El presidente Bukele de El Salvador ante el Coronavirus
La pandemia del Coronavirus, bautizado como COVID-19, que implacablemente azota desde hace unos pocos meses al mundo está dejando al descubierto que, de una u otra forma, todos somos iguales. Con las tremendas bajas en todas las bolsas del mundo las empresas más poderosas ya le están pidiendo ayuda a los Estados, con lo cual de deja de manifiesto que aquellos promotores del libre mercado que siempre han criticado la injerencia del sector público en sus inversiones, pero cuando están en problemas recurren al único que los puede ayudar para salir adelante. Recordemos que en la crisis subprime del año 2008, cuando la influyente banca norteamericana, después de abusar con los créditos hipotecarios, tuvo que pedir socorro al Estado con el hábil argumento de que las quiebras perjudicaban a los accionistas pequeños y sus clientes.
En nuestro desigual país, para enfrentar preventivamente esta desgracia, se nos dice que debemos lavarnos las manos a cada rato con mucho jabón durante 20 segundos, lo que casi todos podemos hacer, menos aquellas 60.000 familias pobres que se ven obligadas a vivir en destartalados campamentos, localizados en extramuros, sin una miserable gota del vital elemento, es decir, esas 250.000 personas carecen del único antídoto que es de utilidad para no contagiarse. Lo anterior se lo manifestó recién el arquitecto Miguel Lawner al ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, para que esta autoridad asuma su rol en defensa de esos miles de compatriotas.
Con la reclusión obligada en nuestros hogares por mandato de las cuarentenas a nivel país, tal como están las cosas, ellas por plazos indefinidos, no sabemos a ciencia cierta cuál será el desenlace de la desdicha que todos padecemos. Los más optimistas dicen que se terminará pronto y que todo volverá a la normalidad, pero como ello es incierto destacamos lo que ha publicado la prensa internacional respecto a las solidarias políticas implementadas por el presidente de El Salvador, hermoso país centroamericano que, tiempo atrás, me acogió con cariño cuando por 2 años completos laburé allí en una empresa multinacional.
Nayib Bukele, es considerado un mandatario distinto a todos, porque pensando y actuando concretamente en favor de los más desposeídos de su pueblo, implementa políticas modernas y sustentables para salir de la descomunal dificultad que los abruma. El enemigo invisible se introduce en nuestros organismos sin que nos demos cuenta y, como todos ahora tenemos muchos menos ingresos, para paliar esa delicada situación ha anunciado 30 decisiones económicas de la mayor gravitación para el momento que vivimos. A los grandes empresarios les dijo que no era necesario ayudarlos porque, con sus abultadas riquezas, igual se iban a morir con suculentos patrimonios, pues no tienen el tiempo para gastarlo todo Así, ellos dejarán las fortunas amasadas a sus esposas e hijos.
A modo de ejemplos, ha suspendido durante tres meses el cobro de las cuentas de la luz, del agua, del teléfono, cable e internet. En el aspecto bancario también fijó una moratoria por el mismo período para el pago de los créditos hipotecarios de las viviendas y locales comerciales, contemplándose que esas 3 cuotas se reparten en el plazo que le queda al deudor, pero sin intereses. Es decir, si el deudor contrató un crédito a 240 meses y ha pagado por los primeros 60 meses, las cuotas se diluyen en los 180 meses restantes, liberándose de pagar por los meses 61,62 y 63. Sabemos que en Chile algunos bancos están ofreciendo a sus clientes un procedimiento algo parecido, las 3 cuotas se trasladan al término del plazo, pero ¡era que no! , cobrándose los intereses resultantes conforme al comportamiento del cliente.
Asimismo pondrá precios fijos a los productos de primera necesidad para evitar la acción especulativa de los empresarios pícaros, anunciando que a ellos le cerrará sus negocios decomisándole toda la mercadería, reiterándoles que en estos tiempos en donde también mueren los jóvenes, todos debemos sacrificarnos y si los ricos lo hacen con amor y desprendimiento, tendrán asegurada la entrada al cielo eterno.
Por último, nos preguntamos si en Chile el presidente Sebastián Piñera, tan bueno para hablar en los canales de televisión, adoptará solo algunas de las iniciativas de su par de El Salvador. Decimos algunas, pues pedirle todas, sería un ejercicio totalmente vacío.