Escuela de Cine de Chile acepta suspensión de su rector tras acusaciones de acoso sexual y hostigamientos sistemáticos

Escuela de Cine de Chile acepta suspensión de su rector tras acusaciones de acoso sexual y hostigamientos sistemáticos

Por: Natalia Figueroa | 01.04.2020
La denuncia se hizo pública a través de una cuenta de Instagram, en la que se recogen testimonios que dan cuenta de eventuales abusos reiterados por parte de la autoridad académica y productor de cine. El Desconcierto tomó contacto con denunciantes que relataron las manipulaciones y violencia sexual. La Asamblea de Estudiantes exige su renuncia inmediata, mientras que desde la dirección del plantel informaron que se encuentran constituyendo una comisión que investigará los hechos y que Ballestrazzi suspendió sus funciones. Él, por su parte, iniciará acciones legales para esclarecer los hechos.

“Ha tomado pruebas en un lugar aislado, deja que todo el mundo se vaya y se queda solo con ella en la sala. Se aprovecha de que es rector y que la gente no lo toma como algo malo. Ahí se aprovecha para tocar una pierna, una mano (…) Es terrible si lo analizas después (…) Lo más impactante es que él da becas a estudiantes con problemas [económicos] y las llama a su oficina y de eso se ha aprovechado. Hay como una trampa para después manipular emocionalmente”.

Este es el relato de una de las treinta mujeres que han denunciado, vía redes sociales, al director de la Escuela de Cine y productor ganador del Emmy, Antonine Ballestrazzi, de acoso sexual, hostigamiento y tratos homofóbicos. La acusación fue viralizada a través de una cuenta de Instragam en la que aparecen una serie de testimonios anónimos y otros con identidad, que dan cuenta de hechos que se habrían cometido de manera sistemática, entre 2010 y 2018, según los registros recopilados.

La mujer, que solicitó proteger su identidad para entregar su versión a El Desconcierto, recuerda el ambiente ‘familiar’ y de extrema confianza que Ballestrazzi buscaba instalar en clases. La Escuela de Cine de Chile es la escuela de cine privada más antigua del país, por la que han pasado renombrados cineastas como Matías Bize, Marialy Rivas y Sebastián Lelio. Luego de la ida de Carlos Flores y la muerte del otro fundador Carlos Álvarez, en el año 2013 asumió como rector Ballestrazi. “Él tiraba chistes, agarraba confianza y, a veces, era desafiante con algunos alumnos que se revelaban un poco. Ahí se ponía a la defensiva”, detalla.

[caption id="attachment_355621" align="alignnone" width="621"] Rector Escuela de Cine de Chile[/caption]

Cuenta también que las miradas lascivas eran constantes, intimidatorias y que les hacía masaje en la espalda a las estudiantes sin su consentimiento. “Todos sabían que tenía esas actitudes, pero nadie hablaba nada sobre denuncias. Todo esto surgió a principios de 2018, nos juntamos y nos dimos cuenta de que las situaciones eran similares”, comenta, reconociendo estas conductas como patrones abusivos que ejerce en su calidad de autoridad académica. Sobre todo, porque Ballestrazzi también integra la comisión de evaluación de proyectos, una instancia relevante para las y los estudiantes, y es profesor del ramo de producción.

Otra de las denunciantes consultadas fue practicante en el Festival Cine B, dirigido por Ballestrazzi. Así recuerda los hechos: “se aprovechaba que eran de noche y, por supuesto, donde había alcohol (…) Se aprovechaba de mujeres que no tenían los recursos para seguir pagando la carrera”, sostiene.

Luego de esta denuncia pública han llegado una veintena de testimonios que se suman a los que inicialmente manejaban las denunciantes, todos vía Instagram, de distintas generaciones de estudiantes y de otros planteles en los que ha dictado clases. De los testimonios recogidos en la red social, se perfila que Ballestrazzi tenía un estilo en la sala de clases agresivo, utilizaba la burla y el sarcasmo para ejemplificar e intentaba dejar en ridículo a su interlocutor. “Me hacía sentir minimizada en sus clases, sus miradas lascivas constantes me intimidaban, además de estar rodeada de hombres (a veces con ninguna mujer presente)”, se lee en uno de ellos.

En sus clases de producción repetía, según los relatos, que “las mujeres son mejores productoras porque muestran el escote y consiguen lo que quieren”. “Yo estaba concentrada mirando la diapositiva cuando siento que me tocan la pierna, vi que era la mano de Antonino Ballestrazzi. Pensé que se había confundido por un segundo, pero dejó la mano ahí bastante tiempo, me quedé congelada”, relatan. “Antonino se aprovechaba de la ‘buena onda’ y la poca jerarquía con el fin de tener una relación cercana con algunas alumnas. A veces me miraba jugando ping pong y me mandaba corazones por Whatsapp. Los abrazos y las miradas eran todos los días. Después de un tiempo entiendo como él se aprovechaba de mi situación de vulnerabilidad (incluso varias veces me dijo polla). Aunque parezca raro, a los 18 años yo no sabía muy bien cómo defenderme ni tampoco denunciar estas prácticas”,  agregan.

