The Economist critica a Piñera por manejo de la crisis: "Se requiere un enfoque más osado"
Un contundente análisis del manejo de la crisis desatada el 18 de octubre, publicó el medio londinense The Economist.
El medio, con más de 150 años de historia, se ha caracterizado por su rigor periodístico y por seguir una línea editorial liberal que apoya la libertad económica y el libre comercio.
Sin embargo, en su análisis, comienza explicando la situación actual en nuestro país, afirmando que "no es difícil adivinar las causas del descontento. América Latina ha visto poco, o ningún crecimiento económico desde 2013. Su nueva clase medita tiene miedo a tener menos oportunidades. La corrupción ha desacreditado a la clase política. Y hay una amplia sensación de que la democracia no ha proporcionado un trato y un acceso igualitario a los servicios básicos para toda la ciudadanía".
En Chile, agrega el medio, "la derecha identifica el problema como un crecimiento lento, combinado con una clase media más exigente. Para la izquierda, las protestas son una rebelión contra la desigualdad y el "modelo neoliberal" que fue el impuesto por la dictadura del general Augusto Pinochet".
A continuación, el medio desestima los argumentos de la derecha, y sostiene que "a primera vista, las quejas de la izquierda parecen descabelladas. Desde 1990, los gobiernos democráticos han hecho una serie de reformas. Sin embargo, las quejas principales en realidad sí tienen que ver con el legado de la dictadura: un sistema de pensiones privado que no ofrece seguridad en la vejez, un sistema de salud segregado y una sensación de impunidad para los ricos".
"La policía, que alguna vez fue respetada y a la que se le permitió tener su propia dirección, ha demostrado en los últimos años que es corrupta, brutal e incompetente. Necesita una reforma total", agrega el medio.
Sobre el Presidente Sebastián Piñera, se añade luego que "ha ido, desde parecer duro, a reconocer que Chile necesita grandes cambios", y que "como si discutiera un gran acuerdo de negocios, ofreció concesiones al margen de las pensiones, subsidios a la salud y así sucesivamente".
Sin embargo, dichas promesas son vistas con recelo por el medio londinense, para el que "se requiere un enfoque más osado. Muchos chilenos quieren la promesa de un sistema de pensiones con un protección más firma y un sistema de salud pública universal. Eso significa permitir los seguros privados, para abolir los organismos de salud que se conocen como isapres, una invención de Pinochet, los que drenan las cotizaciones hacia un sistema privado caro".
Luego, el medio aborda el tema de la nueva Constitución, preguntándose "¿es una Constitución esencial para lograr estos cambios?".
"Ha sido un recurso de la izquierda en varios países latinoamericanos para tomar el control e imponer un fallido modelo socialista. Pero en este aspecto, Chile es diferente. Aunque ha tenido muchas enmiendas, su Constitución es catalogada como ilegítima, porque se originó bajo el gobierno de Pinochet", dice el medio.
"La nueva Constitución debería incluir un nuevo contrato social. Debería eliminar los obstáculos para reformar la policía, proporcionar una atención de salud universal y regular las universidades privadas. Una población con mejor salud y mejor educación sería más productiva. Una red de seguridad más firme estimularía a los trabajadores a ser más flexibles. Una nueva ley básica podría dar a Chile un nuevo comienzo, y a Latinoamérica un nuevo modelo del cual aprender", concluye el texto.