Catherine Paquette, Doctora en urbanismo: “Hay una desconexión total del mercado inmobiliario con las necesidades y posibilidades de las personas”
Catherine Paquette es una experta en urbanismo que no tiene problemas en denunciar en el capitalismo los orígenes de las problemáticas inmobiliarias. La académica del Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo Sostenible (IRD) y Doctora en Urbanismo especializada en desarrollo sustentable, posee una extensa experiencia en consultoría para organismos internacionales y gobiernos de latinoamérica.
En ese contexto, Paquette ha podido observar tanto en la teoría como en la práctica el desarrollo urbanístico de los últimos veinte años, generando como respuesta líneas de trabajo en regeneración de barrios de vivienda social deteriorados, a través de políticas de producción habitacional masiva.
En conversación con El Desconcierto, Paquette advirtió sobre los riesgos del urbanismo de hoy, enfocado en la sustentabilidad pero dejando de lado lo social, y ahondó en las medidas que en Europa ya se están tomando ante la problemática mundial de valores inmobiliarios inalcanzables.
—Usted se ha referido a la problemática de que hoy el foco urbanístico estaría en “lo verde”, lo sustentable. ¿Por qué esto sería un problema?
"Hoy en día, cuando estamos implementando políticas en materia urbana, en favor de lo que se llama la 'ciudad sostenible', tendemos a privilegiar los aspectos ambientales, la dimensión de la ciudad verde. Por ejemplo, en un tema tan importante como el tema de la vivienda social, estamos implementando esto de la vivienda social verde. Estamos trabajando en esta dimensión de lo ecológico, de lo verde, olvidándonos un poco de lo social. Pero va más lejos aún el problema, porque lo que está pasando es que lo que estamos haciendo en beneficio de la ciudad verde, muchas veces se hace en detrimento de lo social, con impactos sociales negativos".
—¿Puede dar un ejemplo de esta situación?
"Un ejemplo es el de la vivienda social con calentadores solares, con un real esfuerzo para que tanto la vivienda como el conjunto habitacional sea sostenible, que haya reciclaje de agua, etc. Pero ponemos este conjunto a treinta kilómetros de la ciudad en medio de la nada. Sin servicios, sin equipamientos. Entonces estamos haciendo conjuntos sostenibles en lo ambiental, pero totalmente insostenible en lo social. Otros ejemplos son todo lo que se hace por la calidad del aire. Vamos a poner más impuestos a los vehículos que son contaminantes, la idea es buena en teoría realmente, porque tenemos que cuidar el aire y la calidad del aire. Pero, ¿qué es lo pasa?, que la gente que requiere de su vehículo para ir de su casa, que está lejos de la ciudad, a su trabajo, que son de estratos medio bajos o bajos, muchas veces no pueden pagar los vehículos menos contaminantes, entonces estamos perjudicando con una buena idea, una buena iniciativa, el lado social".
—Los elevados valores inmobiliarios, que en Chile ya han sido denunciados incluso por la Cámara Chilena de la Construcción, ¿son una problemática mundial?
"Sí, en particular del suelo y la vivienda, afecta a grandes partes de la población. A mí, por ejemplo, se me hace realmente asombroso el caso de Nueva York. Si uno quiere vivir en Nueva York y no quiere vivir demasiado lejos, aunque tenga cuarenta años, tenga un trabajo bueno, bien pagado, estable, tiene que compartir con alguien, porque no le alcanza para vivir solo".
—¿Y cómo se ha abordado esta problemática en el mundo?
"Aquí tengo el ejemplo muy interesante de Berlín. Allí acaban de tomar una medida realmente drástica, que es el congelamiento de todas las rentas, para los cinco próximos años. Nadie toma este tipo de medidas. Muchas ciudades están ahora limitando el alza de las rentas, o sea, ‘puedes incrementar tu como arrendador, pero no más allá de esto’. Es más atrevido lo de Berlín. Esto sucedió porque en Berlín el 80% de la población son arrendatarios. Y las rentas subieron en 104% en 10 años. Y eso es totalmente insostenible para muchísimos hogares. Entonces ellos estuvieron presionando, grupos organizados, pidiéndole a las autoridades, manifestándose, marchas, realmente para que se tomara en cuenta esto, y gracias a esta presión, Berlín acaba de tomar esta decisión inédita y única. Estoy convencida de que muchas más metrópolis van a seguir este camino. Ya no puede ser, no puede que una pareja con dos sueldos, estables y buenos, ya no puedan si no tiene unos papás que le dan una buena parte del aporte que se da cuando uno compra un departamento, sino no pueden ser propietarios. Y esta es la realidad de las metrópolis en el mundo más desarrollado hoy".
—¿Y cómo se explica este fenómeno de precios tan altos?
"La explicación es compleja. Muchos expertos en el mundo hoy trabajan el tema de la 'financiarización del desarrollo urbano', es decir, que al final hay mucho capital en el mundo que invertir. Que busca fuentes de inversión, mucho dinero, a través de los fondos de pensiones, etcétera. Y es esto lo que hoy día se está invirtiendo en los proyectos inmobiliarios, lo cual genera este boom inmobiliario que está lejos de las necesidades en muchas partes. Porque no responde a la demanda".
—Entonces, ¿en el origen del mercado inmobiliario hay una conexión con la esencia del capitalismo?
"Claro, porque hay una desconexión total hoy día del mercado inmobiliario, de los precios, de la producción, con respecto a las necesidades y las posibilidades de las personas. Y es nuestro sistema global capitalista el que está causando todo esto. Y lo vemos de forma muy aguda en las ciudades, que realmente hoy en día es insostenible para la mayoría de los ciudadanos".