El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro ha cambiado de opinión y ahora está dispuesto a recibir la ayuda ofrecida por el G7. Eso sí, puso una nueva condición: los recursos deben ser administrados por el gobierno brasileño.

Estos hechos se enmarcan en medio del conflicto entre Bolsonaro y el presidente de Francia, Emmanuel Macrón, quien acusó que el ex militar no estaba a la altura de su cargo.

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La determinación del gobierno brasileño fue informada por el vocero Otávio Rego Barros, quien comentó que están abiertos "a recibir soporte financiero de organizaciones e incluso de países”, mientras no se "ofenda la soberanía brasileña y el manejo de recursos esté bajo nuestra responsabilidad".

Anteriormente, el jefe de gabinete, Onyx Lorenzoni, había anunciado el rechazo a la colaboración, que asciende a 20 millones de dólares, pero luego indicó que recibirían la ayuda si es que Macron pedía disculpas por sus declaraciones contra Bolsonaro.

Cabe mencionar que antes de este último cambio de postura, el presidente se reunió con los gobernadores de los nueve estados de la región amazónica (en su mayoría oficialistas), quienes le expresaron su preocupación por las posturas que estaba tomando.

Rego Barros sostuvo que esta nueva posición no debe entenderse como una derrota a Bolsonaro. “El presidente no retrocede. Él avanza en dirección al bienestar de la sociedad”, señaló.