Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, envió un directo mensaje a los líderes mundiales que, aprovechándose de la pandemia del COVID-19, lo han hecho para beneficios propios manteniéndose ilegítimamente en el poder o callando las protestas de las personas en los estallidos sociales que vivían antes de la emergencia sanitaria.

La ex presidenta de Chile habló este lunes y precisó que “los poderes de emergencia no deben ser armas que los gobiernos puedan usar para aplastar la disidencia, controlar a la población o prolongar su estancia en el poder. Esos poderes deben usarse para afrontar eficazmente la pandemia; nada más, nada menos".

“Se ha visto cómo numerosos Estados adoptaban medidas justificadas, razonables y provisionales. Pero también ha habido casos muy inquietantes, en que los gobiernos parecen haber usado la Covid-19 como pretexto para vulnerar los derechos humanos, limitar libertades fundamentales, reducir el espacio cívico y socavar el Estado de Derecho. El principio supremo debe ser que esas medidas se apliquen con sentido humanitario", prosiguió Bachelet.

La alta comisionada no se quedó ahí y prosiguió expresando que "los distintos países atraviesan por fases diferentes de la pandemia. Algunos empiezan a dejar atrás las medidas de emergencia, mientras que otros las amplían o refuerzan. El principio supremo debe ser que esas medidas se apliquen con sentido humanitario. Las penas impuestas por su trasgresión han de ser proporcionales y no deben aplicarse de manera arbitraria o discriminatoria".

Finalmente, avisó que “disparar contra una persona, detenerla o maltratarla porque, motivada por la búsqueda desesperada de alimentos, ha violado un toque de queda, es sin duda una respuesta ilícita e inaceptable. También lo es crear una situación en la que a una mujer le resulte difícil o peligroso ir a un hospital a dar a luz. En algunos casos, la gente ha muerto por la aplicación indebida de normas que, supuestamente, se habían implantado para salvarles”.