"La Fortaleza" de Francisca Valenzuela: Feminismo de lo sensual a lo emotivo
Hace un rato venían sonando los singles que adelantaban el último lanzamiento de Francisca Valenzuela, ‘Tómame’, ‘Ya no se trata de ti’ y recientemente ‘Flotando’, que estrenó videoclip los primeros días de enero. Sesiones sonoras parciales de un álbum que, en su totalidad, se lee como un relato en primera persona de Valenzuela, luego de cuatro años de silencio discográfico. Una Francisca completamente desenvuelta, con un sonido maduro, un discurso claro y un manifiesto pop actualizado, que es recorrido abierto de sentires, resoluciones, caídas, resiliencias y catarsis. Manifiesto de una “normal mujer”, como tituló al décimo track.
La portada de La Fortaleza muestra, tal como lo dice la palabra, una fortificación que habita tanto en ella, como en sus compañeras, entregando un mensaje conglomerante y en sintonía con las luchas feministas. Mujeres que no temen en exponer su piel, pese a los eventuales titulares que concentren su atención en la imagen, más que en el contenido (como efectivamente se vio en algunos medios nacionales tras su estreno). El sentido sensual y directo de la imagen dialoga con la desnudez y lo genuino de las temáticas del álbum, muy evidente en el tono erótico de ‘Tómame’ (“Yo quiero que hagas conmigo las cosas que nunca has hecho”), aunque también, en las emociones íntimas de ‘Ansiedad’ (“Tengo una ansiedad / No me deja respirar / En la mañana me levanto sin saber / ¿Será hoy día un día igual que ayer?”).
Si desde antes encabezó la iniciativa Ruidosa Fest como vitrina que visibiliza a la mujer en el medio musical local, este disco –el primero por Sony Music Entertainment–, refuerza el sentido feminista que ha acompañado a la compositora por prácticamente toda su carrera. Una narrativa que no es solo discursiva, sino también sonora. El sentido pop, que a veces colinda con ciertos rasgos del neoperreo y la nueva música latina urbana es un mensaje en sí mismo, que sitúa a una nueva Francisca Valenzuela en el paisaje de otras mujeres de la historia del pop latino que levantaron la necesidad de activar sexualmente a la mujer como sujeto de deseo. ‘Tómame’, ‘Boca’ o ‘Una noche contigo’ se inscriben en esta línea. Aunque también cede espacio para composiciones de carácter más tradicional y que recuerdan a la joven compositora que debutó a fines de la década pasada, como ‘Flotando’, ´Al final del mundo´ (con Claudio Parra de Los Jaivas al piano) y la canción homónima, ‘La fortaleza’.
¿Es confuso este viaje zigzagueante entre lo sensual y lo íntimo, lo corporal y lo emocional? Para nada. Valenzuela alcanza una madurez discursiva que permite que entremos fácilmente en su cabeza, provocando empatía en el auditor. Cada canción es una invitación a un mundo diferente de la compositora, algunos más frágiles y vulnerables, otros colectivos y contingentes, donde también hay una lucha interna pero siendo en todas su propia heroína, permitiéndose ser tal cual es, con todos sus grises. “No hay héroe que me arregle / No hay vida que me contenga”.