Violencia policial y Sename: La historia de los niños detenidos en Villa Alemana

Violencia policial y Sename: La historia de los niños detenidos en Villa Alemana

Por: Carolina Rojas @carolarojasn | 16.11.2019
El video apareció en todas las redes sociales, eran los desgarradores gritos de Benjamín pidiendo ayuda después que Carabineros se había llevado a sus hermanos y amigos. El hecho fue denunciado como la detención arbitraria de ocho niños, incluida una adolescente trans que acusa maltratos. Tres de las niñas son residentes de hogares colaboradores de Sename, una cuarta está a la espera de un Programas de Reparación en Maltrato (PRM) y el resto asiste a atenciones ambulatorias de la misma institución. Esta es la verdadera historia.

Las manos en la cabeza y el llanto desgarrado, “¡Soy Benjamín!” “¡Ayúdenme por favor!”. Se lleva de nuevo las palmas al rostro, que a esas alturas, está empapado en lágrimas. Era la imagen de un niño -que no pasaba los doce años- que entre sollozos contaba que Carabineros se había llevado a sus amigos. “Tenían muchos niños dentro de la patrulla”, dice la voz de una mujer. Ella llora también, está grabando y la embarga la impotencia.

Se llevaron a todos mis hermanos”, insiste el pequeño antes de finalizar el video. Resuena el quejido de la mujer que sostiene el celular.

Eran cerca de las nueve de la noche cuando unos vecinos encontraron a ese niño desconsolado, estaba detrás de la Plaza del Parque Cívico Belén y ese es el registro de unos minutos después de la detención. La imagen  dio vuelta en todas las redes sociales. Estaba nervioso, angustiado. Poco entendía de la situación que le había tocado vivir.

En el carro policial iban sus dos hermanos, pero en total eran siete niñas  y un pequeño de nueve años.

Por la denuncia que hizo la Comisión de Derechos Humanos de Villa Alemana -y que llegó a distintas instituciones como la Defensoría de la Niñez y el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH)- se sabe que el 13 de noviembre de 2019, las niñas  M, de 13 años de edad ; G, de 13; M, de 14; Y, de 16 años de edad; B, (niña transgénero de 14 años de edad); C ,de 17 años de edad;  M, de 14; y J, de nueve años, fueron detenidos. Estaban en la plaza, cerca de las siete de la tarde -cuando al mismo tiempo– hubo disturbios; supuestamente era una manifestación donde llegaron más de doscientas personas. Según algunos de los vecinos del sector, en un momento una molotov habría llegado hasta el frontis de la municipalidad.

Fue allí cuando Carabineros de la 6 º Comisaría de Villa Alemana se acercó al lugar en una patrulla y detuvo al grupo de adolescentes mujeres y al pequeño. Según los testigos, no se resguardaron sus derechos y hubo gritos y golpes . Todos fueron trasladados a la comisaría.

Para ellos lo raro fue también que en medio de una protesta tan grande -y que ya había terminado- solo se llevaran a ese grupo, integrado en su mayoría por niñas.

Hasta ese lugar llegó la abogada María Paz Erlandsen como parte de Comisión de Derechos Humanos de la ciudad  -creado en los años setenta y que se reactivó estos días- y de otro piquete jurídico. La mayor parte del tiempo, le tocan rondas en las comisarías de la zona de Marga-Marga o Quilpué. La noche del miércoles faltaban abogados que hicieran una revisión por ese sector,  así que le tocó ir a la comisaría de Villa Alemana, tras recibir el primer llamado de denuncia.

Una vez allí pidió entrevistarse con los niños y adolescentes, le dijeron que pasara a verlos. La sala estaba vacía. Todos habían sido llevados a constatar lesiones al Hospital de Peñablanca. Ahí empezó el primero de los malos entendidos. Cuando regresaron a la comisaría, el Cabo 2° (Barraza) y el Sargento 2° (Cáceres), le prohibieron ver al grupo, sin ninguna razón justificable.

Ella pensó pasar, darles un poco de contención a los pequeños, y ante el impedimento se comunicó con la jueza de garantía de turno María Rodríguez, quién le respondió que dado el tiempo de la detención no correspondía adoptar alguna medida judicial ni interponer amparo. Solo dijo que llamaría al día siguiente.

-Esperé bastante, hasta que se me acercó un teniente para decirme que tenía un listado oficial de detenidos, incluido los niños que  no tenían que pasar por el proceso de detención. Él me dijo que podía pasar a entrevistarme con los mayores de 14 y cuando estaba a punto de entrar,  un cabo me informa que no puedo verlos porque no tenía patrocinio de ninguno de ellos, porque no estaba en el listado de abogados del INDH y no era defensora pública, le respondí que eso no correspondía porque cualquier imputado tiene derechos a entrevistarse con una abogado de manera privada. Un sargento insistió que ellos tenían una instrucción, una circular que no me permitía hablar con ellos-, recuerda.

Esa fue la segunda barrera.

Pensó que la situación era más que extraña, al mismo tiempo en el retén había un sicólogo conteniendo a la familia y a dos de los niños más pequeños. Lo que siguió fue que al final el teniente apoyó la negativa de los policías y definitamente no pudo pasar.

