
Trabajadores del Colegio Notre Dame: “Respaldamos a Ayelén Salgado"
En Santiago, con fecha 21 de enero de 2020, los y las abajo firmantes, miembros del Sindicato de Trabajadoras/es del Colegio Notre Dame de Peñalolén, queremos entregar públicamente nuestro respaldo a la egresada de nuestro colegio el año 2019 y que actualmente es Vocera de la ACES (Asamblea coordinadora de estudiantes secundarios), Ayelén Salgado, así como también a toda su familia.
Ayelén Salgado y Víctor Chanfreau (egresado del Liceo Experimental Manuel de Salas), han sido los rostros visibles de la protesta estudiantil en el estallido social que se inició el 18 de octubre y que, junto a millones de ciudadanos y ciudadanas, han denunciado la precarización de la vida bajo un sistema económico y político que consagra constitucionalmente como bienes de mercado aspectos esenciales de la vida como la salud, la educación, las pensiones, la vivienda, etc.
Ayelén, como Vocera de la ACES, ha hecho visible la enorme desigualdad social, económica y de acceso a derechos fundamentales que existe en Chile, siendo este uno de los países que ostenta el récord dentro de los países de la OCDE en este aspecto. La existencia de esta desigualdad, violenta desde cualquier punto de vista, ha impactado a Ayelén y a muchos estudiantes, y los ha llevado a hacer algo, a comprometerse con un sueño que es colectivo, a posponer tal vez sus propios proyectos individuales, de modo de lograr un nuevo Chile en donde la Justicia Social sea uno de sus pilares fundamentales.
Su pasión, propia de una joven que cree en lo que lucha y que está convencida de que colectivamente se pueden lograr los sueños de una comunidad, la ha llevado a adoptar un compromiso claro y radical en esta crisis social, en la búsqueda de cambios no solo en “la medida de lo posible”, que bien conocemos los que vivimos la política de los primeros gobiernos postdictadura, sino que de un cambio fundamental de la sociedad “hasta que la dignidad se haga costumbre”, y, como es de esperar de esta icónica frase, esta lucha ciudadana no admite medias tintas, y exige un compromiso de todos y todas y en particular de quienes nos gobiernan.
El Gobierno de Chile, lejos de una actitud de diálogo, ha criminalizado el accionar de los y las jóvenes, presentando, entre otras, una querella en contra de Ayelén, invocando la ley de seguridad del Estado por “la incitación, lo promoción de la interrupción o afectación de un servicio de utilidad pública”, haciendo equivalente el llamado a manifestaciones de la ACES en contra de la PSU, al ataque a un hospital, a un acto terrorista a una torre de alta tensión o a impedir la libre circulación de los ciudadanos.
El Gobierno señala que la ACES, con su llamado a manifestación, impide el derecho a la educación superior de muchos postulantes, criminalizando la protesta y la acción concreta de los manifestantes en contra de un sistema de admisión universitaria que, a través de la PSU, es el que realmente impide el derecho a la educación de miles de jóvenes, principalmente los más vulnerables. Es el Consejo de Rectores, a través del DEMRE, el que excluye de sus aulas a jóvenes talentosos que no tuvieron la posibilidad de prepararse para una prueba y que si no quedan seleccionados no es por falta de compromiso, estudio o esfuerzo como acostumbran a señalar simpatizantes de cierto sector político.
La PSU no es solo un termómetro que muestra la desigualdad educacional chilena, como se señala regularmente. También es un negocio que mueve millones de pesos anualmente desde el Estado y desde los postulantes hacia la Universidad de Chile (encargada de la PSU), que implica también la asignación de recursos estatales a las universidades que reciben a los postulantes con mejores puntajes (no necesariamente a los mejores estudiantes) y que es usado para la asignación de beneficios universitarios a los estudiantes de primer año de universidad, aspectos que han sido criticados en al menos dos informes internacionales sobre la PSU, sin haberse visto cambios en los años posteriores.
Como ciudadanos y ciudadanas, sindicalizadas/os del Colegio Notre Dame que adscribimos a esta declaración, rechazamos categóricamente la criminalización y las querellas del Gobierno hacia los estudiantes secundarios, en particular hacia Ayelén y le damos a ella nuestro apoyo y respaldo en este proceso, porque la conocemos, porque hemos compartido con ella y porque nos impulsa, con su ejemplo, a creer que un Chile más justo y solidario es posible y nos mueve a actuar en nuestra comunidad educativa en donde, como trabajadores y trabajadoras, tenemos mucho que escuchar, decir y hacer.
Trabajadores(as) adherentes a esta carta | ||||
Marta Aguilera | Igor Albornoz | Alexis Álvarez | ||
Mónica Aravena | Joaquín Bravo | Manuel Calcagni | ||
Nicolás Carrasco | Gema Catalán | Camila Contreras | ||
Fernanda Echeverría | Felipe Farías | Daniela Fernández | ||
Alejandra Fritz | Pamela Galaz | Paloma Gatica | ||
Katherine González | Patricia Hernández | Daniela Hernández | ||
Claudio Jara | Rodrigo Jiménez | María Paz Lab | ||
Henry Leal | Mirta Loyola | Ricardo Lucas | ||
Claudia Mallea | Katherine Martínez | Danilo Morales | ||
José Miguel Muñoz SM | Constanza Muñoz | Juan Olivares | ||
Gonzalo Pastorini | Susana Pérez | Estrella Poblete | ||
Patricio Quiroz | Angelina Raby | Mijail Reyes | ||
Daniela Rubilar | Pamela Rubio | Loreto Saffie | ||
Jennifer Santelices | Isabel Schiappacasse | Héctor Silva | ||
Karla Soto | Alejandro Toro | Luis Valdebenito | ||
Alejandra Vargas | Macarena Villarroel | Loreto Zúñiga | ||
Cecilia Franco | Denise Abbott | Carolina Pérez | ||
Jacqueline Levio | Claudia López | Paz Irarrázabal | ||
Eugenio Lorca | Pilar Vivanco | Verónica Cifuentes |