“¿Por qué más Pinochet?”, pregunta la periodista Pascale Bonnefoy a Mario Amorós, autor de Pinochet biografía militar y política (Ediciones B, 2019), al inicio del lanzamiento de su nuevo libro el miércoles por la tarde en el Teatro Ictus, que está con las butacas y los pasillos llenos de gente.

“Aunque surjan voces de Jair Bolsonaro, grupos racistas de Estados Unidos, el señor José Antonio Kast, el diputado Urrutia, Sebastián Piñera y la derecha chilena en general, para reivindicar a Pinochet, espero que mi biografía contribuya a fijar la imagen del dictador de la historia”, responde el escritor español, doctor en Historia y periodista, que anteriormente escribió las biografías de Salvador Allende y Pablo Neruda. 

¿Por qué más Pinochet? Porque en septiembre, junto con el vino, las empanadas y las cuecas, también llega el ineludible tema del 11 de septiembre de 1973. Que si bien durante casi todo el año se esconde bajo la alfombra de esta casa llamada Chile, reaparece en estas fechas con el brillo y la velocidad de un cometa que vuelve anualmente, y que interpela al poder y la ciudadanía a situarse políticamente: entre los defensores del gobierno constitucional de la Unidad Popular o entre aquellos que reivindican el golpe de Estado y la dictadura cívico militar.

Sobre estos últimos, un grupo de la derecha ha reconocido las sistemáticas violaciones de los derechos humanos entre septiembre de 1973 y marzo de 1990, pero indicando de inmediato que el país se “salvó” económicamente, como si fueran cuestiones que se pueden separar y analizar cada una por su lado. Como diciendo, bueno, sí, se torturó, pero mira qué bien le fue al país con el modelo económico de los Chicago Boys.

Para Amorós, este es un tema que le interesa aclarar, ya que sitúa en el mismo lugar a los economistas del “milagro chileno” y a la DINA. “Domingo 6 de abril de 1975. Palacio presidencial de Cerro Castillo […] Frente al azul otoñal del océano Pacífico confluyeron, a las órdenes del dictador, los dos rostros de su régimen que muchas veces se han presentado como divergentes, pero que estuvieron profundamente entrelazados: los responsables del aparato represivo más temible y cruel de la historia de Chile y un grupo de economistas instruidos en la Universidad de Chicago que recomendaron y aplicaron unas políticas que vulneraron gravemente los derechos económicos y sociales y condenaron al hambre y la cesantía, a la miseria, a los sectores sociales más humildes”, se lee en la página 357.

[caption id="attachment_309655" align="alignnone" width="4496"] Foto: Lorena Palavecino / Penguin Random House.[/caption]

¿Por qué más Pinochet? Porque “el Chile actual todavía no se ha liberado totalmente de la dictadura, sigue la Constitución del 80, el modelo de las pensiones, las leyes laborales, la reticencia a los sindicatos, y todavía queda impunidad”, agrega el autor que en este volumen entrega nuevos datos de la vida del dictador. Documento que se suma a las investigaciones La Conjura (Mónica González), La historia oculta del régimen militar: Chile, 1973-1988 (Cavallo, Salazar y Sepúlveda), y otros tantos, con el objetivo de despejar las mentiras instaladas por la dictadura y repetidas en democracia.

Así, en este nuevo retrato de Augusto José Ramón, el investigador accedió a sus calificaciones escolares (en que aparece repitió tres veces), a la hoja de vida del Ejército (siempre bien evaluado), a los archivos de la masonería (donde se le entregó una carta de retiro obligatorio por inasistencia y no pagar las cuotas) y al Archivo General Histórico del Ministerio de Relaciones Exteriores, en que se leen los esfuerzos de los políticos de la transición por lograr la impunidad de Pinochet.

Y si el “ladrillo” económico que creó Sergio de Castro antes del golpe de Estado (con el financiamiento de Estados Unidos), se convirtió en uno de los soportes más importantes de la dictadura, podría ser que de ahora en adelante “ladrillos” como Pinochet biografía militar y política (de color rojo y más de 800 páginas), y otros más, contribuyan a la construcción de un relato de nuestro pasado alejado de los montajes, las mentiras, el negacionismo y el oportunismo histórico.