En medio de acusaciones por machismo, corrupción, incompetencia y violación, se desarrollará este domingo una nueva versión de los premios Grammy. Tras conocerse que Deborah Dungan, primera mujer CEO de la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación, fue suspendida de sus funciones el pasado 17 de enero debido a una “licencia administrativa”. Según consiga el diario El País, esto ocurrió por una queja en su contra, en la que se le acusó de crear un ambiente tóxico y  ser una acosadora.   

Dugan llegó hace cinco meses a la dirección de los Grammy, bajo la premisa de los nuevos aires que se avecinaban para la institución y un cambio en su imagen machista.

Frente a las acusaciones en su contra, Dugan decidió hacer público sus descargos acompañada de su abogado en el programa estadounidense Good Morning America. Ahí explicó que el jefe legal de los Grammy intentó propasarse con ella la primera vez que salieron. Además, señaló que existe una cultura machista muy arraigada en la empresa y que por sus quejas contra estas la suspendieron. Finalmente señaló que tenía planes de cambiar la Academia desde adentro y que por eso fue despedida.

El martes previo a su aparición en la pantalla chica, demandó a los Grammy por supuestos avances sexuales por parte de Neil Portnow, el ex mandamás de la institución. Además, señaló que le pidieron que le entregara a Portrow un contrato por 750.000 dólares al año, por asesorías. También, comentó que hay conflictos de interés al interior de la empresa, denunció que existe un sistema corrupto de votaciones y aseguró que se han presentado denuncias por violación contra Niel, las que frente a la prensa ha negado y comentado que es “absurdo y falso”.

Bajo ese ambiente se realizará este domingo una nueva edición de los Grammy, la que tendrá como anfitriona a la cantante Alicia Keys y que contará con los shows de Billie Eilish, Ariana Grande y Lizzo, como los grandes estelares femeninos.