Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres:

Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres: "Nos abre dudas el contraste entre las cifras de VIF de Fiscalía y Carabineros"

Por: Meritxell Freixas | 23.04.2020
La abogada de la organización, Lorena Astudillo, explica que los datos sobre VIF en contexto de cuarentena entregados por las distintas instancias no "cuadran", por lo que las feministas deducen que las mujeres no saben dónde y cómo denunciar. La experta se pregunta, además, si se están realizando los procedimientos policiales, porque la diferencia entre el número de llamadas recibidas por la policía y las denuncias registradas por los uniformados es considerable.

Viviana Estrada, de 38 años; M. del C. G. O., de 49 y Maribel Mallea, de 26. Todas ellas han sido víctimas de femicidio durante el estado de catástrofe y el período de cuarentena, iniciado el pasado 18 de marzo, por el coronavirus. Fueron asesinadas a manos de sus exparejas el 22 de abril, el 11 de abril, y el 20 de marzo, respectivamente, según los datos de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres.  A ellas se sumaría otra víctima, muerta el día de ayer en Chicureo. En lo que va del año, 15 mujeres han sido asesinadas por hombres. El encierro ha disparado los llamados al fono 1455 del Ministerio de la Mujer para recibir orientación en violencia contra la mujer. Durante el mes de marzo, se registraron 2.197 llamados, un 40% más que el mes de febrero (1.318).

Desde el inicio del aislamiento, organizaciones feministas y defensoras de los derechos de las mujeres advierten de los riesgos en que corren muchas de ellas, por verse obligadas a vivir recluidas con sus agresores. Sobre los datos de violencia intrafamiliar (VIF) que, hasta ahora, ha dejado la cuarentena, los aportes del Ministerio de la Mujer en este contexto y las posibles fórmulas que se evalúan para prevenir la violencia en tiempos de COVID-19, El Desconcierto conversa con la abogada de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, Lorena Astudillo.

lorena astudillo

La semana pasada, el Ministerio Público y Carabineros dieron a conocer los datos en torno a las denuncias por situaciones de VIF en contexto de cuarentena. ¿Cómo observa el aumento de las cifras de denuncias por casos de violencia de género?

El tema de las cifras nos preocupa. No nos cuadran. Carabineros dice que las denuncias por VIF en marzo de 2020 disminuyeron en un 14% comparadas con el mismo mes del año pasado y que los llamados al 149 en marzo de este año aumentaron un 20% si se compara con la misma fecha pero del año pasado. La Fiscalía registra en marzo una disminución del 20% de denuncias por VIF respecto a marzo de 2019. Lo que concluimos de estos datos es que, probablemente, las mujeres no saben dónde hay que denunciar. Al estar encerradas, se entrega un número telefónico, el 1455, que es de consejería y orientación, pero no es de denuncia oficial. Hay un contraste muy dispar entre las cifras de Fiscalía y Carabineros que nos abre dudas: ¿se están realizando los procedimientos policiales? Porque una cosa es que las mujeres llamen para decir que están viviendo violencia física y otra que Carabineros acuda, que el Ministerio acoja las denuncias y que se sometan a tramitación. Eso lo desconocemos.

¿Dónde se puede denunciar?

Los espacios oficiales para hacer las denuncias son las comisarías, la fiscalía y la PDI. Muchas mujeres no saben que en la PDI se puede hacer una denuncia por VIF. Hoy, Carabineros están atochados. Nosotras hemos llamado al teléfono de Carabineros y sale una grabación diciendo que 'en estos momentos no pueden atender porque están ocupados'. Hemos llamado a la PDI y se han demorado hasta nueve intentos y, a final, responde una grabadora. Y el Ministerio Público está cerrado. Estamos preocupadas porque los canales generales que las mujeres conocen para denunciar hoy no son expeditos ni están abiertos. Nos preocupa que las mujeres no sepan dónde ir y que tengan que estar encerradas con el agresor. Además, hay que considerar que en el contexto de encierro las mujeres estamos ejerciendo múltiples roles a la misma hora y en el mismo espacio: somos trabajadoras, madres, cuidadoras, compañeras. Es la carga social que implica el trabajo, más las tareas de cuidados y domésticas.

La Fiscalía ha habilitado un mecanismo online para recibir denuncias sin que el denunciante tenga que salir de la casa. ¿Qué les parece?

Hemos tenido reuniones con la Fiscalía y, la verdad, desconocemos esta herramienta. Si funciona, nos parece positivo, sin embargo, creemos que sigue siendo una solución sólo para algunas mujeres: no todas tienen internet, no todas comprenden qué significa hacer una denuncia por una plataforma virtual y no hay buena señal en todos los lugares de Chile. Está pensada para los lugares urbanos y para personas con acceso a internet. Otro tema es que no se conoce y habría que difundirlo mucho más. Sería bueno, aprovechar la complicidad entre mujeres primero para difundir que existe esta herramienta y, luego, para empezar a ayudar a otras a hacer estas denuncias. Es una alternativa para las que se manejan con Internet, Word y correo electrónico.

