De Barcelona a Nueva York: chilenos "patiperros" exigen participar en proceso constituyente
Viven lejos de Chile, pero la distancia no impide que se sientan más apegados que nunca a su país de origen. Desde hace cuatro meses, siguen atentamente los acontecimientos que allí ocurren pendientes en todo momento de las redes sociales. La comunidad de chilenos y chilenas en el extranjero se articuló prácticamente al mismo tiempo que lo hicieron las primeras asambleas territoriales dentro de Chile. Las protestas del 19 y 20 de octubre ante los consulados y embajadas chilenas fueron el paraguas bajo el cual se forjó la movilización de los compatriotas más allá de las fronteras chilenas. Desde entonces, esa estructura no dejó de crecer y hoy agrupa 130 asambleas de todo el mundo que conforman la Red Chile Despertó Internacional.
“Éramos gente que no nos conocíamos de nada y motivados por el dolor, la rabia y la impotencia llegamos a eso”, explica Miguel Campillay, miembro de la Asamblea Chile Despertó de Barcelona. Tanto él como su pareja Carolina Andana participan desde el inicio en la organización, que cada lunes convoca a sus integrantes a una asamblea en la Casa de la Solidaridad de Barcelona, en pleno barrio del Raval. “La primera semana nos propusimos ser una caja de resonancia de todo lo que ocurría en Chile: las protestas, las violaciones a los derechos humanos, la militarización…”, comenta ella. Con el paso de los días y la profundización de la crisis, la necesidad de implicarse en el proceso de cambio político y social fue cada vez mayor. Tanto que hoy los residentes en el extranjero quieren ser un actor político más, como las asambleas territoriales o los movimientos sociales. “Queremos pelear con lo que podamos, no sólo apoyar, sino luchar con las herramientas que tengamos acá, conformando una más de las asambleas de Chile, pero desde otro territorio”, explica Andana.
Su primera “pelea” persigue un objetivo que irá tomando peso a partir de marzo y a medida que se acerque octubre, con el despliegue de la campaña para elegir a las 155 personas que redactarán la nueva Constitución, siempre que gane el “Apruebo” en el plebiscito previo. Reclaman la creación de un nuevo distrito –el 29– que les entregue ocho constituyentes para representar y defender sus intereses en el exterior.
Reconocidos como "actor político"
En 2016 el gobierno de Michelle Bachelet aprobó la ley que permite la participación vinculante de los chilenos en el extranjero únicamente en plebiscitos y elecciones de la Presidencia. Bajo esa normativa, pues, los compatriotas que no viven en Chile quedan excluidos de la elección de los futuros constituyentes.
Para revertir esta situación antes de octubre, la Red Chile Despertó Internacional plantea crear un nuevo distrito para quienes residen en el exterior y que éste aporte al órgano constituyente ocho representantes. Según aseguran desde la organización, esta opción los reconocería como actor político propiamente tal, con sus necesidades e intereses.
“Somos una comunidad política con experiencias, demandas y problemas propios”, comenta Sebastián Guzmán, miembro de la Asamblea de Nueva York, una de las que trabaja con la Red. “Para nosotros es importante tener representantes propios en la convención constituyente porque, como comunidad, tenemos nuestros propios problemas y estamos más aislados de las discusiones de cada distrito”, añade. Guzmán, quien es profesor de Sociología de la Universidad Estatal de Nueva York, apunta que un candidato o candidata de cualquier distrito de Santiago “no tendrá mucha preocupación” por lo que opinen o necesiten “los pocos chilenos en el extranjero que residen en Puente Alto, por ejemplo”.
Cifras oficiales vs cifras reales
La reserva de los ocho escaños para sus representantes será, previsiblemente, la meta más compleja de lograr. Es un debate aún por instalar en la agenda. Por ahora, la discusión se centra en garantizar la paridad de género, la participación de los pueblos originarios y las figuras independientes. Pero no va más allá. Desde la Red, en cambio, insisten en recalcar la idea de que hay más de un millón de chilenos en el extranjero –según los datos de los consulados y del censo de 2016–, lo que representaría un 5,5% de la población total de los chilenos en el mundo. Una cifra, pero, que dista mucho de la que publicó en enero el Servel en el padrón electoral del plebiscito, cuando habilitó a 58.100 residentes en el exterior.
La cifra se obtuvo luego de abrir un período de 120 días para que quienes residen fuera de Chile se registraran en los respectivos consulados. Una “acción adicional” que ha sido blanco de críticas por parte de los chilenos en el extranjero. “El hecho de obligarnos a inscribirnos a ese registro específico, a pesar de estar ya inscritos en los consulados, es un plan con maña que nos supone un gasto económico y de tiempo, incluso de pedir permiso a nuestros trabajos”, lamenta Marisol Torres, integrante de la Asamblea Chile Despertó México. “Chile tiene muy pocos consulados. En México, un país con 100 millones de habitantes, sólo hay en Ciudad de México”, añade.
Algo parecido ocurre en Estados Unidos. “Acá, en el noreste hay uno en Nueva York, pero la gente que vive en Filadelfia, Boston o alrededores tienen que viajar muchas horas. Muchos no van a venir hasta acá para votar o para inscribirse porque significa un costo económico y de tiempo”, indica Sebastián Guzmán. “El trámite no es fácil ni automático si uno vive lejos de las ciudades principales”, agrega.