Luego, ese mismo teniente sacó a todas las personas para hablar solo con ella, la abogada insistió que era extraña la cantidad de objeciones. Volvió hablar con  la jueza de garantía por teléfono, ella pidió hablar con el sargento. Esta vez los funcionarios policiales mintieron: le dijeron a Rodríguez que cuando la abogada llegó sí la habían hecho pasar de inmediato para entrevistarse con los niños.

- "Él insistía que registraran las cámaras, hizo salir a la gente, me dijo que iban atacar el cuartel (lo que no era cierto y  otros testigos así lo confirman), pasé a una sala donde estaba el sargento y el cabo, quienes seguía alterados, así por protección a los adolescentes no insistí más", recuerda.

Al final la dejaron ver a dos adolescentes de 14 años (recién cumplidos). Una de la niñas estaba muy asustada, le contó que había recibido un codazo durante la detención.

- "Estaban algo alteradas, quizá como forma de demostrar miedo", recuerda la abogada.

Solo recién a las 12 de la noche, los carabineros, se comunicaron con el juez de familia de turno para solucionar la situación de un niño de nueve años y las niñas de 13.

Uno de los padres que llegó al lugar denunció que no le habían avisado, sino más bien llegó por cuenta propia, porque vio la denuncia en las redes sociales.

Los niños menores fueron liberados a las tres de la mañana. Al día siguiente las adolescentes pasaron a control de detención por decisión del fiscal de la ciudad. B, la niña transgénero, comentó “que la habían maltratado” por su identidad de género.

El Desconcierto confirmó que tres de las adolescentes viven en una residencia colaboradora de Sename "Hogar de la niña adolescente de Villa Alemana" y una cuarta joven está en lista de espera de ser atendida en un Programa de Reparación de Maltrato (PRM). Los otros niños son parte de programas ambulatorios de la misma institución y tienen causas en los Tribunales de Familia vigentes. Lo que hace que su situación aún más vulnerable.

***

El segundo video relata la escena desde otra perspectiva: la impresión de los testigos al ver el carro policial lleno de niños. “¿Señores han atrapado un niño?, se escucha la voz de un hombre, mientras en la imagen se ve una mujer que camina hacia dos carabineros de Fuerzas Especiales. Uno tiene el escudo en la mano. “¡No es vandalismo!” “¡Miran cómo los tratan!”, se escucha, mientras de fondo también se oyen los gritos del grupo de los adolescentes que llora.

El vehículo se aleja. Y otra vez se ve  la impotencia de los vecinos.

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Nathalie Oyarce, miembro de Fundación Infancia, comenta que los niños, niñas y adolescentes más vulnerables siempre han estado expuestos a violencia de las instituciones, que en rigor,  deberían cuidarlos.  Explica que desde el inicio de este estallido social, se ha estado monitoreando la situación de estos niños y jóvenes en Santiago, especialmente de lo que están en situación de calle (Muchos ex residentes de centros de Administración Directa, Cread).

- "Hemos recibido casos de niñas en  la calle que han tenido que convivir con la intoxicación de lacrimógenas, violencia y amenazas de violación por parte de Carabineros, los acosan mientras duermen y son alumbrados con linternas, humillados en los rucos donde viven, información fue reportada a la Defensoría de la niñez" , comenta.

Una de las situaciones más graves la relató uno de los padres de una de las niñas, quién denunció que cuando él llegó a la 6° Comisaría de Villa Alemana a eso de las 22:10 de la noche, no lo dejaron hablar con su hija. Solo pudo tomar contacto con la niña tras la llegada y gestión de la abogada. Ya eran  las 1:20 de la madrugada. Por otra parte, reportó que Carabineros en varias oportunidades, previo a la llegada de la profesional, los amedrentaron diciéndoles que debían evacuar la Comisaría por su propia seguridad, puesto que sería atacada. Querían que los adultos se retiraran. Lo mismo que denunció Erlandsen.

Tras tomar contacto con su hija, ella le confesó que que habría sido golpeada con un “combo en la boca” por un carabinero en el momento de la detención.

En la mañana C y las demás niñas fueron llevadas hasta el Control de Detención en Tribunal de Garantía de Villa Alemana. En la audiencia, que fue realizada por la Jueza Daniela Rodríguez, se determinó que la detención era legal.  No se otorgaron medidas cautelares y hay un plazo de 60 días para la investigación.  La mayoría de los testigos comentó los malos tratos y amenazas verbales desde Carabineros hacia los niños.

Para Oyarce, este tipo de situaciones ha sido un práctica desde las primeras movilizaciones de octubre. Explica que Sename reportó que casi la mitad de los niños y adolescentes que han denunciado vulneraciones de sus Derechos Humanos estos días provienen de hogares de la institución. “La Defensoría ha cifrado en 300 niños que han sufrido vulneraciones de sus derechos a nivel nacional y hasta ayer, el INDH tenía reporte de 95 querellas representando a niños y adolescentes”, concluyó.