En 2017, el grupo nacional Adelaida publicó Paraíso, su segundo álbum. Gracias a esa obra, pudieron girar por Asía y Norteamérica, además en 2018 se llevaron el premio Pulsar de Mejor Artista Rock. Tres años después llegará Animita, su tercer larga duración, del que ya se conocen las canciones: ‘Fantasma’ y ‘Perdida’.

Según ha comentado el grupo en sus redes sociales, Animita partió en el Cementerio de Playa Ancha, cuando Jurel Sónico (vocalista del grupo) le hizo una manda a Émile Dubois, la que le devuelve con este álbum. El arte del disco fue hecho por Gabriel Holzapfle (baterista del conjunto) o más conocido como Lele, quien creó una placa de mármol para la portada del álbum. Émile Dubois fue un asesino francés que vivió en Valparaíso a comienzos del siglo XX. Dubois pasó a la historia como un justiciero, tras ser fusilado por matar a algunos millonarios europeos que vivían en el puerto.

El equipo de Babel escuchó lo nuevo de Adelaida y acá te dejan su #PrimeraImpresión:

César Tudela: De haber sido compuesto en los 90, 'Perdida' seguro hubiese integrado algunas listas de las mejores canciones del rock alternativo. Pero el tiempo pasa y nos vamos poniendo retros: acá hay riffs de la mejor escuela Pixies y Ride, o sea, llenos de actitud y densidad. Los porteños no esconden su fascinación por ese ya viejo rock, haciéndolo conjugar con el presente. Y claro, como en los tiempos idos, es una canción con esa clásica mezcla de angustia existencial, un clima pantanoso y una pared etérea de voces.

Cristofer Rodríguez: Pesada de entrada y con una estructura armónica sencilla, pero que engancha. La fuerza de los riffs de Smashing Pumpkins, la cadencia reposada de Pixies y los timbres de un explorador Cerati, en una canción que se para en el rock pesado mientras mira tentativamente el shoegaze. Tal vez faltó un estribillo que lleve a otro nivel la canción luego del minuto de escucha, considerando que es un single de adelanto de un disco próximo a publicarse, pero desde el punto de vista energético, es un buen preámbulo sonoro de un álbum que, al parecer, nuevamente tendrá en la producción un punto fuerte.

Bastián Fernández: Con ‘Perdida’, Adelaida da un paso hacia un sonido más oscuro, que coqueta con el Pixies de Doolittle (1989) y el sonido de su primer álbum, Madre Culebra. La combinación te hace sentir como si estuvieras caminado a oscuras por los cerros porteños. La canción sigue la línea mostrada en ‘Fantasmas’, el primer adelanto de Animita, en cuanto a producción y sonido. Todo parece indicar que en su próximo material de estudio, la banda apostará por recrear paisajes y jugar con la intensidad, para así mantener atento al escucha. Con solo dos adelantos, ya se perfila como uno de los grandes álbumes de rock del 2020.