Carla Amtmann, la carta de RD para la alcaldía de Valdivia: "Si como FA enfrentamos mal las municipales, no llegaremos a ser gobierno"
El reordenamiento interno del Frente Amplio (FA) la llevó desde el extinto movimiento Nueva Democracia a Revolución Democrática (RD). Hoy, es la apuesta del partido para ocupar el sillón municipal de la comuna de Valdivia. Hablamos de Carla Amtmann Fecci, la profesora de historia y economista que nació y se crió en el lugar.
A sus 32 años, es una de las figuras fundadoras del incipiente conglomerado y una de las primeras candidaturas que el bloque ha confirmado a casi un año de las elecciones municipales y de gobernadores. Para Amtmann, quien debió formarse profesionalmente en Valparaíso a causa del centralismo, la campaña ya comenzó. Así se puede ver en sus redes sociales o en la prensa local de la Región de Los Ríos, que ha recogido parte de su despliegue y planteamientos.
La ex directora de la Fundación Crea tiene claro el diagnóstico sobre Valdivia: la comuna se encuentra estancada debido a que la actual administración municipal -liderada por el alcalde Omar Sabat (UDI)- no ha logrado aprovechar el potencial de la ciudad y se ha centrado en miradas de corto plazo. "Valdivia es una capital turística en América Latina, y eso no se ha aprovechado bien. Tenemos la capacidad de ser una vanguardia en el cuidado del medio ambiente, pero somos una de las comunas de la región que menos recicla", ejemplifica la frenteamplista.
De cara a las municipales
—Tiene un diagnóstico bastante crítico. ¿Cuáles serían entonces sus focos de trabajo?
—Una de las prioridades, sin duda, es la generación de empleos, porque tenemos un problema gigantesco de desempleo, pero por sobre todo de empleos precarios, con mayor énfasis en las mujeres. Desde el municipio debemos contribuir a crear una infraestructura que articule la inversión pública y privada, adecuada a nuestro modelo de desarrollo, para que podamos tener empleos de calidad. También nos enfocaremos en otras cuestiones prioritarias, como es la educación, donde hay un abandono a la educación municipal. Nosotros proponemos que se aumente la matricula pública, pero no sólo eso, sino que se entregue una buena educación a los estudiantes y una buena calidad laboral a los docentes. Trabajo, educación, salud y planificación urbana serán tópicos fundamentales en los que nos enfocaremos.
—¿Ha mirado otras administraciones municipales? ¿Destaca el trabajo de algún alcalde o alcaldesa?
—Por supuesto. Lo más rápido y obvio sería decir Recoleta o Valparaíso, que sin duda son emblemas por la eficiencia de sus gestiones y por las transformaciones que están desarrollando, que demuestran que desde los municipios se pueden hacer muchas más cosas de las que que se pensaba hace diez años. Han corrido el cerco de lo posible. Pero debo relevar también lo que tenemos a nivel local. En Paillaco hay una experiencia súper potente, que es una comuna vecina de Valdivia, que está liderada por una mujer mapuche y socialista (Ramona Reyes Painequeo).
Rescato muchas áreas de su gestión municipal. Algo muy importante es que, en ese municipio, incluso antes de la ola feminista, ya se estaban implementando planes de educación con enfoque no sexista. Eso es algo que ha tenido efecto en el empoderamiento y en el nivel de consciencia en relación a los derechos de las mujeres, en una comuna con altos niveles de violencia y ruralidad.
—¿Cuál debiese ser la estrategia de la oposición para enfrentar las municipales?
—Lo primero que debemos hacer es articular nuestra propuesta programática para cada uno de los municipios que requieren ser recuperados o potenciados con una propuesta de igualdad y de justicia territorial. Y la segunda tarea, que va en función de la primera, es dialogar. Yo he sido súper enfática y en nuestra comuna queremos ser la candidatura única de la oposición. Pero de una oposición que sea capaz de ponerse de acuerdo en ciertas prioridades para que los territorios avancen en desarrollo. Creo que así, poniendo los intereses de nuestra comunidad en primer lugar, podremos enfrentar de manera contundente a una derecha que le está haciendo tanto daño a nuestro país y a nuestras comunas.
—En concreto, ¿las elecciones se deben enfrentar como una lista única del Frente Amplio o como un proyecto conjunto con otros partidos de oposición?
—Creo que hay distintos niveles. Sobre las concejalías, está claro que cada uno de los partidos va a hacer sus pactos y nosotros en el FA estamos evaluando si llevar una o dos listas con candidatos. A nivel de alcaldías, creo que hay que llegar a acuerdos en función de comunas concretas, con candidatos concretos y programas concretos que nos permitan avanzar.
Hay que estar abiertos al diálogo. Ahora, si me preguntas si eso será en todas las comunas, yo creo que no. Van a haber comunas donde vamos a competir entre partidos de oposición. Pero desde nuestra región y comuna, y lo digo con responsabilidad, creemos que hay amplias posibilidades de llegar a un acuerdo con distintos sectores de la oposición. Los mecanismos concretos de acuerdos aún no los tenemos claros, pero creo que deben ser lo más democráticos posible. Si no actuamos con unidad, no vamos a poder dar respuesta a las necesidades de nuestras comunidades. Pienso en lo que ha pasado con el proyecto de las 40 horas, pero replicado a nuestros territorios. Construyamos programas de cambio para nuestras comunas, y en torno a ellos, busquemos acuerdos. Si en el Congreso se ha podido, por qué en las comunas no.
