La próxima semana el general director de Carabineros, Mario Rozas, cumple un año a cargo de la institución que ha estado en el ojo de las organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos. A ocho semanas del estallido social, el jefe de la policía fue entrevistado en el programa "Mesa central" de Canal 13, donde se refirió a los informes que condenan el actuar de sus subordinados durante las protestas.

Rozas primero habló de la "modernización del concepto de control de orden público", e hizo alusión a las manifestaciones en Concepción, donde un tribunal prohibió a la policía la utilización de disuasivos químicos para reprimir a los y las manifestantes.

"La prohibición del tribunal dificultó el control del orden público", señaló el general, quien estableció que no ha pensado en renunciar. "Más que pensar en eso estoy pensando en cómo llevar esta institución a la modernización (...) esto no pasa por renuncias, todos hablan del problema, pero son pocos los que dan soluciones", dijo el carabinero.

Esta dimisión ha sido solicitada por varios sectores tras conocerse las conclusiones de cuatro informes de organizaciones internacionales de derechos humanos, el último de ellos presentado este viernes por la oficina de la alta comisionada por los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el cual acusó numerosas "violaciones graves" por parte de Carabineros.

"Yo he leído todos los informes y falta contextualización. Hay que agregar antecedentes", estableció Rozas. "Yo no sé si en otras partes del mundo se han apreciado estos actos de violencia inusitada. En todas estas actuaciones de control del orden público tratamos de dialogar y finalmente terminamos usando los métodos que nos permite la ley para controlar esta violencia", explicó el director de la policía.

Además de esto, se refirió también a los balines utilizados por Carabineros y al caso de Gustavo Gatica, quien perdió su visión por los impactos de estos proyectiles. "Quienes se encontraban realizando el procedimiento están todos identificados y puestos en conocimiento del ministerio público", dijo Rozas, aunque admitió que no sabe "a ciencia cierta" quién disparó.

Respecto al uso de perdigones, el carabinero agregó que "es una munición que se adquiere el año 2017 y la ficha del proveedor decía que era de caucho (...) luego el estudio hecho por una universidad nos motiva a realizar otros análisis y finalmente tomé la decisión de acotar el uso", aclaró quien argumenta que no reguló antes su utilización debido a que no tenían "los antecedentes sobre la mesa".

Por último, el general director volvió a abordar las acusaciones contra Carabineros, que establecen que la institución ha reprimido violentamente las manifestaciones - muchas de ellas pacíficas - llegando a vulnerar los derechos humanos de las personas protestantes.

"Hicimos una muestra de 480 personas que han sido lesionadas por Carabineros, y más del 50% presentan antecedentes penales (...) no es que los carabineros se vuelvan locos y disparen a diestra y siniestra", sostuvo Rozas.

"Me llama la atención de estos 50 días se ha denunciado lo peor de una institución, y también me llama la atención que muchas de estas denuncias hayan sido falsas", afirmó el policía cuando el periodista Iván Valenzuela le preguntó por una "cultura de Carabineros" de violentar a las personas - golpes, torturas y violaciones, especificó el comunicador -, que se infiere cuando se leen los informes internacionales al respecto.

"Por ejemplo, el centro de torturas de estación Baquedano, que era falsa", acotó Rozas.

Finalmente, el general se mostró confiado en que "en poco tiempo" Carabineros volverá a ser "una de las instituciones más queridas de la República".

"Por cada insulto que recibimos en la calle hay 10 palabras de aliento", terminó el jefe de la policía.