El Plan de Contingencia por Coronavirus del Sernameg contempla que los centros de mujeres y los centros de acogida sigan operativos con determinados protocolos. ¿Tienen información de cómo están funcionando y si hay contagios? 

Los centros de la mujer están funcionando con los llamados, están haciendo un acompañamiento telefónico a las mujeres. En las casas de acogida, hasta ahora, no hemos sabido que tengan contagio. Incluso hay casas que nos han informado que tienen cupos disponibles. Sin embargo, es importante recordar que las casas de acogida nacieron para acoger a las mujeres que están en riesgo vital e inminente, no son para desarraigar a mujeres de su espacio porque su agresor es violento. Nacieron en Talca, de la mano de organizaciones de mujeres sobrevivientes que crean estas casas para resguardar, esconder a las mujeres y poner a salvo sus vidas. Ahora, nosotras creemos que estas casas deberían tomar un giro y convertirse en casa transitorias. A quienes hay que sacar de la casa es a los agresores. Hoy existe la orden de alejamiento, pero no se le da el sentido potente de generar un espacio seguro para las mujeres. No deberíamos sacar a las mujeres de su espacio, menos hoy día. Lo que deberíamos hacer es sacar a los agresores y transformar el hogar en un espacio seguro. Es la única manera de poner a una mujer a resguardo cuando vive con un agresor.

¿Cómo evalúa del manejo del Gobierno en relación a la prevención de la violencia de género en este contexto?

No basta con decir que la violencia intrafamiliar aumenta. Eso lo constatan las mujeres todos los días. Es necesario que se generen espacios de prevención, que se les explique a las mujeres dónde pedir ayuda, que se insista en que los agresores deben salir de las casas. El Gobierno hoy tiene un manejo comunicacional enorme: todo el mundo mira la televisión y está pendiente de las medidas que se adoptan. La gente sale a la calle con mascarillas, aprendimos a resguardar una distancia de dos metros entre las personas, que para toser tenemos que poner el brazo... Pero en ninguna de las declaraciones del Gobierno se dice cómo hacer para prevenir la violencia intrafamiliar y dónde las mujeres pueden pedir ayuda. Hay recomendaciones incluso del Comité Interamericano de Derechos Humanos para que los gobiernos que generen políticas públicas con visión de género en el contexto de la pandemia. Eso no lo vemos aquí. No hemos visto ni escuchado a la ministra de la Mujer explicando las medidas que se han adoptado, no la vemos contando cómo se van a dar las órdenes de alejamiento, cómo serán las medidas precautorias en favor de las mujeres, cómo lo hacen las mujeres que están encerradas con el agresor y no pueden llamar... Hay mucha incertidumbre porque hay mucha información sobre la violencia hacia las mujeres que no aparece en los medios y el Gobierno no aprovecha la cobertura mediática que tiene para informar sobre cómo protegemos la vida de las mujeres.

Desde el Ministerio de la Mujer, evalúan la posibilidad denunciar a través de una clave ("Mascarilla-19") en las farmacias para ayudar a las víctimas de violencia de género que no pueden llamar telefónicamente. ¿Qué le parecen este tipo de fórmulas?

Cualquier estrategia que busquemos las mujeres para estar a resguardo es positiva. El punto es si el Estado chileno tiene las herramientas suficientes para cubrir esta estrategia. Con esto me refiero: si una mujer va a la farmacia y le dice a la persona que la atiende: 'Quiero una mascarilla-19', ¿qué va a pasar con esa mujer? ¿La van a sacar de la casa? ¿Qué va a pasar con sus hijo? ¿La van a llevar a un espacio desconocido? ¿Van a hacer una denuncia? ¿Van a llegar Carabineros? La incertidumbre nos paraliza y, para evitarlo, hay que explicar a la mujer qué implica pedir ayuda, de qué manera va a recibir ese apoyo, que pasará con ella. Creo que estos códigos para pedir ayuda deberían de ir más allá de las farmacias, deberían de estar en distintos lugares, pero hay que pensar cómo va a ser la respuesta.

¿Qué propuesta tienen ustedes?

Frente a esta situación, tenemos que cuidarnos entre nosotras mismas generando nuestras propias estrategias. Las mujeres sabemos de complicidades y las tenemos que generar entre nosotras: llamándonos todos los días, estando pendientes de nuestras amigas, de nuestra mamá, hermanas, vecinas... llamar, saber y tener códigos con ellas. Los agresores tienen que saber que estamos pendientes, vigilantes y que en cualquier momento nos podemos dejar caer ahí para ayudar a nuestra amiga o a nuestra familiar.

 

Si eres víctima de violencia, o conoces a alguna víctima y quieres informarte sobre qué hacer, llama al Fono Ayuda y Orientación 1455. La línea anónima atiende todos los días, las 24 horas. Gratuito también desde celulares. Además, acá puedes ver cómo y dónde realizar una denuncia.