incluso provocar la detención de la circulación sanguínea.
"Estamos viendo la coagulación en esta enfermedad como no la habíamos visto en el pasado", aseguró Mitchell Levy, jefe de cuidados críticos pulmonares y medicina del sueño de la Escuela de Medicina Warren Albert de la Universidad de Brown en Providence, Rhode Island a Bloomberg.
Los coágulos de sangre pueden ser muy dolorosos y hasta podrían generar derrames cerebrales y ataques cardíacos, además de incrementar los problemas respiratorios, la circulación y causar daños al revestimiento de los vasos sanguíneos.
"Sentía como si una toxina estuviera en mi cuerpo", testimonió Michael Reagan, un hombre de 49 años a Business Insider.
Reagan, relató este sitio, experimentó una recaída con altísima fiebre, dolores en el pecho y docenas de pequeños coágulos de sangre en los pulmones, como consecuencia de una neumonía."No tenía idea de que un coágulo de sangre pudiera doler tanto", dijo.
"Los pulmones son el órgano diana para COVID-19. Los pacientes desarrollan una lesión pulmonar aguda que puede progresar a insuficiencia respiratoria, aunque también puede ocurrir un fallo multiorgánico", aseguran los autores del estudio oficializado por ASH Publications.
La primera evidencia patológica de restos del virus en pacientes supuestamente recuperados de esta enfermedad se ha hallado en el tejido profundo de los pulmones de una mujer de 78 años que, luego de haber sido dada de alta y dar tres veces negativo a los test de COVID-19, sufrió un accidente cardiovascular repentino.
Con acotadas pruebas científicas, también han llamado la atención los casos de pacientes afectados por accidentes cerebrovasculares, apunta uno de los estudios publicados en Europe PubMed Central, un repositorio de acceso abierto de importantes investigaciones biomédicas.
"La evidencia de complicaciones cerebrovasculares es limitada. Pero en el presente estudio seis pacientes desarrollaron accidentes cerebrovasculares agudos durante la infección con COVID-19", alertan los investigadores.
Lo anterior, coincide con los resultados de los primeros datos de autopsia de Northwell Health, que asegura que alrededor del 40% de los pacientes con coronavirus que murieron tras abandonar el hospital, parecían haber experimentado eventos de coagulación importantes, como un ataque cardíaco masivo o coágulos pulmonares.
Estas pericias le han dado fuerza a la recomendación de un test de detección de coagulación, incluso si la sintomatología no es evidente en los pacientes afectados por coronavirus. Esta, considera la medición de los niveles de dímero D, un componente que, en caso de ser elevado, indicaría la presencia de una concentración anormalmente significativa de coágulos de sangre. A lo anterior, se adiciona la prueba del fibrinógeno, una proteína soluble del plasma sanguíneo responsable de su formación.
La sugerencia es clara e indica continuar "la práctica establecida de usar la profilaxis tromboembólica (prevención de una embolia por coágulos de sangre) para pacientes hospitalizados en estado crítico, aunque no haya pruebas aleatorias, y medidas de atención de apoyo estándar para aquellos con coagulopatía", aseguran investigadores de un estudio publicado en Elsevier.
Sin embargo, el uso de altas dosis de anticoagulación no está recomendado, a no ser que esté clínicamente indicado.
"Si tienes una gran experiencia en este campo, puedes hacer suposiciones razonables, extrapolaciones y observaciones a partir de datos indirectos", aseguró el doctor Alex Spyropoulos, experto en coagulación sanguínea en Northwell Health en nueva York, a Business Insider.