Fue una jornada triste para los trabajadores de las bibliotecas que dependen de la municipalidad de Providencia y para el mundo del libro. Al pesar por los incendios ocurridos en los cafés literarios de Bustamante y parque Balmaceda –que permanecen cerrados desde el inicio del estallido social–, se agregó posteriormente el cierre del resto de las bibliotecas por la crisis sanitaria, y se suma ahora el despido de gran parte de los trabajadores, quienes carecían de contrato pese a laborar por años para el municipio. "Se nos comunicó a 45 compañeros a honorarios que seríamos despedidos debido a una crisis que arrastra la muni desde el estallido social por lo que es imposible pagarnos además de que se incendiaron dos sedes. La sede Santa Isabel estaba en remodelación, sin embargo despidieron a todos los trabajadores a honorarios", dice uno de los despedidos que –al igual que sus compañeros– prefiere no dar su nombre. "No sé qué harán una vez que vuelvan a funcionar porque la mayoría fue despedido, solo quedaron funcionarios de planta que son pocos y cuatro honorarios que ven temas técnicos de ingreso de libros", indica la misma fuente quien trabajaba boleteando desde el 2014.

Consultados por El Desconcierto, los trabajadores despedidos plantean que ni siquiera se les dio la posibilidad de seguir en forma remota ofreciendo algún tipo de fomento lector al público. "Cuando la voluntad está, te las arreglas. Yo creo que el futuro del sistema de bibliotecas completo está en duda", responde uno de ellos. Otro exfuncionario plantea que le solicitaron videos de talleristas y él los envió, "pero no les importa mucho el fomento lector a los que mandan". Entre quienes salieron en redes en defensa de los trabajadores, figura el exjefe del Sistema de Bibliotecas de Providencia, Waldo Carrasco, quien en su cuenta de Twitter señala que como parte de su gestión dejaron todo listo para que la biblioteca pudiera funcionar en forma virtual.

Sin la posibilidad de un finiquito o de un seguro de cesantía, los trabajadores se enfrentan a un panorama bastante adverso que deja en evidencia "la precariedad laboral presente en el área de la cultura en nuestro país". "La decisión, que se nos comunicó por teléfono, tiene como respuesta un supuesto déficit que ha estado acarreando la municipalidad desde octubre del 2019 y que hoy se ha visto acentuada por el contexto de la pandemia COVID-19, teniendo así que cerrar de manera indefinida todas las sedes del Sistema de Bibliotecas de Providencia. Muchos de nosotros hemos trabajado durante años en calidad de trabajadores a honorarios, emitiendo mes a mes boletas por cumplir funciones y obligaciones que ameritaban la existencia de un contrato de trabajo, que siempre se nos negó. Dentro de los trabajadores hoy desvinculados, se encuentran encargados de sedes, de cultura, de áreas audiovisuales, préstamos, y atención a público; todos y cada uno de ellos cumpliendo funciones que nunca han estado protegidas por nuestro empleador", explican en un comunicado emitido el día de ayer. 

Las reacciones no se hicieron esperar, empezando por el concejal Pablo Jaeger, quien señaló que los concejales no fueron consultados:

https://twitter.com/pablojaeger/status/1248020944490127362?s=20

La comunicadora y exanimadora de MTV Ursula Eggers también cuestionó la medida:

https://twitter.com/ursulaeggers/status/1248121855803895815?s=20

Waldo Carrasco, quien fue jefe del Sistema de Bibliotecas Públicas de Providencia durante cuatro años, fue otro que no tardó en salir criticar en su cuenta de Twitter la medida de la administración de la alcaldesa Evelyn Matthei.

https://twitter.com/waldocarrasco/status/1248121662836543488?s=20