El gobierno interino de Bolivia anunció que denunciará a España por interferir en asuntos del país, luego de que el viernes cuatro personas - que viajaban en vehículos diplomáticos de la nación ibérica - trataran de ingresar encapcuhadas a las instalaciones de la embajada mexicana en La Paz.

En este lugar se encuentran asilados una decena de funcionarios del antiguo gobierno de Evo Morales, dentro de los que se encuentran los ex ministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana; y de Cultura, Wilma Alanoca, quienes tienen cargos por “sedición y terrorismo” desde que asumió el mandato Jeanine Áñez.

La canciller interina Karen Longaric, declaró en una conferencia de prensa que fueron las fuerzas de seguridad del país las que detuvieron a quienes trataban de hacer ingreso al recinto internacional. "Esto es un atropello que afecta profundamente la dignidad y soberanía del Estado boliviano”, aseguró la encargada de Relaciones Exteriores de Bolivia.

“Lo señalado ratifica una vez más las actitudes de incomprensión de algunos gobiernos que, guiados por compromisos ideológicos, cometen actos de injerencia directa vulnerando principios y valores que sustentan la convivencia entre estados”, especificó la política.

Es por esto que la canciller mandó una nota al Ministerio de Relaciones Exteriores de España, a las Naciones Unidas, a la Unión Europea y a la Organización de Estados Americanos, para acusar de un "abuso de privilegios diplomáticos", por parte del país de Europa.

Esto se da en medio de una evidente tensión entre México y Bolivia, ya que el país norteamericano asegura que docenas de agentes de inteligencia se encuentran apostados en los alrededores de su embajada, vigilando todos los movimientos de sus integrantes, lo que catalogaron como un "sitio" del edificio por parte del gobierno interino boliviano.