La Clínica Elqui, en la región de Coquimbo, se transformó esta semana en el primer centro de salud privado intervenido por el Estado ante la emergencia del COVID-19.

La medida responde al anuncio hecho en marzo por el titular de la cartera de Salud, Jaime Mañalich, cuando señaló como objetivo y fin lograr que todo el sistema médico nacional funcione "como una sola red".

El subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, señaló al diario El Mercurio que, en el caso de la clínica Elqui, "se nombró no solo un delegado de la parte médica, sino que también un delegado de la parte administrativa, con el objetivo de vigilar y rechequear que se cumpla con los protocolos del Ministerio de Salud".

Al director médico del centro de salud se sumó entonces un subdirector médico del Servicio de Salud de la zona, quien velará por la vigilancia y el cumplimiento de las medidas adoptadas: "(el delegado) debe chequear que efectivamente se esté cumplimiendo no solo con la disponibilidad de camas en la unidad de gestión centralizadas de camas, sino que también para que se comprometa a que si hay un paciente que se complica, tiene que ser derivado a un recinto de mayor complejidad, que la conversión de camas se esté realizando, que los ventiladores mecánicos pediátricos se conviertan y así, una serie de otras situaciones que son parte de la estrategia contra el COVID-19", detalló Zúñiga.

Si bien existirá autonomía económica de los recintos intervenidos, el gobierno se comprometió a pagar las prestaciones que se realicen durante la emergencia.