Felipe Berríos sobre el estallido social: "Hay una Iglesia que no entiende lo que hoy está pasando"
El sacerdote jesuita y activista, Felipe Berríos, habló sobre el rol de la Iglesia tras la revuelta popular, el "silencio total" de la jerarquía eclesiástica, y qué se debería esperar del Gobierno en marzo del presente año.
Berríos, en conversaciones con Bío bío, afirmó que "la Iglesia popular, la gente que es la verdadera base de la Iglesia, ha estado en la calle manifestándose. Ahora lo que se ha echado de menos es la jerarquía, con un silencio total y no solo silencio, sino que también la sociedad no los escucha".
Sobre la presencia de la Iglesia durante las violaciones a los derechos humanos desde el 18 de octubre, el sacerdote declaró que "uno echa de menos una jerarquía de la Iglesia más consecuente con el Evangelio, en la calle con la gente, que hubiese hecho algo cuando la gente perdía los ojos", afirmando que ellos, desde la Iglesia, deben pedir perdón, asegurando que se esperaría alguna palabra desde la jerarquía, últimamente desautorizada y desconectada de la gente.
Respecto la desconexión de la Iglesia, Felipe Berríos ejemplificó con un tema aparte que, afirma, aún le molesta. "La formación de los nuevos sacerdotes es clave y en la Facultad de Teología de la UC, a Jorge Costadoat, que es uno de los mejores teólogos, no solo en Chile sino que en Latinoamérica, le han prohibido enseñar. Eso se lo prohibió monseñor Ezzati y ahora le volvieron a renovar el castigo. Eso indica que hay una Iglesia que no entiende lo que hoy está pasando", declaró.
Al preguntarle sobre lo que debería pasar con la Iglesia, Berríos afirma que "uno espera que los pastores sean pastores y que sufran con el sufrimiento de la gente, se alegren con la alegría de ellos. Entonces, ante estas situaciones que estamos viviendo en Chile, tan profundas, el silencio de los distintos obispos nos desconcierta".
"Uno dice: 'Bueno, ¿dónde están? No ven lo que está pasando, no sienten con la gente'", continuó. "Creo que ha sido muy desconcertante y triste para los católicos el rol de la jerarquía en este momento", recalcó.
Al respecto, sostuvo que para solucionar los problemas de desconexión hay que "meterse con la gente" y con las demandas sociales. Incorporar a la mujer a los mandos de la Iglesia, por ejemplo.
Felipe Berríos resume el estallido social en la frase "Chile despertó", argumentando que "las grandes manifestaciones han sido porque la gente quiere estar junta, en una sociedad que nos planteaba lo individualista, en que cada uno anda preocupado de lo suyo".
"Y al mismo tiempo cantaban 'El baile de Los que Sobran'", continuó, "no quieren que nadie quiere fuera del progreso del país y también el derecho a vivir en paz. Creo que la gente quiere cambios profundos en la sociedad chilena, además de peticiones como mejores pensiones, salarios, salud y educación, la gente pide un trato distinto entre los chilenos. Eso es lo más fundamental, que nos tratemos igual, no que haya chilenos de primera o de segunda", finalizó al respecto.
El sacerdote recalcó su apoyo a una Nueva Constitución a través de una Convención constituyente, dado el desprestigio de las autoridades.
Al ser preguntado sobre "los hechos de violencia" durante las manifestaciones, Berríos separa la protesta de la violencia, detallando que los saqueos no son una forma de protesta, son parte de la delincuencia y no debe ser mezclado con las manifestaciones.
Sobre lo que se espera con la llegada de marzo, el sacerdote afirmó que el conflicto "debería resolverse con inteligencia". "Una represión a ciegas y sin inteligencia detrás es apagar el fuego con bencina y la violencia con más violencia", declaró al respecto.