Este sábado, el gobierno español anunció que entregará 10 millones de mascarillas a quienes se desplacen en el transporte público hacia o desde sus trabajos.

La medida será llevada a cabo por miles de policías que se desplegarán a partir del lunes en estaciones de metro, tren y transporte urbarno, siendo los destinatarios de estos materialles "exclusivamente las personas que vayan a trabajar en transporte público", donde "es más complicado mantener la distancia de seguridad", según explicó el ministro del Interior de dicho país, Fernando Grande-Marlaska.

El anuncio fue realizado por Marlaska junto al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en una conferencia de prensa en la que se refirieron a cómo será el regreso a la actividad de aquellos sectores considerados no esenciales que desde el pasado 29 de marzo estaban parados como medida para combatir la enfermedad.

En dicha rueda de prensa, el ministro del Interior recordó que el uso de mascarillas es "recomendable, no obligatorio" y detalló que el reparto durará dos días. En él, participarán agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad, policías autónomas locales, y miembros del cuerpo de protección civil.

Marlaska enfatizó además que el regreso a las labores no significa un relajo en las medidas de protección contra el virus. "No se va a producir una relajación de las medidas tras la vuelta al trabajo de los (sectores) no esenciales, seguimos en fase de confinamiento, y todos tenemos que tenerlo claro, no hemos empezado desescalada”, sostuvo.