Televisión Nacional de Chile (TVN) vivió hoy día, no solo la irrupción del sindicato de TVN en su matinal "Muy Buenos Días", sino también una manifestación que se desarrolló en paralelo a las afueras de sus dependencias y  donde se criticaba el no respeto de su misión pública al ser un canal del Estado.

El Comité de Defensa de la Televisión Pública (CDT, organización que vela por el cumplimiento de la definición del canal) y la mesa de Unidad Social, en conjunto con diversos actores y organizaciones independientes se reunieron en la estación con cánticos como los de "la tele no se vende" y pancartas con consignas tales como "#TVPÚBLICADETODXS, derecho a la información veraz y pluralista".

Con pancartas colgadas en las dependencias del canal, organizaciones y participantes del sector cultural de Chile alzaron la voz a causa de la delicada situación actual de la estación como también por la decisión por parte del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) de marginar a la ciudadanía del proceso de franja televisa previa al plebiscito.

Dentro de las demandas de la manifestación, las organizaciones exigían principalmente que un 50% de la programación de alta audiencia oriente sobre el proceso constituyente que se vivirá en el país. De este mismo modo, se pedía un nuevo directorio bajo los criterios del pluralismo y paridad, y también la apertura de un debate amplio que apunte a la modificación del modelo de financiamiento de la estación.

"Chile necesita una TV pública que eduque e informe, inspirada en la promoción de los derechos humanos y de la pluralidad de voces. Una televisión que no deba comprometer un financiamiento comercial para poder financiarse cediendo a presiones de grupos económicos para aumentar rating y vender", declara Javiera Olivares, miembro del CDT y ex presidenta del Colegio de Periodistas.

Reivindicación de la televisión pública

El presidente del Sindicato 1 de Trabajadores de TVN, Roberto Reyes, declara: “Yo no puedo permitir, como ciudadano y como dirigente sindical, que esta empresa que es patrimonio de todos los chilenos, se venda. Este puede ser un gran centro cultural y, además, un canal de televisión", a lo que agrega: "Que hoy día el señor Andrónico (Luksic), (la familia) Matte o quien sea del grupo Bethia u otros ricos de este país, lo compren es inaceptable. Esto le pertenece al Estado y que hoy día las autoridades, que son las autoridades transitorias, tomen la decisión de venderla porque dicen que hay que hacer caja no nos parece".

Como también se exigen dentro del estallido social, una reforma a las pensiones, educación gratuita y de calidad, los manifestantes también hablan de exigir una televisión pública y de calidad. En esa línea, Carolina Espinoza, vocera de Unidad Social, señala: “En nuestro país también estamos sufriendo el flagelo de medios de comunicación absolutamente manejados por los poderosos, concentrados en unos pocos. Y las organizaciones sociales, quienes somos la mayoría, no tenemos espacio". Dentro de este marco, también expresa que lo sucedido con el Consejo Nacional de Televisión es una muestra del abuso en el que se encuentra sometida la sociedad chilena.

En ese sentido, el rol de TVN es distinto al de otros canales de televisión abierta del país, al ser un canal del Estado tiene obligaciones diferentes, puesto que es un canal que debería pertenecer a los chilenos. Por ende, las exigencias de los manifestantes buscan la reivindicación de la televisión pública.

Javiera Olivares declara: “Lo que está haciendo este canal es funcionar como si fuera del Estado, pero que no está cumpliendo con su misión pública que está impuesta por ley. Lo que está haciendo este canal es funcionar como si fuera privado y por lo tanto, ser parte de presiones políticas y sobre todo económicas, de los grandes grupos financistas de la publicidad que permiten financiar la parrilla programática”.

Finalmente, tanto Unidad Social como CDT firmaron una misiva que fue entregada al directorio en donde se plasman las demandas mencionadas con anterioridad.