La descentralización en el horizonte
—Una de sus grandes apuestas es la descentralización del país, en todos sus sentidos. ¿Cómo se logra eso?
—En la descentralización los municipios son una herramienta central. Si no somos capaces de generar una infraestructura que desarrolle polos productivos atractivos, para que se descentralice el país, vamos a seguir reproduciendo este modelo que es insostenible. Es preocupante que hoy la capital nacional esté concentrando tanta población y que a la vez existan territorios donde necesitamos capital humano.
Amtmann considera que uno de los elementos centrales en la apuesta por la descentralización es una alianza entre las instituciones estatales y los municipios, con políticas de alcance nacional.
“En términos profesionales, me he dedicado a estudiar aquello y estoy convencida de que necesitamos implementar instrumentos que fortalezcan los proyectos locales. Hoy, los municipios tienen que transformarse de administraciones a gobiernos comunales; tienen que tener más poder, porque hoy no tienen capacidad de toma de decisiones, de gestión económica, de gestión de políticas públicas, de administración de programas”, explica.
La académica indica que otro punto es la descentralización económica. Es decir, que los gobiernos locales puedan tomar decisiones en torno a impuestos, a recaudación y también a gastos.
“Sería relevante que podamos incidir en cómo se administran las grandes partidas presupuestarias a nivel de ministerios. Por ejemplo, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) es una de las instituciones más relevantes para la descentralización productiva, pero lamentablemente muy poco de eso se decide en las regiones y muy poco de eso se define en alianza con los municipios, que son la institución más vinculada con la comunidad”, reclama.
Como tercer punto, la economista apela al fortalecimiento de la democracia y al empoderamiento de las comunidades.
“En la región de Los Ríos y en Valdivia, en particular, somos uno de los territorios que emblemáticamente ha levantado ejemplos de participación ciudadana muy amplios. Hay mucha sed y ganas de participación ciudadana, pero no están los canales inconstitucionales para eso. Si queremos descentralizar el poder político y económico, tenemos que generar instrumentos de toma de decisiones colectivas”, comenta la militante de RD.
Un Frente Amplio en maduración
Otra certeza de Carla Amtmann tiene que ver con la importancia estratégica de las próximas elecciones para el Frente Amplio. Según la RD, los comicios de fines de 2020 serán "una prueba de la proyección y durabilidad que puede tener el conglomerado en el futuro, y de ello va depender la posibilidad de que saquemos a la derecha del gobierno".
"Si como Frente Amplio enfrentamos mal las elecciones municipales, no llegaremos a ser gobierno", agrega la valdiviana, haciendo referencia a la importancia de llegar a los espacios de poder y así conducir los cambios que el bloque progresista profesa.
—En ese sentido, ¿cómo evalúa el trabajo de los parlamentarios del FA? ¿Han aprovechado sus atribuciones?
—Soy parte de las personas que están orgullosas del trabajo que hemos estado haciendo. Sin duda, siempre hay una etapa de ajuste, pero ha sido un desafío para los partidos el definir cuál es el rol de los parlamentarios o cuáles son las prioridades a impulsar. Creo que el despliegue ha sido positivo. Por lo mismo, nuestro llamado desde las regiones es que los parlamentarios vayan articulando sus prioridades legislativas y de fiscalización con las necesidades de las comunas que representan.
—Fundó Nueva Democracia junto a otras figuras del FA, como Cristián Cuevas. ¿Por qué finalmente se inclinó hacia RD y no a Convergencia Social?
—Las decisiones políticas partidarias sobre dónde estar y dónde no estar, sobre todo tras la experiencia en las elecciones parlamentarias, se deben tomar con los dos pies muy bien puestos en el territorio donde uno está y con la gente que uno trabaja. Tomé la decisión pensando fundamentalmente en dónde está hoy la apuesta más relevante, contundente y con futuro viable para transformar las condiciones de vida en nuestras comunidades. En ese sentido, creo que RD es una propuesta consolidada y con mucha sintonía. Fue un tiempo de mucho dialogo con los compañeros con los que hoy comparto militancia sobre cómo se miraban los desafíos locales, porque yo, por sobretodo, milito en la descentralización, milito en Valdivia, desde el ser mujer, madre y de región.
—¿Cómo evalúa la articulación interna en el FA, luego del reordenamiento?
—Creo que, sin duda, el FA está consolidándose y madurando en términos políticos de manera acelerada, lo cual es una señal gigante. Somos un conglomerado con mucha proyección de futuro y eso es bien potente. El hecho de que tengamos cada vez menos movimientos disgregados y haya más partidos, me parece que habla muy bien del trabajo que se está desarrollando y hace que sea más fácil la conversación, los acuerdos y la canalización de las diferencias. Eso sí, creo que tenemos un desafío muy potente en no perdernos -sobre todo cuando hay tanto proceso eleccionario- en qué fue lo que nos hizo crear este conglomerado. Surgimos por la crítica al modelo económico y social que se consolidó tras la dictadura, y en base a eso levantamos un proyecto distinto, pero también nos levantamos por una crítica a las formas de ejercer la política tradicional, a los partidos sin democracias internas. Las elecciones siempre nos ponen a prueba y debemos mirar los desafíos electorales como una herramienta para contribuir a que las transformaciones que hemos propuesto, finalmente se logren.