¡No son 30 pesos, son 30 años!: Las protestas desde la historia feminista
Como Red de Historiadoras Feministas frente a los últimos acontecimientos en todo el territorio chileno declaramos lo siguiente: repudiamos vehementemente los últimos dichos del Presidente Piñera en cuanto a que “estamos en guerra”. Estas palabras nos recuerdan los peores momentos de la dictadura cívico-militar liderada por Pinochet. Por otro lado, la movilización de lxs estudiantes secundarixs frente al alza de precios de transporte fue una parte de la realidad brutal cotidiana sobre el costo de la vida en Chile. Muchas investigaciones ya han destacado el vil extractivismo multinacional de los recursos naturales, como el agua, el litio, y el cobre. Esto agregado a los altos precios de la salud, la vivienda, la educación, los alimentos, los medicamentos y el transporte público. Por cierto, las organizaciones mapuche en el sur ya conocen muy de cerca esta represión que ahora estamos viviendo en las principales ciudades del país.
La desobediencia civil contra medidas neoliberales brutales que han precarizado aún más la vida de las personas es un mecanismo legítimo democrático de organización, como también el uso de los espacios públicos para manifestarse. El pueblo ya perdió el miedo y ha hablado con fuerza: ¡no son 30 pesos, son 30 años! No obstante, en vez de escucharnos, de ver que esto es una legítima demanda, el Estado sólo ha reaccionado con violencia y terror. No hay ningún diálogo sino sólo la bota militar aplastándonos con su estado de emergencia y toques de queda.
Aquí también queremos hacer una alerta como Red frente a las formas generizadas y sexualizadas del terrorismo de Estado. Ya hemos leído muchísimas denuncias en las redes sociales de cómo las Fuerzas Armadas y los Carabineros ocupan balas y tortura contra lxs manifestantes, incluyendo toqueteos, desnudamientos forzados y violencia sexual contra las mujeres que están protestando. Al igual que en la dictadura, cuando mujeres de todo tipo – militantes, pobladoras, campesinas, indígenas, travestis y lesbianas, entre otras – fueron duramente perseguidas y violentadas por los agentes del Estado, ahora nos vemos con horror cómo se repiten estas mismas prácticas. Por cierto, como feministas seguiremos luchando contra el neoliberalismo y el terrorismo de Estado en todos los frentes. Y nos complace enormemente trabajar en conjunto con tantas organizaciones feministas que están organizando resistencias en todos nuestros territorios. ¡Nunca más solas! ¡No más violencia política sexual!¡Huelga general hasta retiro de las FFAA de las calles!!