"Las pieles" de Ramón Muñoz Vela: Voces que gritan por justicia
Por: Elisa Montesinos | 11.03.2020
Haciendo homenaje a "El Río" de Alfredo Gómez Morel, "El Rucio de los cuchillos" de Luis Rivano y "El Príncipe" de Mario Cruz, grandes obras carcelarias, catorce relatos conforman esta singular obra que cruza textos sobre barrios, abusos, violencia, cárcel, muerte, miseria, dolor y sangre.
Cuando hablamos de miseria o marginalidad no solo nos referimos a los espacios geográficos, sociales o culturales que engloba una comunidad. A veces también ciertas obras de arte contribuyen a nuevas miradas sobre este concepto. Así es como aparece Las pieles, del autor nacional Ramón Muñoz Vela. Catorce relatos conforman esta singular obra que cruza textos sobre barrios, abusos, violencia, cárcel, muerte, miseria, dolor y sangre. Es decir, resume la vida en 103 páginas de escenas y acciones que valen la pena leer. Con un lenguaje que se enfoca en tres niveles: formal, informal y coa, nos sumerge en las historias más crueles que, lamentablemente, reflejan la marginación de provincia y la capital. Sea donde sea, la violencia radica desde el mismo poder y somete a los mismos sujetos del escondrijo. Así es como comenzamos la obra con los cuentos “Ad gloriam dei” y “Tití”, en los que el abuso y sometimiento son la temática clave que cruza ambos relatos. La metáfora de la ciudad que invade y tortura al campo con su expansión, se refleja con el personaje de Don Arturo frente a una mujer y sus dos hijos: Los Baratitos, llamados así por el hombre que abusa por el hecho de ser abusado. Un efecto en cadena miserable que aún, en este siglo XXI, perdura.
En “Tití” y “Octavio”, la imagen del Huacho se mantiene con el correr de los años. Si ya Gabriel Salazar plantea un interesante estudio del sujeto huacho del siglo XIX y Sonia Montesinos nos argumentaba que América Latina se forjó a base de madres y huachos, Muñoz Vela nos plantea el acto de misericordia al recoger a un niño de la calle, pero también el sometimiento sexual que se sostiene con él. Descripciones muy sutiles para que la mente haga el resto. Lazarillo de Tormes del Siglo XXI, apreciado desde el Ciego.
El despertar adolescente de la sexualidad se encuentra en “Sub 17” y “Rojo ubérrimo”, donde jóvenes futbolistas y chicos de principios de los ochenta quieren realizar sus primeros acercamientos con el sexo opuesto. Por un lado, en los cafés con piernas y, por otro, en la casa de alguna vecina. La idea del sexo como una ilusión de romanticismo y querer. Ilusiones de la adolescencia.
El relato que más llama la atención por su crudeza y la construcción estructural y moral es “Cuatro cuchillos largos”. Un cuento carcelario cuyo foco es la perpetuación de las leyes del hampa que durante décadas han primado en la cárcel y en las comunidades del lumpen moderno. Sin dejo de drogas ni de avispadas, solo normas de delincuentes que deben hacer justicia y tradición. Haciendo homenaje, tal vez a El Río de Alfredo Gómez Morel, El Rucio de los cuchillos de Luis Rivano y El Príncipe de Mario Cruz, grandes obras de relatos carcelarios, Las pieles se constituye como un conjunto de relatos duros y crudos de digerir frente a una sociedad que masifica el sistema neoliberal, pero que hoy en día lucha frente a esas diferencias que muestra este libro. El abuso, la violencia, el sometimiento son el reflejo de la vida y de cómo este Chile histérico se transforma y siempre es necesaria una voz literaria que se encargue de mostrarla. Aquí está Muñoz Vela para retomar esa ruta de antaño.
Las Pieles
Ramón Muñoz Vela
Ediciones La Polla Literaria
103 páginas
Precio referencial $7.000