Caroline Chaspoul, de Pánico: “En Chile se lucha por derechos que en Francia tenemos hace un siglo ya”
"Todo lo que teníamos que decir sobre pop rock ya lo dijimos. Nuestro trabajo como grupo de ese estilo ya terminó, ya fue, cerramos un ciclo”, decía el líder de Pánico, Edi Pistolas –o Eduardo Henríquez– a La Tercera en una entrevista el 2016, cuyo objetivo era reconfirmar el fin de la emblemática banda y anunciar el nuevo proyecto experimental que emprendía junto a Caroline Chaspoul, Nova Materia.
Así se bajaba el telón de una historia que había comenzado en 1994 con la edición de un EP homónimo cuya carátula tenía como protagonista a Bruce Lee, ícono absoluto de la cultura pop. Justamente dicho material fue cargado a Spotify en febrero de este año, así, como se lee y con excepción del legendario Rayo al Ojo (1998), la plataforma va incrementando el catálogo de la banda que marcó precedentes en el indie chileno tomando elementos del punk tanto en su sonido y audacia, como también en sus canciones de breve minutaje y el método de trabajo DIY (do it your self - hágalo usted mismo).
Sin embargo, Pánico no era sólo una agrupación punk. Había mucho de psicodelia provocadora con gotas de LSD, basta escuchar el cierre de su debut oficial Pornostar (1995) llamado ‘Experiencia super gore’, una pieza de 23 minutos que incluye una conferencia de prensa de Rosita, personaje protagónico del disco cuya ambición es ser una estrella del porno, detalle no menor al considerar un álbum como un concepto y contar la historia de esta aspirante a actriz de películas triple X en 18 canciones.
Desde su casa en Paris, Caroline Chaspoul habla de este trabajo, así como también lo recomienda para introducirse en la discografía de su banda madre: “Pornostar es muy emblemático porque habla de temáticas que aun en Chile no están tan claras, como la libertad sexual, cosas que están sin estar. Es decir, están en la sociedad, pero no de manera política y legal”, nos comenta.
Después de eso agrega que la hija que tiene con Henríquez ya tiene 17 años y que muchos de sus compañeros de colegio son latinoamericanos y hoy escuchan el Pánico de los noventa. “Creo que las letras y la energía de Pánico aún está vigente con las nuevas generaciones, hay una cosa con la música que es obviamente noventera, pero es como cuando nosotros escuchábamos a los Velvet Underground que ya pertenecían a décadas anteriores; es parte de la historia y creo que Pánico tiene su lugar dentro del contexto musical e histórico”.
Posteriormente y después de un disco que tuvo una dispar crítica por la prensa especializada, la banda incursionó con sellos discográficos publicando el EP Surfin Maremoto (1996) y el disco Canciones para Aprender a Cantar (1997). En 1998, regresaron a la independencia con Rayo al Ojo, álbum que dejó en evidencia la influencia que las máquinas ya tenían en ellos. Y en ella. Esa electrónica fue brillantemente mezclada con punk y música tropical en el disco Telepathic Sonora (2001), en el cual contaron con la colaboración de Atom Heart. Cuatro años después y, desde el país galo, llegó el momento de la bomba punketa electrónica Subliminal Kill (2005), disco que incluye los éxitos ‘Transpíralo’, ‘Afetaminado’ y ‘Lupita’. “Amo ese disco, pero eso ya es siglo XXI”, aclara Chaspoul.
Lo que vino después siguió la línea sonora definida por el disco recientemente mencionado, punk electrónico con Kick (2010) y tres años más tarde concibieron Resonancia (2012), un disco pachamámico que los conectó con la tierra, las montañas y el desierto, ya que fue grabado en el norte durante una investigación sonora que probablemente sirvió de inspiración para lo que serían los sonidos de Nova Materia, el dúo que conformaron Caroline junto a Eduardo en 2016, confirmando definitivamente, hasta entonces, el cese de actividades de Pánico.
“Es muy emocionante volver a hacer Pánico justo en este momento de la historia de Chile”, reconoce y agrega que la reunión se gestó gracias a que Sebastián de la Barra, director de Lollapalooza, les propuso el reencuentro para celebrar los diez años del festival en Chile.
– ¿Será con la formación original?
– Seremos Sebastián Arce, baterista original (Tatán Cavernícola), Guillermo Memo Dumay (Memoria Radial) que entró con el disco Rayo al Ojo y tendremos invitados especiales. La idea no es reformar a Pánico, todos estamos con nuestros proyectos por separado, a menos que algo increíble pasara entre nosotros.
– ¿Cómo será la dinámica, están ya ensayando?
– Por ahora, cada uno trabaja por su lado y llegaremos a Chile para reencontrarnos y ensayar, especialmente de los primeros discos, la idea es retomar la intensidad que tenía Pánico en los noventa.
– ¿El show entonces se basará en el Pánico noventero?
– Todo el repertorio de Pánico en Chile de los noventa invoca lo que está sucediendo, de manera no tan literal pero evocativa. Es música, no es política, pero obviamente estábamos apelando para que la sociedad chilena lograra tener cosas que se merecen.
– ¿Crees que el estallido chileno tiene algo de similar con las protestas de los chalecos amarillos en Francia?
– Tienen cosas en común, pero a la vez es muy distinto; en el caso de Chile, se siente venir esto desde hace unos quince años aproximadamente. Las reivindicaciones chilenas me parecen obvias, justificadas y esperadas como el derecho a la educación, a la salud; cosas que son realidad en una sociedad moderna y rica, es normal tener, es lo mínimo. La sociedad francesa cuenta con salud y educación desde la Segunda Guerra Mundial; entonces hay un cambio de sociedad bastante mayor entre lo que pasa en Francia y en Chile, ya que allá se lucha por derechos que nosotros tenemos desde hace casi un siglo ya.
– ¿Y cuál crees que sería el punto en común?
– Creo que el rechazo en contra de las diferencias de las clases sociales. En mi país, la clase mayoritaria es la media, pero en los últimos años se ha ido empobreciendo y se ha creado una mayor brecha con la clase alta; eso explica mayormente las protestas de los chalecos amarillos. Nuestras reivindicaciones son más múltiples que en Chile, allá hay cosas básicas claras, la constitución, la salud y la educación, cosas que son evidentes.
– Y respecto al feminismo, ¿en qué etapa crees que estamos?
– El feminismo es un término que pertenece a la generación de mi madre, como término está bien pero hoy en día va más allá que eso, es un replanteamiento del rol o la manera de cómo la mujer puede actuar en el futuro, darle el lugar que se merece y ser un avance para la humanidad. Esta evolución, que va más allá del feminismo, de pensar en la mujer, no necesariamente en oposición con el hombre, si no como resaltar el valor de la sensibilidad, también masculina. Eso es algo que dentro del contexto actual puede dejar atrás como la humanidad ha avanzado por 2000 años y encontrar otra manera que le da más espacio a la mujer en la sociedad.
Pánico tocará en Lollapalooza el domingo 29 de marzo. Además, tienen programado un sideshow el miércoles 1 de abril en el Teatro Cúpula Multiespacio, cuyas entradas están disponibles a través de Puntoticket.