Marisol Torres, quien trabaja en la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados de México, considera que se está relegando a los chilenos en el exterior a ciudadanos “de segunda clase” porque se les impone “una acción adicional que los chilenos en Chile no tienen que hacer para sufragar”. Para ella, “es un tema de derechos humanos que, además, pertenece a la Agenda 2030, donde la equidad y la igualdad son pilares fundamentales de los objetivos de desarrollo sostenible”.
Para facilitar el acceso a voto, de partida en el plebiscito, la Red quiere instar al Gobierno a costear el desplazamiento de quienes viven lejos de los consulados o a colocar “urnas móviles” en espacios públicos, como las municipalidades, de las ciudades de acogida.
[caption id="attachment_342910" align="alignnone" width="800"] Protesta chilenos y chilenas en México / Foto: Asamblea de Chilenos Movilizados[/caption]
Tres opciones para distribuir los constituyentes
El proyecto de ley que ha levantado la Red sostiene que “distritos en Chile con población similar a 1.037.346 [el dato que arrojó el censo] tienen ocho representantes o constituyentes, por lo que nos corresponderían también ocho”. La distribución de éstos podría hacerse, según el documento, a partir del “desglose” de la comunidad chilena en el exterior: 50% en Sudamérica, 26% en Europa y 24% en el resto del mundo. Por eso, proponen tres opciones para que cada asamblea en el exterior elija la que prefiera. La primera propone crear tres distritos diferentes para Sudamérica (4 constituyentes), Europa (2 constituyentes) y el resto del mundo (2 constituyentes); la segunda crea un sólo distrito con los ocho constituyentes; y, por último, crear dos distritos con cuatro constituyentes cada uno (Sudamérica y resto del mundo). “Esta es una opción intermedia entre las anteriores que asegura que Sudamérica no esté sobrerrepresentada y genera un sistema más o menos proporcional para las listas que obtengan cerca de un cuarto de los votos.
Actualmente en países como Colombia, Ecuador, Francia, Italia y Portugal se reservan escaños del Parlamento para nacionales residentes en el extranjero. Hacia allá ha mirado la Red Chile Despertó Internacional para elaborar su propuesta. Sin embargo, en el Congreso Nacional las iniciativas para permitir el voto de los compatriotas en el exterior pasan por fórmulas más simplificadas. Por ahora, ha trascendido el anuncio del proyecto del senador Manuel José Ossandón (RN), aunque no se conocen los detalles, y el proyecto de reforma constitucional presentado por un grupo de senadores de oposición –Alejandro Navarro (PRO), Adriana Muñoz (PPD), Yasna Provoste (DC) y los senadores Alejandro Guillier (IND) y Juan Ignacio Latorre (RD)– que, además de permitir la elección de los representantes, permitiría que un connacional residente fuera del país pueda ser elegido dentro del mecanismo constituyente.
Por su parte, el Servel ya ha dejado claro que sólo podrá habilitar la votación de los chilenos en el exterior en el proceso constituyente mediante "una norma expresa" . De no haberla, sólo podrán participar en los plebiscitos de entrada y salida.
Desde la Red llevan semanas trabajando con los equipos técnicos de varios parlamentarios para poder incluir su propuesta en las iniciativas que se están levantando. “Queremos instalar en cada proyecto nuestras demandas y alejar el fantasma que el voto extranjero es de izquierda o extrema izquierda”, sostiene Betzabeth Marín, integrante de la Asamblea Chile Despertó Barcelona. “La derecha chilena defiende que quienes viven afuera son exiliados de dictadura, pero hay que darle la vuelta a eso. La prueba es que en las elecciones de 2017, en Barcelona ganó Beatriz Sánchez, pero en Ciudad México ganó Sebastián Piñera”. Según ella, la comunidad está compuesta por perfiles diversos: desde los exiliados y sus familiares, hasta los estudiantes, investigadores y quienes han salido de Chile buscando mejores condiciones laborales.
[caption id="attachment_342911" align="alignnone" width="958"] Protesta de comunidad chilena en Union Square, Manhattan, Nueva York / Foto: Facebook[/caption]
Ser protagonistas
“Nos preocupa que nos traten de excluir del proceso o ser moneda de cambio para las demandas que se instalarán desde Chile, por ejemplo para garantizar paridad”, señala Sebastián Guzmán.
Ese es uno de los temores del colectivo que se abordará en la asamblea virtual internacional del próximo 15 de febrero. Una cita en la que participarán los voceros de todas las asambleas internacionales para definir sus objetivos, vínculos y acciones al corto, medio y largo plazo. Su forma de participar en el proceso constituyente será otro de los puntos principales del orden del día.
“Tenemos la seguridad de que la ampliación de los derechos civiles y políticos de personas chilenas en el exterior permitirá [...] el aporte de ideas y experiencias concretas para hacer de la sociedad chilena una sociedad más justa, equitativa y solidaria”, reza la propuesta de la Red.
La comunidad de chilenos y chilenas en el extranjero busca su lugar en el proceso constituyente que se abre en Chile y no quiere un papel secundario. Quieren ser protagonistas desde su experiencia como migrantes. En el fondo, dicen, toda su batalla va de más democracia.