El costo de la informalidad laboral en la pandemia
Mucho hemos hablado de la importancia de la PREVENCIÓN en la pandemia que hoy vivimos frases como: quédate en casa, aislamiento social, cuarentena, uso de mascarillas y otros han sido masificadas por gran parte de la ciudadanía y por el gobierno del Presidente Piñera. Ante esto cabe una duda bastante razonable: ¿pueden todos quedarse en casa?, ¿pueden todos tener aislamiento social?, ¿pueden todos tener acceso a mascarillas u otros equipos de protección social?; la respuesta es obvia y claramente es un NO; pero siendo más específico, qué protección tienen los o las trabajadores en esta Pandemia. El actual Código del Trabajo en su artículo 184 como en el 184 bis, estable la protección del trabajador como irrenunciable debiendo las empresas públicas, privadas, con lucro o sin fines de lucro “tomar todas las medidas necesarias y eficaces para proteger la seguridad y salud del trabajador”, en caso de no implementar esta medida el 184 bis, le “permite al trabajador abandonar su puesto de trabajo en caso de riesgo de su vida” junto con ello las condiciones ambientales están reguladas por el Decreto Supremo N°594 SOBRE CONDICIONES SANITARIAS Y AMBIENTALES BÁSICAS EN LOS LUGARES DE TRABAJO; De esta perspectiva y tal como se lo señalamos a la CUT, las organizaciones sindicales, comités paritarios u otros deben exigir que se implementen medidas de prevención para proteger a las personas que prestan servicio a un empleador. Excusas no existen y es una obligación absoluta; también es importante señalar que son estas instancias que muestran la importancia de la organización de los trabajadores, siendo además un indicador de la constante precariedad laboral que afecta a las personas.
El último informe de la OIT del año 2019, manifiesta que Chile tiene un 40.5% de informalidad laboral, es decir más de tres millones de personas en nuestro país no tienen un contrato de trabajo, algunos emiten boletas de honorarios y otros simplemente no registran ningún documento tributario; más simple, son trabajadores para efectos del INE pero no para efectos del Código del Trabajo, los casos más críticos son los “trabajadores de plataformas de servicios” como Uber que tiene 85.000 conductores prestando servicio a esta aplicación. La pregunta que debemos hacernos es ¿tienen alguna protección? la respuesta nuevamente es NO son trabajadores informales que quedan fuera del sistema de seguro social de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, no queda registro de siniestralidad son solo cifras para mejorar los indicadores de empleabilidad.
El gobierno del Presidente Piñera (le toco a él) hace un llamado a usar los pedidos a domicilio más conocido como delivery como por ejemplo: Pedidos Ya, UBER EAT, GLOVO u otros donde ninguno de ellos es trabajador formal de este mercado y no más allá del 10% de los “trabajadores” tiene contrato, complejo ¿verdad? y qué sucede si alguno, esta contagiado sin saberlo o es asintomático o el 0.5% (4.500) adquiere la enfermedad vuelven a ser un número pero no serán contagios laborales debiendo asumir el costo de la enfermedad de manera personal (no pueden acceder al licencia ni al seguro de cesantía)
Lamentablemente el costo de la pandemia en el mercado laboral informal lo asumen completamente las personas, no están bajo ninguna protección laboral solo son para las estadísticas del empleo del INE, no tienen protección del Código del Trabajo y no pueden acceder a los beneficios económicos establecidos menos aun al seguro de cesantía ya que no cotizan en él.
Una triste realidad de un mercado laboral altamente exigente pero cada vez más precario con altas tasas de informalidad y mínimos conceptos de seguridad social. Por ello no podemos seguir aislados y tenemos que unir esfuerzos para mejorar las condiciones de trabajo. Como Colegio de Expertos en Prevención de Riesgos de Chile A.G, valoramos la apertura que ha tenido la CUT, la ANEF y otras organizaciones de trabajadores para hablar, debatir y conversar sobre seguridad y salud en el trabajo, esperamos que la Pandemia sea un factor de unión, debate técnico que permita entender la urgencia en nuestro país hablar de PREVENCIÓN.