Los relatos advierten que otra de las conductas frecuentes de Ballestrazzi era enviarles mensajes a altas horas de la noche a estudiantes, explícitamente lascivos e incluso amenazantes ante respuestas negativas a sus insinuaciones. Una alumna cuenta su experiencia en Arcos, aproximadamente entre 2008 y 2012, cuando lo tuvo como profesor. “En ese tiempo yo tenía el pelo rubio, él me decía que estaba rica, que era una rubia inteligente e incluso una vez me habló de cómo era su pene: ‘lo tengo corto, pero no importa porque lo que interesa es el ancho’. Siempre me tocaba la espalda en clases y un tiempo le dio de enviarme mensajes del tipo: ‘¿Dónde estás? ¿Con quién estás? Ven a mi casa. Todos esos mensajes en la madrugada. Intenté buscar los mensajes, pero creo que borró su Facebook. Este tipo no puede dirigir nada, ojalá lo saquen de la academia y del medio”, señala la entonces estudiante.

Una mujer que fue su pareja y, a la vez, subordinada de trabajo, cuenta que estas conductas se mantuvieron tal cual en el ámbito labora. “Me da vergüenza asumir que él fue la persona que me trajo a vivir a Chile, porque nunca imaginé la pesadilla que iba a atravesar con él. Vine casi sin conocerlo, habíamos compartido unos tres o cuatro fines de semana juntos, y por alguna locura de juventud. Creí que iba a estar bien probar si la relación funcionaba”, comienza el relato.

Y continúa: “Desde que llegué acá todo cambió entre nosotros, él cada vez más distante conmigo. Sin darme cuenta comenzó a manipularme, mentía y llevaba las cosas a su beneficio. Yo casi no salía de la casa y trabajaba tiempo completo en el Festival Cine/B. De 2011 en adelante me desviví por un proyecto de Festival que él se encargaba de expropiar y tirar abajo con sus comentarios públicos violentos y su poco profesionalismo, además de explotar a la gente que colaboraba con él y quedarse no solo con los créditos, sino que también con algo de dinero, práctica que además ha repetido en otros ámbitos en los que trabaja. Me ha tocado pasar vergüenza con colegas por sus prácticas mafiosas”.

Luego, explica que Ballestrazzi la maltrataba psicológicamente: “Me decía cosas horribles a nivel personal y mi autoestima cada vez estaba más cerca del piso. Me anulaba como persona y cada vez me sentía más sola. Todo a su alrededor era un gran hoyo oscuro que se comía todo, y yo caía, hasta que pude darme cuenta de todo, su machismo y misoginia, su trastorno de personalidad. Me costó mucho salir de ahí porque su influencia era muy grande y yo estaba sola".

Otra profesional asegura que estaban dadas las condiciones para denuncias en la Inspección del Trabajo. “Con Antonino mantuve por algunos meses una relación informal, hace aproximadamente seis años atrás. Nuestra diferencia de edad era de doce años y era mi jefe. Es un tipo sumamente mujeriego e infiel. Así que consideré no tomármelo muy en serio. Vínculos tóxicos en los que cae una cuando está vulnerable y se es más inmadura. Trabajaba con él en la Escuela y luego me sumé al equipo del Festival de Cine B. Es sabido públicamente que Ballestrazzi suele involucrarse sentimental y/o sexualmente con compañeras de trabajo o sumar a sus parejas en su entorno laboral. Puedo dar fe absoluta y meter mis manos al fuego respecto a que todos los testimonios aquí compartidos son completamente veraces”.

Lo mismo reconoce en el siguiente testimonio una ex profesora que impartió clases en el diplomado de actuación de la Escuela:

https://www.instagram.com/p/B-SReytJtco/

En cuanto a los tratos homofóbicos, agregan los relatos, también fueron reiterados hacia estudiantes, tratándolos de ‘maricón’, ‘mariconcito’ o ‘linda’. Eso, sumado a silbidos, voces agudas acompañados de besos y risas. “Dentro de ellas quiero remarcar el hostigamiento que viví por parte de él, cada vez que me encontraba maquilladx, con falda, con ropa que no pertenecía a mi sexo biológico o hasta con shorts cortos este no podía evitar hacer los comentarios de los más homofóbicos o desagradables”, enfatiza.

https://www.instagram.com/p/B-KQqUXhRZQ/

Exigen su renuncia

Ante esta denuncia pública de ex estudiantes, profesoras y practicantes, la actual Asamblea de Estudiantes de la Escuela de Cine redactó una carta durante la semana pasada exigiendo la renuncia de Ballestrazzi.

La carta anterior fue entregada el viernes a la Escuela, la que ese mismo día contestó mediante un correo electrónico a los estudiantes. El Desconcierto accedió a dicho documento, en el cual la dirección lamenta que la denuncia se realizara a través de redes sociales, la que según ellos debió dirigirse por los canales formales de la institución. Señalaron que a la fecha no había ninguna denuncia formal contra Ballestrazzi, quien voluntariamente se suspendió de sus funciones como académico y rector. Además, informaron que se encuentran constituyendo la comisión que llevará adelante la investigación con total independencia de los hechos denunciados. Mientras que Ballestrazzi, por su parte, se enfocará en iniciar su defensa legal para esclarecer los hechos.

[caption id="attachment_355615" align="alignnone" width="579"] Comunicado Escuela de Cine de Chile[/caption]

La declaración fue catalogada de insuficiente por parte de la comunidad estudiantil al no ofrecer ningún tipo de protección hacía las víctimas. “Es claro que las estudiantes van a recurrir ante estos canales, cuando sabemos que la justifica no las protege y, por otro lado, en la vía académica tienen un protocolo contra acoso elaborado por el propio acusado de acosar”, advierte una de las denunciantes contactadas por El Desconcierto.

Ballestrazzi, en tanto, no respondió los llamados ni mensajes que este medio le hizo llegar.