El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, nuevamente salió a cuestionar públicamente la cuarentena total como una medida para frenar el avance del coronavirus COVID-19, al tiempo que criticó a su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, quien ha estado apelando al confinamiento de la población como una útil herramienta para controlar el impacto de la pandemia en Brasil.

“Mandetta sabe que estamos divergiendo hace algún tiempo, pero yo no pretendo despedirlo en el medio de la guerra (...) “Él quiere hacer mucho su voluntad. Le deseo suerte y espero que prosiga en su misión con un poco más de humildad", sostuvo en entrevista con Jovem Pan el mandatario.

En medio de este diálogo, Bolsonaro dijo que algunos gobernadores “exageraron” con las medidas de restricción de desplazamiento. “Vi al gobernador de Río de Janeiro en la televisión, diciendo ‘quédate en casa, es una orden’. Qué estás pensando ¿Que esta es una dictadura? No es así como debemos tratar a la población, sino con respeto. ¿Prohibir ir a la playa? En la playa está al aire libre, mucho mejor que estar ocho ‘chicos’ atrapados en una habitación pequeña”, sostuvo el presidente.

Según la autoridad, los estados y municipios “perdieron muchos ingresos” con el cierre del comercio, razón por la que hoy se encuentran “pagando un precio muy alto”. “El gobierno no puede permitirse esto por mucho tiempo. Nuestro gasto total ya es de alrededor de 600 mil millones, una cuenta que no esperábamos”, dijo defendiendo su radical postura frente al coronavirus.

Respecto de este ítem, Bolsonaro anunció que si durante la semana próxima “no se inicia el retorno gradual”, deberá “tomar una decisión”.